Los dolores de cabeza que deja un temporal de nieve
Las intensas nevadas registradas en varios puntos del país dejan al descubierto, una vez más, que los gobiernos de ayuntamientos no siempre están del todo equipados
El fuerte temporal que azota estos días a gran parte de España, hace pensar si este país - que se supone está o debe estar acostumbrado y preparado para vivir y enfrentar este tipo de fenómenos climatológicos- realmente lo está del todo.
Desde que hace unas semanas en que cayó una de las primeras nevadas fuertes, cuando muchos automovilistas se quedaron atrapados en la AP-6 y se vieron obligados a pasar quizá una de sus peores noches en carreteras cubiertas de nieve, las culpas se dispararon en dos sentidos: tanto gobierno como ciudadanos. Unos por no “obedecer” las alertas y otros por no solucionar inmediatamente la problemática.
Finalmente el suceso pasó y en el aire quedaron los deseos de ciudadanos y partidos de oposición, de destituir a quien se supone es responsable de atender este tipo de incontinencias.
Culpas más, culpas menos. El fenómeno de la nieve siguió y desde el pasado fin de semana volvió con el fuerte temporal que tiene congelada gran parte de España.
Las consecuencias no se han hecho esperar. En los noticieros de televisión, vemos quizá más notas de color que de la cruda realidad que en estos días enfrentan muchas personas.
Unos, los más desprotegidos, los que viven en las calles por no tener vivienda y padecen frío, hambre y soledad. Y otros, los que viven en pueblos que quedan “sepultados” por la nieve, con vías cerradas e incomunicados, como igual sucede con personas que tienen masías o fincas en las montañas, donde desde hace días están atrapados, sin que los servicios públicos estén al día.
Con una situación complicada por el temporal, que no remite y que por el contrario se aviva en ciertos sitios más que en otros, lógico es que los servicios públicos no se den abasto y que en muchos lugares haya personas atrapadas por la nieve, necesitadas de víveres y comida, sin que alguien les pueda auxiliar.
Casos hay muchos, como el de una familia amiga que reside en la montaña de la Comarca de Els Ports, en Castellón, y que desde este lunes pasado se encuentra atrapada por la nieve que ha caído ahí.
Previsores, por la experiencia que tienen al vivir ahí durante años, mis amigos -un matrimonio- se hicieron de víveres y combustible desde el pasado sábado en que ya empezaba el temporal, pensando que éste podría durar unos días.
Cubiertos totalmente de nieve a una gran altura, una máquina quitanieves, que opera un vecino de la zona, se ha acercado por la finca dos días, para despejar ciertos caminos, pero ante los fuertes vientos registrados, los ventisqueros no se hicieron esperar y de nueva cuenta han hecho montones de nieve, cubriendo otra vez los accesos a la finca.
Mi amiga me cuenta que quien se encarga de quitar la nieve es un vecino de la zona, que hace tiempo negoció con el Ayuntamiento de una localidad cercana, el que dieran una cuchilla, la cual añadiría a su propio tractor para, de esta manera, recorrer las fincas de la montaña, despejando la nieve. Todo esto, claro, bajo contrato y pago del servicio por parte del mismo Ayuntamiento.
Hasta ahí todo bien. El vecino hace su trabajo lo mejor que puede y cuando el tiempo se lo permite, claro. Salvo cuando se encuentra con que los ventisqueros endurecen la nieve, de tal manera que la cuchilla no logra quitarlas, menos quebrarlas. Por lo tanto, no ha logrado despejar los caminos.
Es entonces cuando la familia se da cuenta de que “ahora sí están más aislados que nunca” y tanto comida, como combustible y medicamentos, están por acabárseles, sin que nadie les pueda llevar esto.
Las llamadas realizadas al Ayuntamiento, incluso a los bomberos, solicitando ayuda, sólo les han dado la esperanza de que podrían acudir al día siguiente, si es que no caía nieve otra vez.
Éste es sólo uno de los tantos casos que se registran con temporales de nieve como el que se vive ahora y que no todos los medios electrónicos reflejan, por desconocimiento o porque a veces hasta los mismos reporteros tienen difícil el acceso a sitios así, para reportear.
Nadie duda que tanto gobiernos como organismos de seguridad, protección civil y demás, hacen la labor que les corresponde en temporales así, pero cierto es que también estas mismas dependencias no dan a veces los servicios necesarios a los ciudadanos, por falta de equipo o maquinaria suficiente y a veces hasta por falta de personal para hacer trabajos de rescate o auxilio.
Lo cierto es que este temporal de nieve no sólo deja al descubierto bellas estampas de paisajes, sino el caos y los serios transtornos que padecen muchos habitantes en su vida diaria, cuando las nevadas son copiosas e intensas y que no todos los servicios públicos de los gobiernos en turno, pueden atender.