Un mes de Paco López, un mes de resurgimiento levantinista
El cambio radical que el Levante UD ha experimentado desde la llegada del técnico de Silla es ya la envidia de muchos en el fútbol español. Especialmente, para sus más directos rivales.
LevanteUD.com
Tras 15 jornadas sin conocer el triunfo, el consejo de administración del Levante UD decidió dar la alternativa a Paco López, ascendiéndole directamente desde el filial, en sustitución de un sobrepasado por la situación J. R. López Muñiz. Desde ese momento, el equipo no ha hecho más que crecer y ganar en confianza.
Los números no engañan
Al margen de los ya consabidos siete puntos sumados de los últimos nueve en disputa, existen otros datos paradigmáticos a la hora de explicar dicha metamorfosis.
Sin ir más lejos, el pasado sábado en la más que complicada plaza de Montilivi - el Girona encaraba el choque tras seis victorias consecutivas en su feudo - los granota dispararon más a puerta (15 por 12) y entre los tres palos (7 a 5) que un cuadro ampurdanés que venía destacando por su producción ofensiva en el marco de sus últimos compromisos como local.
Pero es más; pese a los agobios sufridos durante el debut del propio Paco López en Getafe, el Levante UD ya comenzó a revertir esta situación - 4 remates de los locales entre los tres palos por 5 de los levantinistas -, siendo esto algo, por desgracia, impensable a lo largo de la etapa final de Muñiz en el banquillo.
Las lesiones, una coartada a la que no es necesario acudir
Si una circunstancia negativa deparó el último partido en tierras catalanas, ésta no sería otra que la relativa a la proliferación dentro de la plaga de lesiones que vive el conjunto granota. De hecho, las tres sustituciones (Boateng, Postigo y Jason) tuvieron que venir determinadas por contratiempos de índole física. Problemas a los que habría que añadir las lesiones de larga duración de hombres como Raúl Fernández; Iván López; Alex Alegría; Toño o Doukouré, y las más recientes de Luna; Lukic o Rochina.
Algo que, lejos de provocar que cundiera el desánimo, ha propiciado que determinados hombres asuman una cuota mayor de responsabilidad a través de ejercer el paso adelante que la situación requería. La consolidación de un centro de la defensa fijo (Cabaco-Róber Pier), y de una pareja cada vez más fiable por delante de él (la formada por Lerma y Campaña) han concedido al equipo una solidez de la que previamente carecía.
La afición vuelve a estar enganchada una vez sus dudas ya han quedado atrás
Una de las más trascendentales variaciones ha venido marcada por el cambio en el estado de ánimo de una parroquia granota que parecía ya haber asumido con resignación el más que posible descenso. La situación daba la impresión de ser de punto sin retorno. El primer encuentro disputado en Orriols ante el Eibar bajo los mandos de Paco López ya sirvió para, de un plumazo, disipar toda esa incertidumbre desde, incluso, la triunfal llegada en el recibimiento a los jugadores. Algo que, a buen seguro, se repetirá en la matinal del próximo domingo como previa al choque frente a la UD Las Palmas que, prácticamente, certificaría la permanencia en caso de resultado satisfactorio.