Ciudadanos busca a desencantados del PP para incorporarlos en sus listas
De forma por ahora puntual y en pequeños municipios, Ciudadanos ha incorporado a cargos provenientes del PP. Una estrategia que al margen del desgaste busca la percepción de flujo de votos.
Ciudadanos ha puesto en marcha sin ruido una estrategia de cara a las elecciones municipales y autonómicas. El objetivo de desbancar al PP, el sorpasso en la Comunitat, se antoja complicado para un partido con una estructura a día de hoy modesta, pero que va creciendo al calor de las buenas expectativas electorales. La formación de Albert Rivera trata de conferir músculo a la organización con desencantados de otras formaciones políticas fundamentalmente del entorno de los populares. Algunos de ellos alejados hace muchos años de la vida pública. Y en esta estrategia no estarían muy lejos personas que en su día tuvieron un papel de relevancia en la Administración.
Las diferencias en el PP de la provincia de Valencia y en el "cap i casal", que podrían tener su ebullición con la confección de las listas, va a dejar "libre" a cargos tentados en buscar acomodo en C's. Hasta la fecha, los "fichajes" de ex populares son contados y se producido en poblaciones pequeñas . Sin embargo, el runrún, que en parte puede ser interesado, está provocando cierto nerviosismo entre los fieles a Rajoy. En este sentido, algún dirigente popular ha admitido en privado tener una "oferta" de Ciudadanos
El calendario político está a la espera por un lado de la aprobación de los presupuestos y,por otro, del anticipo o no de las elecciones andaluzas.
La idea del equipo de Rivera de atraer a su proyecto a ex políticos del PP que tengan cierta proyección y que no gozan de la simpatía de la actual dirección tomó más cuerpo si cabe con la victoria electoral en las catalanas del 21-D. En la Comunitat se está a la espera de instrucciones.
Lo que no cabe duda es que la migración de concejales y militantes del PP a Ciudadanos acrecentaría la estrategia del partido de Albert Rivera de desgastar a su rival. Y,al mismo, tiempo le permitiría insistir en esa percepción del flujo de votos de la formación de Rajoy a Cs. Si para asentar la sensación de hundimiento de los populares y el trasvase de votos resulta positivo, no lo será tanto para la reestructuración interna de Ciudadanos.
La entrada de ediles de otros partidos obliga a reestructurar las cuotas de poder internas en cada localidad. En determinados municipios los concejales de Ciudadanos que se han estado fajando en plenos desde junio de 2015 ya han avisado que quieres continuar, que no van a ceder su plaza a algún recién llegado, por mucho pedigrí que tuviera en el anterior partido. Que quien venga ha de ponerse a la cola.
No obstante, por su normativa interna de funcionamiento, Ciudadanos únicamente tiene que realizar primarias en las grandes poblaciones en las que cuente con más de 400 afiliados. Y solamente para el cabeza de lista, no para los cinco primeros de la candidatura, como sí ocurrió en 2015. Por tanto, sin esa obligación, la dirección del partido –léase el secretario de organización, Fran Hervías; con su ramificación en la Comunidad Valenciana en Emilio Argüeso y Juan Córdoba (ex del Partido Popular) tiene las manos libres para designar a quien quiera como candidato. Aunque teóricamente son las agrupaciones locales las que escogen.
Movimientos sísmicos
En un partido con una estructura orgánica limitada, con fuertes divisiones internas y con una distancia creciente entre la dirección y las bases, la entrada de concejales del PP –o incluso de diputados- con experiencia y con ganas de repetir escaño con otra formación, puede provocar unos movimientos sísmicos. Sobre todo porque esa entrada y sus consecuencias se producirán en los meses previos a las elecciones, cuando más necesaria es la movilización de la militancia para anegar las calles del mensaje de Ciudadanos. Pero esos inconvenientes son más pequeños en una organización con el viento de cola.