Real Madrid y trío arbitral hacen languidecer el buen inicio de Valencia Basket

El plan de partido de Valencia Basket no difería en exceso del que le catapultó hacia el éxito cinco días atrás: Dubljevic y Pleiss castigaban desde más allá del arco y a través de situaciones de pick & pop a Tavares; mientras que la defensa de los de Vidorreta se consolidaba como una segunda vía de anotación, al permitir los balones recuperados que originaban las pérdidas madridistas rápidas transiciones ofensivas. Por el lado blanco, Campazzo tomaba el mando, surtiendo de balones a Randolph y el propio Tavares en aras de exprimir al máximo el poderío interior de los suyos

El marcador parcial de 17-18 al final del primer cuarto dejaría paso a un periodo aún más propicio para las huestes valencianas, en el que la buena dirección de Guillem Vives - única fase del choque en la que no se echó en falta la aportación de Van Rossom- o la lectura del pase extra de la cual sacaban partido de forma inteligente Fernando San Emeterio o Will Thomas se tornarían en factores importantes a la hora de llevar el luminoso hasta el 38-45 en el intermedio. Tanteador que pudo ser mayor de no mediar la actuación arbitral - lo hizo convirtiendo una clara falta de Doncic a Sergi García en antideportiva del balear-.

No obstante, desde los primeros compases de la reanudación se iba a comprobar que Valencia Basket difícilmente iba a poder dar con la tecla necesaria para controlar un despliegue madridista amparado en la intimidación de la inmensa figura de Walter Tavares, quien con sus tres tapones en el tercer periodo permitía correr al perímetro blanco, a la vez que lograba abonar el terreno para multiplicar una intensidad defensiva a la que él mismo en el centro de la zona incitaba, pudiendo los defensores exteriores arriesgarse a ser rebasados en sus intentos de recuperación; y que, dicho sea de paso, contaba con la anuencia de unos colegiados que no hacían proporcional dicha agresividad al número de faltas señaladas (65-57 al inicio del último acto).

El periodo anterior, que tan negativo había resultado para los taronja, deparó una serie de constantes que, por desgracia, se iban a mantener durante los últimos minutos: jugadores madridistas como Causeur o Rudy Fernández se constituían en nuevas vías de anotación desde el exterior; y, principalmente, Facundo Campazzo se erigía en el hombre capaz de llevar el ritmo del partido tanto en ataque como en defensa. Ante estas circunstancias, Valencia Basket no podía sino lamentar la preocupante ausencia de aportación ofensiva por parte del desaparecido Erick Green. Y todo esto, en un encuentro en el que Txus Vidorreta acabaría por personificar la desesperación taronja con técnica final incluida.

Real Madrid 83: Campazzo (8), Causeur (7), Yusta (4), Randolph (13), Tavares (13) - cinco inicial -, Fernández (8), Doncic (10), Carroll (-), Reyes (10), Thompkins (10), Radoncic (-)

Valencia Basket 71: Abalde (7), Sastre (6), Martínez (9), Thomas (12), Dubljevic (8) - cinco inicial-, Pleiss (11), Green (6), Vives (2), San Emeterio (8), Doornekamp (2), García (-)

Parciales: 17-18, 21-27, 27-12, 18-14.