Jorge Juan, el valenciano que modernizó la ciencia española
Nacido en Monforte del Cid en 1713, fue uno de los científicos e ingenieros navales mas importantes de su tiempo.
En 1729 ingresó en la Academia de Guardias Marinas de Cádiz, donde estuvo hasta 1734 participando en acciones militares como la expedición a Orán. En dicha academia destacó entre todos los alumnos, recibiendo el apodo de Euclides. En 1734 se embarcó, junto a su amigo Antonio Ulloa, en una expedición francesa dirigida por Louis Godin hacia el Perú para medir un arco del grado del meridiano terrestre.
En esta expedición, Jorge Juan halló que la Tierra no era completamente redonda sino que era ovalada y achatada en los dos polos, debido a que la fuerza de la gravedad era distinta en los polos que en el ecuador. Aplicó en este caso las leyes de Newton. Si bien eran conocidas en España, fue el primero en ponerlas en práctica.
Tras varios años realizando observaciones en América, viajó a Inglaterra en 1748 por orden del marqués de la Ensenada para espiar el modelo inglés de construcción de barcos. Consiguió durante este viaje contratar expertos constructores de barcos y aunque al final fue descubierto y detenido, pudo escapar viajando de incógnito por el Canal de la Mancha hasta llegar a París.
A su regreso a España, inició la modernización de la flota española y actualizó la astronomía a nivel nacional al traer consigo lo aprendido en Europa. Lo primero que hizo Jorge Juan fue la fundación de dos observatorios con el apoyo del marqués de la Ensenada, el Observatorio Real de Madrid y el Observatorio de San Fernando en Cádiz, fundados en 1757 y 1753, respectivamente.
El propósito de Jorge Juan con estas instituciones era impulsar las observaciones astronómicas y el aprendizaje de los Guardias Marinas. Sin embargo, estos observatorios no fueron adecuadamente equipados hasta finales del siglo XVIII, una vez falleció Jorge Juan, con la adquisición de telescopios a William Herschel, el astrónomo mas ilustre de su época.
Jorge Juan era un hombre muy inteligente y con visión de cara al futuro. Por desgracia, su legado del Observatorio Real de Madrid se fue al traste en 1808, cuando los franceses quemaron el gran telescopio de Herschel. Su legado naval fue igualmente destruido por Carlos III, quien apostó por el afrancesamiento de la flota española en contra las ideas de Jorge Juan, posiblemente una de las causas que contribuyeron a la posterior derrota naval en Trafalgar (1805).