Valencia Basket 72-Iberostar Tenerife 79: indolencia defensiva taronja

Vaya por delante el hecho de que no sería para nada justo obviar el mérito del Iberostar Tenerife - el cual comandado por la magnífica dirección en el banquillo del ex técnico toronja Fotis Katsikaris consigue por primera vez en su historia llegar a semifinales- pero, por otro lado, no es posible dejar de hacer hincapié en la indolencia defensiva mostrada hoy por los de Vidorreta, así como tampoco disociarla del éxito chicharrero.

Desde el primer momento, cualquier acción de pizarra de los canarios daba, ya fuera mediante bloqueos ciegos o puertas atrás, con uno de sus hombres (especialmente el ex de los valencianos Tobey, Abromaitis y Ponitka) en disposición de anotar una canasta de alto porcentaje en zonas cercanas al aro valenciano... y por si esto fuera poco, tampoco Valencia Basket podía aprovechar los errores tinerfeños al no controlar para nada el rebote defensivo (hasta un total de ocho cedió) durante el primer tiempo. Sólo el buen hacer de Pleiss y Thomas bajo los aros del Iberostar, unido al bajo porcentaje de los de Katsikaris en el tiro exterior (sólo convirtieron un triple al descanso) daban vida a un espeso Valencia Basket (36-36).

Los primeros instantes de la reanudación no hicieron sino reafirmar estos parámetros. Por momentos el baño táctico del eficiente entrenador griego sobre Txus Vidorreta era de impresión; la defensa cara a cara de otro ex como el siempre esforzado Rodrigo San Miguel que anulaba a Rafa Martínez y, casi hasta los instantes finales del tercer periodo, a Erick Green; o las ayudas que recibía Bojan Dubljevic desde el lado contrario en cada ocasión en la que intentaba desenvolverse en el poste bajo resultaron claves a la hora de analizar la inoperancia ofensiva taronja durante la práctica totalidad del choque. Las primeras diferencias en el marcador se comenzaban a abrir como no podía ser de otra manera (44-51) y sólo la aparición del propio Green dejaba el partido abierto para el último periodo (55-59).

Pero esto acabaría por significar un mero espejismo ante un oponente mucho más centrado en el día de hoy; las sencillas penetraciones de Devin White combinadas con las continuaciones tras bloqueo de Fran Vázquez dejaban más que tocado a un Valencia Basket que sólo fue capaz de acercarse basándose en arranques individuales de Abalde y San Emeterio (70-73). Pero uno de los males endémicos, concretamente el de la falta de control a la hora de cerrar su propio tablero, resultó el detonante para sepultar las pocas opciones taronja en forma de rebote ofensivo de Abromaitis a falta de 24 segundos. A partir de ahí, un querer y no poder que no hizo más que ahondar en la decepción de un cuadro taronja que, por primera vez en años, realiza una competición de ámbito nacional para olvidar.