Qué entendemos por igualdad
El fanatismo es obviamente una pasión exagerada llevada al extremo en cualquier materia que defendamos, aunque sea la igualdad. Defendamos bien los temas
Para defender los grandes ideales que la sociedad demanda como lo es ´La igualdad de género´es imprescindible compartir, entender, reflexionar entre todos, pero sin utilizar tintes de desprecios de tipo sectorial, arbitrariedades, y desavenencias constantes contra determinadas personas por el hecho de pensar y opinar de otra forma.
Aquellas personas que son razonables, educadas y que, defienden los temas con hechos, con hipótesis que tienen peso moral, social, sin lugar a dudas nos enseñan a todos no solo a pensar, a reflexionar, sino que también nos damos cuenta de que nadie está en posesión de la verdad absoluta y analizamos los ideales para intentar vivir una sociedad más justa.
Estas personas razonables son dignas de admiración, pues se puede debatir con ellas cada temática sin te vaya la vida en ello… reflexionando sobre la vida. Aprendiendo.
¿Pero qué formas de igualdad defendemos?... Sobre todo cuando no queremos compartir nuestras ideas, nuestras propuestas, nuestros aciertos, nuestros grandes proyectos a aquellos que “no” aceptamos como iguales. Bien, eso no es igualdad, sino otro extremismo más que se está dando también en nuestra sociedad. El fanatismo siempre estuvo vivo en la política, la opinión, las ideas, en el deporte, la religión, en el arte, en la música, en el pensamiento, incluso en ocasiones en el propio seno de una familia. ¿Formas de autoritarismo?... ¿Imposiciones hoy día?... Pensamos que poco a poco estamos cambiándolo todo.
El fanatismo es obviamente una pasión exagerada llevada al extremo en cualquier materia que defendamos (aunque sea la igualdad) y en la que ciertos/as personas abanderan con voz alta, con toda la energía, aquellas conclusiones taxativas que impiden la réplica a los demás, pues no está en sus mentes escuchar otras opiniones o inclusive la “presencia” de determinadas personas a las que se las trata como “enemigos o espías”, como si estuviéramos en la denominada ´guerra fría´, o en las películas de James Bond.
Recuerden el comentario de Arturo Valls sobre los premios Goya. Al parecer a muchas personas les enfadó mucho que dijera en unos premios al cine “que le gustaría que se hablara más de cine”, de películas. Por este hecho ya le condenaban como machista y se montó revuelo en todos los medios, cuando tan solo decía una obviedad…En unos premios del cine se debe de hablar de películas, de cuáles son las mejores o de los gustos que pueden influir en el público ¿Tan grave era el asunto?...
La sociedad está cambiando a mejor. Un ejemplo como puede serlo cualquier otro es el del mundo ´friqui´ de los comics, vemos cómo se cambian las tendencias, los gustos, incluso las personalidades de sus personajes. Antes principalmente se dirigía a un público de “jóvenes varones", mientras que en la actualidad se demanda por todo tipo de público, tanto en el manga japonés, como en los típicos tebeos de superhéroes de Marvel o la DC, donde existe más y mejor presencia femenina como personajes principales.
Ejemplo de “The Wicked and Divine”, o “Monstress” son publicaciones prestigiosas (algunas galardonadas), con unos guiones de aventuras frenéticas e imposibles donde sus personajes principales son mujeres y están tan bien acabadas las historias que atrapan a los lectores, a los consumidores, siendo verdaderas obras de arte que están por encima de cualquier otro trabajo artístico de su propio género.
Público de iguales
En la cultura general, en el cine, teatro, en la literatura, en el arte, en la educación, en el trabajo, en el espectáculo, en la música, en la ciencia, en las empresas, en la educación, en la vida en general, evidentemente cada vez más se están dando muchos ejemplos de igualdad real, muy claros, de respeto entre las personas, sin la demagogia exagerada que en ocasiones se utiliza, simplemente para quedar por encima de otras personas…
Defendamos bien los temas
*Grupo EmeDdona.