Agua para todos: el retorno de Zapatero
Justo ahora, en el peor momento del PSPV, como si de una broma amarga del destino se tratara, aparece José Luis Rodríguez Zapatero por Valencia
Rodriguez Zapatero nunca mantuvo una buena relación con la Comunitat Valenciana. Sus visitas como presidente del Gobierno fueron escasas, espaciadas en el tiempo y tuvieron un carácter más bien discreto. Estrenó su presidencia derogando el plan hidrológico nacional, y esa medida calculada que le reportó un apoyo al norte del Ebro, clave para sus victorias electorales, supuso en el inicio de una más que desafortunada gestión para los valencianos.
La Comunitat Valenciana se vio perjudicada con la aprobación de un sistema de financiación manifiestamente negativo o el recurso, por motivos estrictamente ideológicos, a la ley valenciana de custodia compartida, cuyo efecto terminó por derogar de facto la competencia de la Generalitat en derecho civil. Mientras, en ese mismo periodo vimos cómo desde el gobierno central se retiraban los recursos que permitieron crecer los libros del código civil catalán, en materias que excedían de largo el principio de conexión histórico.
Justo ahora, en el peor momento del PSPV, inmerso en un escándalo de financiación ilegal, que acaba de explotar y que promete por lo que parece tener un largo recorrido, como si de una broma amarga del destino se tratara, aparece Rodríguez Zapatero por Valencia, para pronunciar una conferencia en el Club de Encuentro Manuel Broseta que con estos ingredientes concitará seguro la atención de propios y extraños.
Mientras, los de Ximo Puig hablan de tolerancia cero contra la corrupción, sin que se haya adoptado hasta la fecha ninguna medida. Este tsunami no ha hecho más que poner el espejo frente a una forma de oposición que fue siempre desmedida, beligerante y que nunca tuvo el más mínimo reparo en desprestigiar la imagen de la Comunitat Valenciana y sus instituciones. Ahora, como gobierno, ve cómo se le deshace su principal cortafuegos para aplacar a las críticas a su gestión. Nada como mentar la corrupción ajena para despejar balones, pero eso ahora ya no es posible.
¿ Y ahora que hacemos ? Esa debe ser la pregunta que más de uno se formule en el PSPV y en el Bloc. Este último partido, que vive instalado en el argumento de diferenciar entre la dirección actual y la anterior, tiene por fuerza que aplicar todas aquellas medidas de ejemplaridad que con tanta vehemencia exigieron y que afectarían desde el cese de militancia de aquellos que estén investigados hasta la devolución de las subvenciones electorales de los citados procesos electorales.
Un escenario impensable siendo realistas. En última instancia veremos cómo este hecho es aprovechado por Mónica Oltra para terminar de disolver la influencia de los nacionalistas en Compromís y facilitar una ansiada coalición con Podemos que le facilite un sorpaso a los socialistas y la posicione como aspirante a la Presidencia del polo de la izquierda.
* Abogado.