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El Levante toca fondo a la espera del cambio de entrenador

Un Betis ordenado y con criterio saca rédito del hundimiento granota en el segundo tiempo

El Levante toca fondo a la espera del cambio de entrenador

Publicado por
Carlos Botey

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13 partidos sin conocer la victoria; 9 como local sin vencer; 11 puntos logrados de los últimos 60 en disputa... Son números que no pueden sino desembocar en un inminente cambio de dirección técnica en el banquillo.

Primera mitad: El Levante UD lleva a cabo el plan preestablecido aunque (como siempre) no concreta:

El conjunto bético disponía de la posesión del esférico a su antojo con Fabián (gran proyecto de jugador) y Boudebouz haciéndose los amos de la zona ancha; si bien el Levante UD no sólo no mostraba preocupación por este escenario de partido, sino que disponía de las llegadas más claras en botas del debutante Sadiku (Adán atajó felinamente su intencionado disparo) y Roger, que mandó rozando el palo un desvío tras cabalgada y buen centro de Morales.

El Levante conseguía defender con las líneas juntas y desplegarse (aunque en contadas ocasiones) al contragolpe en unos primeros 45 minutos que podrían ser calificados de aceptables por su parte.

Segunda parte: Un nuevo episodio de desmoronamiento en un conjunto excesivamente frágil:

Un equipo con mandíbula de cristal que no es capaz de encajar dignamente los golpes. Ese es -por desgracia- el retrato del Levante UD en la presente fase de la campaña.

Un apelativo al que se ha hecho sobradamente acreedor en acciones como la del gol en propia meta de Chema a los 10 minutos de la reanudación. Un tanto que pudo llegar ya en el remate anterior de no mediar la destacada intervención de Oier y que deviene en el quinto choque consecutivo en el cual el rival se adelanta en el electrónico a través de una acción a balón parado. Algo intolerable en un conjunto que pretende mantener la categoría.

Pero aún habría más; Sergio León se iba a plantar mediado este segundo acto completamente solo ante Oier tras un simple saque de portería de Adán para hacer de forma irremisible el 0-2, algo que, como no podría ser de otra manera, no hacía sino ahondar en la desesperación de una parroquia granota que a partir de ese momento iba a comenzar a abandonar la grada del Ciutat.

En cuanto a llegadas con peligro de los locales en esta segunda mitad, nada reseñable. En lo que concierne a noticias con respecto al nuevo inquilino de su banquillo, a buen seguro, si habrá movimiento. Y debería de ser pronto.

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