Rodrigo Moreno sella la plaza de Champions

Salvo hecatombe de enormes proporciones, los 11 puntos más average particular de los que el Valencia CF dispone sobre el quinto clasificado garantizan su merecida vuelta a la máxima competición europea.

Prácticamente 14 años llevaba el Valencia sin probar las mieles del triunfo en Nervión, y si aquella victoria del 9-5-2004 supondría, ni más ni menos, que certificar el alirón en el mejor año de su ya casi centenaria historia; la de esta tarde cuenta con la nada desdeñable consecuencia de asegurar (casi al 100%) su vuelta a la élite europea, dejando atrás algunas temporadas de travesía por el desierto.

No tardaría en exceso en exceso el Sevilla en mostrar sus intenciones ofensivas en el encuentro de hoy. Prueba de ello era el bagaje de oportunidades que a los veinte minutos de juego ya comenzaba a conformar, tras salvar Neto y Gayá bajo palos respectivamente, sendas acciones de peligro marca de la casa en Nolito primero y Muriel después.

De cualquier modo, el cuadro de Marcelino, lejos de amilanarse, iba a soltar un zarpazo de aquellos a los que, cada vez más, nos tiene acostumbrados. Kondogbia empezaba a agrandar su figura, -a la vez que avisaba de su recital posterior- en la vuelta a la que fuera su casa, comenzando por servir un balón de oro a la espalda de la defensa sevillista para que Rodrigo -a destacar su excelente control en la acción- demostrara el momento de máxima confianza en la definición por el que actualmente atraviesa para batir a Sergio Rico y hacer subir el 0-1 a los 26 minutos.

Dicha variación, no haría, como efecto inmediato, sino enrabietar aún un poco más a un cuadro hispalense que gozó en botas de Muriel de dos claras opciones de gol (especialmente la segunda que estrelló en la madera) en los últimos instantes de la primera mitad. Mientras tanto, el conjunto valencianista sabía resistir con la expectativa de explotar su mejor arma en la reanudación.

Los primeros compases del segundo tiempo resultaron cruciales a la hora de marcar el devenir del resto del choque en forma ya de indefectible rendición sevillista, al intervenir Neto Murara de manera más que brillante ante sendos remates de Banega y Lenglet, este último a bocajarro precedido de jugada a balón parado.

A partir de ahí, solamente hubo un equipo sobre el campo. Kondogbia y Rodrigo ahondaban en sus respectivos exhibiciones personales, combinándose para fabricar una magnífica jugada en la que Sergio Rico se vio obligado a volar para salvar el 0-2 del hispano-brasileño (min. 57). Algo ante lo que el buen guardameta hispalense iba a claudicar de forma irremediable diez minutos después; y es que una arrancada para el recuerdo de Geoffrey Kondogbia, dejando atrás a cuantos rivales le salieron a su paso, desembocaría en otra perfecta asistencia del mediocentro francés para que Rodrigo rubricara su también grandísimo partido y, de paso, se erigiera en pichichi momentáneo del equipo con 12 goles - algo especialmente relevante dada la "pugna" que mantiene con Zaza y Santi Mina-, sentenciando así el choque para desesperación sevillista.

A partir de ahí, la defensa che, hoy liderado por un firme Ezequiel Garay, no tendría excesivas dificultades para controlar el juego directo de un Sevilla CF que sólo podía quemar de esa forma sus últimos cartuchos, a la vez que se despedía de sus opciones de seguir en la lucha por una Champions que, a buen seguro, volverá a Mestalla en septiembre de 2018.