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Jeison Murillo, el cerrojo del Cauca

Frecuentemente, la valía de un jugador resulta proporcional a lo que un equipo acusa su baja. Visto lo visto, eso es lo que ha ocurrido con el central colombiano.

Jeison Murillo, el cerrojo del Cauca

Publicado por
Carlos Botey

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Los inicios en el fútbol europeo de Jeison Murillo resultaron, cuanto menos, peculiares. Su fichaje por el Udinese a los 18 años (ni siquiera había debutado en la máxima categoría colombiana) supuso, incluso para él mismo, una gran sorpresa. Semanas más tarde, la suerte iba a influir positivamente en los albores de su carrera profesional, al existir un acuerdo entre los clubes Udinese y Granada CF, en base al cual el conjunto nazarí se comprometía a "foguear" a los jóvenes talentos que los del Friuli, durante esa época, contrataban.

La citada circunstancia permitiría a Jeison continuar manejándose en su idioma, así como en un periodo de tiempo relativamente corto, obtener la nacionalidad española; algo que le iba a abrir (tras curtirse mediante cesiones en Cádiz y Las Palmas) la titularidad en el centro de la defensa del Granada CF con tan solo 21 años. Ya por entonces comenzaban a destacar sus cualidades relacionadas con la velocidad y la anticipación -más remarcables aún en un zaguero de su envergadura-, no pasando éstas desapercibidas para el, por entonces, entrenador del Inter de Milán Roberto Mancini, quien rápidamente y recién aterrizado previo pago de 10 millones de € al club andaluz, le otorgaría los galones necesarios hasta llegar a formar con el ex atlético Joao Miranda una sólida dupla en el centro de la retaguardia de los interistas, tornándose ambos en artífices de una campaña que dejaba a los nerazzurri como tercer equipo menos goleado de la Serie A, algo que les permitiría volver a pelear, tras varios años, por plazas de Champions.

Sin embargo, su segunda temporada en la entidad no resultaría tan fructífera, habida cuenta de los constantes cambios de entrenador sufridos por el club milanés; unidos a la aparición de sus primeros problemas de índole física en la zona del pubis -algo de sobras conocido en los últimos meses-. Finalmente, todo ello contribuyó a que el Valencia CF pudiera, no sin obstáculos durante el largo periodo de negociaciones, hacerse con los servicios de un hombre que, a día de hoy, se antoja vital dentro de su engranaje. Los 11 millones invertidos constituyen una de las operaciones más rentables efectuadas por el club de Mestalla en los últimos tiempos.

El valor de las estadísticas y... el sueño de llegar al Mundial:

13 encuentros de liga disputados que arrojan un saldo de nueve victorias y cuatro empates. Los "fríos datos", en este caso, no pueden resultar más significativos. Y es más, con un grado de contundencia de este calibre, es algo que no puede sino contribuir a alimentar la cada vez más extendida creencia de que el Valencia no hubiera acusado de la misma manera el bache por el que atravesó durante la convalecencia de Jeison Murillo debido a su pubalgia, en el cual acabó viéndose descolgado de las dos primeras plazas ligueras al ser penalizado en exceso por sus derrotas en los meses de diciembre y enero, no logrando mantener su portería a cero en ninguno de los choques disputados durante este periodo.

Tanto es así, que su rendimiento de los dos últimos encuentros ante Real Betis y Sevilla CF -una vez superado ya el lógico periodo de adaptación vivido en los encuentros anteriores- ha hecho replantearse al seleccionador colombiano José Pekermán su decisión de confiar en un ramillete de defensas centrales que, desde hace casi dos años, no incluye al valencianista. Nos han llegado informaciones recientes de que los escasos minutos de que dispone Yerry Mina en el FC Barcelona o, incluso, el mal momento por el que atraviesa Cristian Zapata en el AC Milán propiciarán que, en breve, el técnico argentino vuelva a contar con él de cara a la preparación para la gran cita del próximo verano en Rusia. A tenor de su rendimiento y recientes merecimientos, cualquier tipo de duda está de más.