Se busca candidato conocido a alcalde de Valencia

Esta frase, rotulada en grandes caracteres, bien podría ilustrar las pretensiones de numerosos partidos políticos que van a presentar candidatura a la alcaldía de Valencia. Tanto de grandes como de medianos y pequeños. Empezando por el más votado en 2015 en esta plaza, el Partido Popular, que lleva meses sumido en el farragoso debate y barajando nombres sin realizar abiertamente descartes. María José Català, Eusebio Monzó, Luis Santamaría…

Queda claro que Joan Ribó, cuya dosificada figura apenas se ha desgastado en sus tres años de alcaldía, repetirá al frente de Compromís, aunque algunos rivales políticos traten de poner en entredicho esa decisión. Y nadie tiene la más mínima duda de que Fernando Giner y Sandra Gómez –primarias mediante- lo harán por Ciudadanos y PSPV-PSOE, respectivamente.

Más allá se abre un océano de incertidumbre. València en Comú, el quinto partido en discordia con concejales, todavía no tiene claro si optará con esa marca o lo hará definitivamente con la de Podemos/Podem. Y si bajo su sombrero entrará EU. Si no fuera así, el partido de Rosa Pérez debería buscar su propio candidato. Siempre le quedará Amadeu Sanchis.

Y seguimos bajando. Esta semana el presidente de Contigo Somos Democracia y diputado provincial, José Enrique Aguar, recalcaba que optará –también primarias mediante- al ayuntamiento de Valencia por su partido. Con una importante salvedad: está dispuesto a ir de número dos si consigue convencer a alguna personalidad destacada de Valencia para que lidere su lista. Es decir, busca a alguien con tirón para sumar votos. “Estamos en conversaciones”, resumía sin dar más pistas.

Esta misma frase se repite como respuesta cuando preguntas a otras formaciones. Valencians en Moviment, la coalición que, salvo rupturas, englobará a Som Valencians, Unio i Germania y Renovacio Politica, anda en la misma tesitura. Por su pacto, el cabeza de candidatura corresponde escogerlo a Som, aunque su líder, Jaume Hurtado, ya ha anticipado que formará parte del elenco –igualmente previo paso por primarias- a Les Corts. Entre las tres formaciones buscan un cabeza de cartel que les otorgue alguna posibilidad de entrar en el hemiciclo local, donde sus posibilidades son menos remotas que en el autonómico.

En Demòcrates Valencians anticiparon el nombre del abogado Andrés Goerlich, sobrino-nieto del afamado arquitecto del mismo apellido y una de las personas que más destaca en las últimas semanas por abanderar la defensa del histórico cine Metropol. No obstante, desde la formación valencianista matizan que se trata únicamente de una posibilidad para abanderar su lista. En cualquier caso, la asamblea de afiliados escogerá al candidato antes de verano.

Y atentos a dos partidos para quienes disponer de un candidato conocido supondría un plus pero cuya propia marca está haciendo camino por sí misma. Por un lado, el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), que superó a UPyD en los últimos comicios y cuenta con un creciente nicho de votantes. En Valencia lo lidera Raquel Aguilar. Por otra parte, Vox, una formación que gana en simpatía entre votantes del PP en 2015 que han quedado desencantados con su otrora formación de referencia y que tampoco confían en Ciudadanos. O no les cuadra el partido de Albert Rivera. José María Llanos dirige Vox a escala autonómica. Ni una ni otra formación aparecen en las encuestas. Lo cual no significa que no tengan sus opciones. Y sí que refleja que normalmente solo se pregunta en las citadas encuestas por partidos que ya tienen representación institucional.

Precisamente a Vox le ha hecho un guiño Coalició Valenciana, cuando, en su manifiesto para desenterrar el partido que fundó el abogado Juan García Sentandreu, apela, en el punto 4, a “abrir nuestro tradicional discurso regionalista” y a “buscar que nuestra proyección política tenga una dimensión nacional mediante el establecimiento de acuerdos y pactos que nos hermanen con partidos autonómicos o nacionales”.

A buen entendedor, con esas palabras basta. Otra cuestión consiste en que al final lo logren, porque Vox parece bastante confiada en sus posibilidades sin necesidad de compañía. De no conseguirlo, Sentandreu y sus renacidas huestes tendrán que buscar también su candidato conocido.