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La fórmula matemática de la victoria

La cumbre de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN celebrada la semana pasada definió las tres variables que según la Alianza se necesitan para ganar los conflictos: la regla de las 3C

La fórmula matemática de la victoria

Publicado por
Juanjo Crespo *

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Cuando a Napoleón le preguntaron cuáles eran las tres cosas más importantes para ganar una guerra, no dudó en contestar: “Dinero, dinero y dinero.”

Los conflictos bélicos han acompañado al hombre desde el inicio de los tiempos, y políticos, militares, geoestrategas, doctores, reyes y emperadores han perseguido la fórmula mágica para vencer.

En la Alianza Atlántica se han definido las tres variables fundamentales que deben aparecer en esa “fórmula magistral”: Dinero para gastar (“Cash”), capacidades militares (“Capabilities”) y compromiso en el gasto (“Commitment”).

Vayamos con la primera C “Cash”. ¿Cuánto gastar? Pues la OTAN ya lo definió en la Cumbre de Gales de 2014: el 2% del Producto Interior Bruto de cada país.

Segunda C “Capabilities”. La Alianza Atlántica también ha dado una guía de cómo emplear ese dinero (no se trata sólo pues de cantidad, sino de cómo se invierte). La idea es que al menos el 20% del dinero vaya a la creación o modernización de capacidades militares dentro de los ejércitos.

Claro, lo que no quiere la OTAN es que un país gaste ese 2% del PIB, pero que sea todo para el pago de nóminas, actos institucionales, mantenimiento de cuarteles….. Ésa no es la idea.

Del presupuesto de defensa debería ir, pues, el 20% a la compra de material y a la instrucción y formación de los efectivos, para mejorar las capacidades militares.

Bien, nos queda otra C “Commitment” (Compromiso). Y es que otro riesgo que existe es que un país invierta en defensa el 2% del PIB –perfecto-, que además el 20% sea para mejorar las capacidades militares –pluscuamperfecto- pero que esas “Capacidades” (como materiales, programas de defensa, programas de formación….) no estén alineadas con el resto de la OTAN.

¿Qué quiero decir con esto? Que si la Alianza define que para los próximos años hay que invertir en un determinado avión de transporte, o en un misil balístico determinado, o en un protocolo de telecomunicaciones concreto para que los ejércitos OTAN sean finalmente interoperables, pues habrá que gastar el presupuesto de defensa teniendo en cuenta esas consideraciones multinacionales.

Hace falta la existencia de ese “Compromiso” de gasto (“Commitment”) en invertir en las prioridades que marca la Alianza y no sólo en los intereses exclusivos de cada país.

Esta C es la más difícil de definir, claro, porque por muchas guías que dé la OTAN va a ser difícil alinear 29 voluntades. Hay países que tienen amenazas “no compartidas” o exclusivas, hay naciones con miles de kilómetros de mar y otras sin costas…., por haber, hay hasta un país OTAN sin ejército (Islandia).

Total, que de ese 2% del PIB, del que además el 20% debe invertirse en capacidades militares…. ¿Cuánto debe ser para aquellas marcadas por la OTAN? Pues a esta pregunta no hay una respuesta oficial, pero yo estimo que al menos un tercio debería ser para esas capacidades definidas por la Alianza: digamos un 33%.

Bien, pues como los antiguos alquimistas que buscaban la receta química para fabricar oro, podemos resumir con la siguiente fórmula para conseguir la Victoria (V):

V = 2 C1 + 20 C2 + 33 C3

Esta podría ser la expresión matemática para ganar la guerra en función de lo que os he contado.

Aunque bueno, ahora repasándola, incluiría otra variable. Seguramente le sumaría un 100% de C4. Siempre ha hecho falta eso para vencer: “Coraje.”

*Experto en seguridad y geoestrategia.