Paco López: su alternativa marcará el futuro del Levante UD

Cuando la dirección deportiva del Levante UD optó el domingo por confirmar la destitución de Muñiz, la primera y mayoritaria reacción del aficionado granota pasó por preguntarse de donde vendría el relevo y, sobre todo, qué nombres de campanillas o, si más no, de cierto prestigio ofrecía el mercado a estas alturas.

Algo, por otra parte, nada sencillo en una fase de la temporada como ésta. Sin embargo, la opción escogida fue diametralmente opuesta a la por muchos planteada. Alguien conocedor de la casa como Paco López, que ya en su etapa de jugador vistió la elástica levantinista durante la temporada 1994-95 -aquella que supuso la tremenda decepción de no conquistar el ascenso a Segunda A tras la mejor racha de victorias consecutivas en la historia del club con 13-, constituye una para algunos arriesgada apuesta (no ha entrenado nunca en Primera División), si bien eso es algo que no debe ser óbice a la hora de confiar en un técnico que siempre ha mostrado carácter y empatía a bordo de todos los planteles a los que ha dirigido.

Algo de lo que pueden dar fe las cúpulas directivas de Benidorm; Alcoyano o Villarreal B, pero a lo que no son ajenos unos dirigentes levantinistas que han tenido en su buena campaña al frente de un Atlético Levante al que ha dejado situado en la primera plaza de su grupo de Tercera División una de las razones de peso a la hora de hacer efectiva su alternativa en el primer equipo.

Confianza que, dicho sea de paso, es cada vez más generaliza en torno a que aquel delantero inteligente y oportunista (fue un muy buen goleador en la categoría de bronce del fútbol español tanto con el Levante como en otros equipos) sea capaz de hacer gala de esas mismas cualidades desde el banquillo en pos de lograr un objetivo que requería un cambio de rumbo urgente.

La recuperación de jugadores llamados a ser importantes:

A buen seguro, ésta es una de las premisas que el nuevo entrenador granota tiene en su mente. Y es que el hecho de que dos teóricos puntales como Bardhi y Campaña lleven un tiempo fuera de la circulación es algo que resulta, cuanto menos, inquietante.

La labor del nuevo técnico, por tanto, no puede ser muy distinta de la relacionada con tratar de revertir una situación que provoca que el macedonio lleve tres meses sin poder aportar prácticamente nada de su indudable repertorio; por un periodo de tiempo de alrededor de un mes del sevillano desde que también Muñiz dejara, por completo, de depositar su confianza en él.

Otro cuestión que el técnico de Silla deberá resolver con celeridad será, ni más ni menos, que la relativa al hecho de dotar de cierta estabilidad a un centro de la defensa que, hasta el momento, ha carecido de la misma, habida cuenta de las muchas variaciones a las que Muñiz sometió a esta tan trascendental parcela.

Así pues, mucho trabajo por delante -ya desde el sábado en Getafe- para un entrenador que, pese a su falta de experiencia dentro de estos niveles, genera buenas expectativas.