La Semana Tachada. De las Fallas a la Semana Santa pasando por La Ribera.

Querido, lógicamente, lector:

Déjame que te cuente, limeño, que los balances falleros que hemos padecido esta semana tachada han servido para que nos demos cuenta de que los de Compromís deben pensar que la autocrítica es un blog de coches, de que los del PP no tienen claro que hacer oposición es oponerse, y de que los de Ciudadanos ya se han dado cuenta de que tienen un fusil en las manos.

Ha sido irse las churrerías ambulantes (nunca buñolerías en los luminosos), y las salchipapas, y empezar a subir como la levadura el tráfico de noticias de sanidad. En esta Ribera y en la otra del río de la reversión, o sea, el Júcar. Yo sólo espero que no se encuentren hongos de tanto mirarse los pies ajenos a ver si son de barro. Lleva agua el arroyo. Ya sabe lo que dijo aquél: ¡A mí Sabino, que los arrollo!

Sabino era un futbolista español, animoso, muy animoso, de hace casi un siglo. Viene en la wiki. No como Marzà, que contaban esta semana que no tenía entrada. Es que es joven, dirá alguno. Ya verá si se le hacen entradas cuando se le caiga el pelo. ¿Como al pre-ex-alcalde de Alicante?

Yo sólo le digo dos cosas más, por acabar de pintar el cuadro: que el PP ha propuesto un pacto del agua con desaladoras y trasvases (¡la gallina!), y que el director de la Agencia Antifraude está en contra del enriquecimiento injusto (¡el gallino!). Después de eso, el huevo. Pero ya si acaso en Pascua.