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Vicente Guillem: “El 80% de mujeres con cáncer conservan sus mamas”

Jefe de Oncología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) donde llegó hace 41 años. Considerado por sus compañeros uno de los 50 mejores médicos privados de España, nos ayuda a abordar

Vicente Guillem.

Vicente Guillem.

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Pilar Tamayo Fotos:Vicent Rupérez (Tamayo Fotografía)

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Este dato es la cruz de la moneda pero también tiene su cara: se cura en el 80% de los casos; entre un 80 y 85% de mujeres conservan sus mamas e idéntico porcentaje evitan el temido vaciamiento de ganglios en las axilas.

Aconseja iniciar las mamografías, único test eficaz, a los 45 años para la población general y con anterioridad en casos con antecedentes familiares en madres y hermanas y en mujeres en tratamientos previos de fertilidad.

Desmonta mitos como que lácteos, café o cola sean cancerígenos y apunta al tabaco como responsable directo del 30% de diagnósticos y 30% de muertes. De hecho, advierte: la mortalidad del cáncer de pulmón en las mujeres prácticamente ha igualado al de mama. E insiste: una enferma oncológica debe dejar de fumar para no empeorar su pronóstico.

Lanza un mensaje tranquilizador: el cáncer de mama no aumenta las posibilidades de desarrollar tumores en otros órganos.

Y aclara: todos los valencianos con diagnóstico oncológico tienen derecho a ser atendidos en el IVO de forma totalmente gratuita, como en cualquier hospital público.

¿Es aconsejable la palpación?

No está indicada como método de diagnóstico precoz, pero autoexplorarse es realmente importante porque la mujer se sensibiliza con el cáncer de mama y será capaz de encontrar un nódulo pequeño y acudir al médico. Por otra parte, se fideliza más con las la realización de mamografías.

¿A partir de qué edad hay que hacerse mamografías?

La mamografía es el único test diagnóstico indicado. Debe iniciarse a partir de los 45 años, ya que es cuando la incidencia de cáncer de mama cobra una importancia real en la población general y, además, es cuando la propia mama tiene menos tejido glandular y es más sensible a la exploración mamográfica.

La frecuencia debe ser cada 2 años, aconsejablemente hasta los 70-75 años.

¿El cáncer se hereda?

El 100% de los cánceres son genéticos, puesto que se producen por alteraciones en los genes, pero sólo algunos genes son capaces de transmitirse de generación en generación. En el de mama, únicamente entre un 5 y un 10% se heredan. Hoy en día conocemos algunos de los genes que se alteran y los podemos estudiar en mujeres con una carga familiar importante. Las pacientes que están sanas, pero presentan una mutación en los genes BRCA 1 o 2 positivo, tienen alrededor de entre un 50 y un 70% de posibilidades de desarrollar cáncer de mama o de ovario.

Fue el caso de Angelina Jolie. ¿Acertó?

Sin duda. Angelina Jolie tenía estos genes mutados y decidió hacer una profixalis, con la extirpación de ambas mamas y los dos ovarios. Es una opción que debe decidir cada mujer, pero es aconsejable. Angelina tuvo el valor de hacerlo y contarlo. El caso ha ayudado a miles de mujeres a tomar una decisión.

Uno de los problemas que nos encontramos, con frecuencia, es que los cánceres hereditarios se dan en mujeres más jóvenes, que todavía quieran tener hijos, lo que dificulta la toma de decisiones preventivas. Hay que comprobar si existen otros factores de riesgo y ofrecerle consejo genético hasta que adopte la decisión mas adecuada para ella.

¿Qué se consideran antecedentes familiares?

Cuando algún familiar directo haya tenido cáncer de mama. Será de primer grado cuando afecta a madre o hermanas. Siempre que haya habido dos o más casos en la familia o alguna de ellas haya tenido cáncer de mama antes de los 50 años, existirá la sospecha de que haya un síndrome de cáncer de mama y ovario hereditario.

¿Las mujeres sometidas a tratamientos de reproducción asistida son más proclives a padecer cáncer de mama?

Los tratamientos de esterilidad incluyen la administración de altas dosis de estrógenos y se ha demostrado que esto aumenta el riesgo de cáncer de mama. Por tanto, el consejo que se debe dar a estas mujeres es hacerse mamografías anualmente empezando antes de los 45 años.

¿Y la píldora del día después?

En principio no porque la cantidad de estrógenos de las píldoras anticonceptivas es mínima y, por tanto, es insuficiente para inducir la enfermedad.

¿Qué le diría a una mujer recién diagnosticada que tenga miedo a perder su mama?

Gracias al diagnóstico precoz, cada vez encontramos los tumores más pequeños y por otra parte, los que son más grandes, podemos disminuirlos con la quimioterapia previa a la cirugía (cada vez más frecuente), con lo cual es muy fácil conseguir entre un 80 y 85% de cirugías que no quitan la mama.

Por otra parte, el cáncer de mama es el que más impacto genera en la sociedad, por encima de otros más peligrosos como el de pulmón o el de colon. Ello es debido a su elevada frecuencia y al órgano donde asienta, con connotaciones estéticas, psicológicas y sexuales. A medida que logras un mayor número de curaciones, aumentas la masa de la población prevalente con cáncer de mama. El numero de pacientes vivos con cáncer de mama es mayor que el de otros tipos de cáncer, gracias a que el porcentaje de curaciones es mayor.

¿La prueba del ganglio centinela en quirófano ha supuesto una revolución?

Efectivamente. Hasta hace poco tiempo se extirpaban directamente todos los ganglios de la axila. Hoy en día, en el quirófano inyectamos un contraste y detectamos el primer ganglio que hay en la axila, se quita sólo ese y si es negativo, no extirpamos el resto de los ganglios, evitando hasta un 80% de linfadenectomias axilares. De esta manera impedimos una mala calidad de vida y un aspecto físico no deseado, el linfedema, con brazos que a veces alcanzan un tamaño descomunal.

¿Qué efectos puede generar la radioterapia?

Con las técnicas de tratamiento actual, con electrones, la tolerancia a la radioterapia es muy buena y es muy difícil que existan complicaciones importantes. Con el cobalto que dábamos hace años sí que producíamos, a veces en un porcentaje importante, fibrosis pulmonares, pero hoy en día esto se produce en menos del 1% de las mujeres irradiadas.

¿Y la quimioterapia?

Los efectos secundarios de la quimioterapia (alopecia, nauseas, vómitos, neutropenias...) se presentan de forma aguda y en general desaparecen al finalizar el tratamiento pero, en mayor o menor grado, alteran la calidad de vida de los pacientes. Actualmente disponemos de fármacos capaces de prevenir la mayoría de los efectos secundarios. Así, por ejemplo, las náuseas y vómitos los controlamos casi completamente.

Sin embargo, en el caso de los niños, donde el porcentaje de curaciones supera el 80%, sí puede haber un mayor riesgo de cardiopatía cuando son adultos, pero ante una enfermedad aguda y mortal como es el cáncer, es necesario curarla ahora y, con perdón, benditos los problemas de dentro de 30 años.

Entremos en el capítulo de leyendas urbanas. ¿Los lácteos son cancerígenos

No hay ningún alimento que claramente se pueda relacionar con una mayor incidencia de cáncer. Lo que se aconseja es hacer una dieta rica en frutas, verduras y fibra y pobre en grasas y carnes rojas. Además, es fundamental hacer un ejercicio moderado para no ganar peso porque la obesidad es un factor de riesgo para el cáncer de mama y otros cánceres.

Dicho esto, con carácter general, científicamente no está demostrado una posible relación entre los lácteos y el cáncer.

¿Y el café?

El café tiene una sustancia que es la acrilamida, con capacidad cancerígena a dosis muy elevadas, pero no se ha demostrado, a día de hoy, una relación clara entre café y cáncer y de hecho algún estudio constata que el café puede disminuir la incidencia de algunos tipos de cáncer. Además, no me parece adecuado que se dé la misma importancia al café que al tabaco, el mayor carcinógeno y hacia el que existe mucha tolerancia. Frente al tabaco, el resto de factores de riesgo son ‘pecata minuta’. Hay que ponderar cada factor de riesgo y el tabaco es el causante del 30% de cánceres y del 30% de las muertes por la enfermedad. La alimentación, globalmente, también representa otro 30% pero son más de 1.000 sustancias distintas frente a una que es el tabaco. El escalón es tabaco y lo demás.

¿Una paciente oncológica debe dejar de fumar?

Debe dejar de fumar. Las pacientes en tratamiento que fuman tienen peor pronóstico. Obviamente cuanto más se fume es peor, pero el tabaco es malo desde un cigarrillo hasta tres o cuatro paquetes diarios.

En la población general, repercute en un 30% de los diagnósticos y los pacientes con cáncer que fuman tienen peor pronóstico que los que no fuman. El tabaco y la edad son los 2 factores de riesgo mas importantes para desarrollar cáncer. Cuanto uno más fume y más mayor sea, más riesgo tendrá de desarrollar un cáncer, sobre todo de pulmón, de cabeza y cuello, estómago, páncreas, vejiga… prácticamente está en todos. Probablemente el de mama es uno de los que menos relación tenga con el tabaco.

Cíclicamente nos muestran a través de las redes sociales los inconvenientes de los refrescos de cola.

Tampoco es rigurosamente cierto y se ha dicho no sólo de la cola sino de las patatas fritas o de todo aquello que esté tostado y no está constatado salvo que la gente que consume mucha cola con azúcar suele tener sobrepeso. La culpa es de la obesidad pero no del refresco.


¿La homeopatía es una alternativa?

Nunca debe serlo pero algunos productos pueden servirnos para mejorar aspectos de tolerancia a los tratamientos y el estado de ánimo. Sin embargo, ningún tratamiento homeopático ha demostrado eficacia contra el cáncer.

A las pacientes se les prescribe una pastilla diaria de Tamoxifeno que controla la actividad hormonal. ¿Qué puede producir?

El Tamoxifeno es, en general, poco tóxico y se tolera muy bien. Ocasionalmente, puede generar una pequeña retención de líquidos, con un posible sobrepeso de un par de kilos y aumentar un poquito el vello en la zona de barba, pero su incidencia es escasa. También aumenta levemente la incidencia del cáncer de útero pero no es ningún problema porque los pocos que hay se curan todos. En general, no tiene muchas más contraindicaciones que una aspirina.

¿Cuándo se considera que una persona es ex fumadora?

Una persona es ex fumadora desde el mismo día que deja de fumar. Aunque el riesgo de cáncer va disminuyendo a través de los años, no es hasta los 10 años cuando el riesgo se acerca al de la población no fumadora. Hay un estudio reciente que dice que el que haya sido fumador siempre tendrá un mayor riesgo de desarrollar cáncer.

¿Cómo informar al paciente?

La información a los pacientes debe ser veraz. Ante situaciones serias y graves, ha de ser progresiva y a demanda del paciente que tiene derecho a conocer todo pero también a establecer límites.

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