Matemáticas, Física y Química.

A las 6.30 de la mañana sonaba el despertador. Era una tortura pero a las siete repasaba el tema del día y a las ocho estaba en la clase impartiendo “Edafología” a los alumnos de 3º de Ciencias Biológicas de la UA. Tras dos horas de clase, daba un paseo por el Campus y si a las 6.30 el despertador era una tortura, a las 10 era una delicia haber compartido dos horas con jóvenes estudiantes. Incluso alguno preguntaba con esa timidez que confiere el ansia por conocer los misterios de la Química del Suelo. Esto ocurría todos los martes y jueves de un cuatrimestre; el otro cuatrimestre le tocaba a mi colega en la asignatura Salvador Ordóñez Delgado (en aquella época era un suponer, me refiero a Delgado), recién llegado de la Universidad de Madrid.

Hoy leo en esdiario.com que el Honorable Vicent Marzà, conseller de Educación está buscando con urgencia profesores de Matemáticas, Física y Química.

Como estará este sobrino de Mahmud Ahmadineyad de agobiado para que agonizando el curso 2017-2018 y cuando prácticamente el pescado ya está vendido, tenga que convocar urgentemente una lista de “socorro” para cubrir los huecos en Ciencias.

Esta mañana le he escrito al Conseller para ponerme a su disposición y a su servicio con el fin de ayudarle en este grave problema que se ha planteado en la Consellería de Educación. La respuesta no se hizo esperar: Vaya usted a la página web de la Consellería para ver los requisitos que debe cumplir el solicitante y rellene el formulario. Básicamente eran estos:

1º: “Experiencia docente y años de desempeño de la misma”. Sonrío y me tranquilizo con un rictus sonriente y tranquilidad anímica. Cumplo perfectamente el primer apartado. “Vamos bien Juanito”, pues supero los años de docencia pedidos y encima en una Universidad Pública, además compartiendo asignatura “Edafología (yo) y Petrología (él)” con el que más tarde llegó no sólo a Rector Magnífico y Excelentísimo de la UA, sino Secretario de Estado de Universidades y posteriormente Rector Magnífico y Excelentísimo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el Profesor Salvador Ordóñez Delgado, como dije anteriormente.

2º: “Titulación Académica”: Bueno, soy licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid , mi especialidad es Química Cuántica y tuve de profesores a Nicolás Cabrera (propuesto a Premio Nobel) y a Javier Solana (Ministro de Cultura y Deporte y Portavoz del Gobierno y Secretario General de la OTAN) y asistí a seminarios que impartía el Premio Nobel Severo Ochoa en el Instituto de Bioquímica y Biología Molecular. Pensé que al estudiar la especialidad de Química Cuántica necesitas un aparato matemático y físico importante.

Soy Doctor en Ciencias por la Universidad de Alicante, tesis doctoral que me ocupó seis años y para el tratamiento estadístico de la multitud de datos obtenidos en la experimentación me obligó a matricularme durante dos años de cursos de estadística para poder aplicarlos luego. Obtuve un “sobresaliente cum laude” cuando defendí mi tesis ante un tribunal. La tesis doctoral fue financiada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo y por la empresa alemana BASF (Badische, Anyline und Soda Fabrik” y ya sabe usted que los alemanes para eso son muy mirados.

3º “Otros méritos”. Ahí me dije: con esto ya no puede el Honorable decirme que no, y empecé a tirar de papeles y archivo que afortunadamente he guardado: Don Vicente, en el año 1990 me llamó la Fundación MHLV (Moët-Hennessy-Louis Vuitton) para participar como experto en la Conferencia Mundial sobre protección de viña y vino celebrada en París y Budapest. Asimismo fue miembro fundador del “Grupo Europeo de Pesticidas” bajo el mecenazgo de la Dirección General XII de la UE, asimismo fue miembro del panel de expertos del Programa Marie Curie para evaluar proyectos medioambientales financiados por la Unión Europea siendo su Director General Mario Cattizone (me sigue usted Don Vicente); también fui miembro de la Comisión Provincial del Agua de la Diputación de Alicante, en representación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y Director General de Medymed, la Ingeniería de Aguas y Medioambiente de la citada Caja. Y con toda la ilusión y todo el orgullo del mundo, fui pregonero de las fiestas de Xixona y Medalla de Oro de la Ciudad en 1999. Además don Vicente, hablo correctamente el francés, me defiendo en inglés sin problemas y puedo establecer una conversación tipo “sioux” con un alemán.

Cuando estaba terminando de introducir toda esta serie de otros méritos en las casillas correspondientes de la página Web pensaba que el puesto era para mí y a mis sesenta y siete años, qué delicia volver a la docencia y ser útil a la sociedad. Poder explicarle a los alumnos, una vez más, los secretos de las integrales de Riemann, del Método de Gauss para resolver sistemas de ecuaciones, la fórmula de Newton para elevar un binomio a cualquier potencia, el porqué de los logaritmos, su justificación, y la ecuación de la recta y la diferencia entre el producto escalar y el vectorial de vectores y el álgebra de Boole y las condiciones que debe cumplir un grupo abeliano o un cuerpo completo o las ecuaciones diofánticas, o las Series de Taylor, o los teoremas de Cauchy o los polinomios de Laguerre, la lista sería infinita.

Pues bien, querido lector, cuando ya estaba saboreando la felicidad de mis próximos años dedicado a la docencia “It comes down to reality, and it's fine with me cause I've let it slide” que cantaba Billy Joel en su delicioso “New York State of Mind”, pasé al siguiente punto: “Conocimientos y capacitación en valenciano”. Ahí me ha pillado Don Vicente. No tengo ningún diploma que acredite que hablo, escribo y leo el valenciano, además y permítame que le diga con todo el debido respeto que mis prioridades iban por otro lado, como usted comprenderá, en está vida “o tocas o bailas” puesto que si tocas y bailas se cabrea el personal y estoy convencido que no hubiese podido hacer tantas cosas y haber sacado el “curso de capacitación en valenciano".

Con la amargura de volver a la realidad que afirmaba Billy Joel, cerré la página Web de la Consellería de Educación y reflexioné: “Juanito, no te aflijas, les das clases particulares a tus sobrinas. Las últimas notas de mis queridas sobrinas en matemáticas superan el 8.75, qué más da, el que mucho quiere abarcar, apretará muy poco”.

Este artículo se lo dedico a los miles de estudiantes que se levantan todos los días y estudian, aprenden y desgraciadamente tienen que salir de España cuando terminan sus estudios y obtienen su título porque no tienen “conocimientos y capacitación en valenciano, Catalán, Gallego, Euskera o Bable” y a los miles de ciudadanos que no mienten en sus “curricula” poniendo ningún título académico que no sea cierto.