Valencia Basket 86- Brose Bamberg 70 Un triunfo para ganar confianza

Espoleado por esa necesidad de agradar que se tiene cuando se han encadenado un par de resultados negativos, el inicio de partido de Valencia Basket resultó fulgurante. El 13-2 inicial, o el más contundente 28-11 a la conclusión de los primeros diez minutos son clara muestra de la intensidad con la que se empleó el conjunto taronja en un periodo en el cual fue capaz de forzar hasta siete pérdidas de balón (varias de ellas, además, originarían puntos sencillos al contraataque) de un Brose Bamberg que no podía sino asistir como mera comparsa a un festival ofensivo en el que Dubljevic y Rafa Martínez comenzaban a dar forma al gran porcentaje desde el 6.75 con el que los de Vidorreta terminarían el partido (15/31 en total).

No obstante, el contraste con un segundo cuarto marcado por la relajación (tal vez determinada por lo abultado del tanteador) con la que salían desde el banco Green, Doornekamp o Sastre, iba a ser brutal. Musli dominaba a su antojo en la pintura a un todavía verde para una empresa de ese calibre Hlinason y a un algo renqueante Dubljevic; hecho que, por si fuera poco, creaba espacios para que Zisis o Wright encontrarán vías libres hacia el aro en sus penetraciones. Por contra, sólo nueve puntos (la mayoría de ellos a través de acciones individuales de Fernando San Emeterio) lograba Valencia Basket en un cuarto para olvidar saldado con 9-23 para los germanos y que arrojaba un global de 37-34 al descanso.

En la reanudación, tras dejar atrás unos primeros compases dubitativos por parte de los locales (Brose conseguía liderar el electrónico con el 39-42), un pletórico tanto en la dirección como en la vertiente anotadora Alberto Abalde dirigía con maestría al equipo ejerciendo de catalizador de una reacción a la que Will Thomas y el propio San Emeterio se iban posteriormente a añadir. El buen desarrollo del juego ofensivo valenciano permitía consolidar una pequeña ventaja (60-54) a la espera de que la defensa acabara por dar ese impulso definitivo en aras de romper definitivamente el choque.

Pero si por un motivo será especialmente recordado este tercer cuarto, no será por otro distinto al del debut como taronja de Latavious Williams; hecho que tuvo lugar siete meses después de su contratación y se saldó con un primer apunte por su parte en forma de rebote ofensivo y mate, exactamente aquello para lo que fue incorporado.

Un parcial de 8-0 que ponía el luminoso en 68-54 tras poco más de dos minutos transcurridos dentro del último periodo provocaba ya, de forma irremisible, que los muy tocados alemanes desde la incomprensible destitución de su entrenador fetiche, Andrea Trinchieri, bajaran definitivamente los brazos, dejando a Valencia Basket paladear la victoria, a la vez que Txus Vidorreta intentaba aprovechar ese plácido último tramo para involucrar en la dinámica colectiva a aquellos que más lo necesitaban.