Agramunt lleva al Consejo de Europa ante el Tribunal de Derechos Humanos
Pedro Agramunt ha llevado la defensa de sus derechos fundamentales hasta las últimas consecuencias.
Pedro Agramunt.
El senador valenciano anunció que sus abogados han presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo contra el propio Consejo de Europa por la “campaña de acoso” emprendida contra él el pasado año para destituirle como presidente de la organización. Pedro Agramunt entiende que los cambios reglamentarios no debían hacerse con efectos retroactivos, “como ocurre en todas las democracias modernas”, según explicó en París
Sin embargo, sectores radicales de la organización encabezados por las delegaciones ucraniana, noruega, sueca, danesa, letona, lituana, finlandesa y estonia, fundamentalmente, impulsaron un cambio reglamentario que sería tumbado por cualquier tribunal constitucional, pero que allí prosperó “debido a la dictadura a la que está sometida la organización por el secretario general de la Asamblea, Wojciech Sawicki, con alteraciones de las normas y reglamentos bajo total impunidad” en palabra del histórico dirigente popular.
Precisamente, el secretario general de la Asamblea, el polaco Sawicki, se encuentra en entredicho tras aparecer en el informe que recoge que varios lobbies financiados por la fundación de George Soros están detrás de la campaña de descrédito hacia Agramunt y apoyan el independentismo catalán. Sawicki ha sido el encargado de abrir las puertas a los lobbys de Soros, European Stability Initiative, Freedom Files, Civic Solidarity Platform y otros más en las reuniones de la Asamblea.
El senador español, Pedro Agramunt, denuncia que dichos lobbys que son auspiciados por Sawicki, tratan de apoderarse del control de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, su agenda y sus prioridades. Prueba de ello fue el cambio de reglamento que contemplaba la destitución del presidente de la organización, circunstancia extraordinaria dado que en los 70 años de la organización nunca ha ocurrido nada similar.
A Agramunt se le acusó de viajar a Siria sin permiso y entrevistarse como el presidente, Bashar al Asad, pero para algunos esto sería una excusa para promover el cambio reglamentario y la destitución del valenciano. El senador español ha sido, según su versión, uno de los miembros que más activamente han perseguido el control de los lobbys en la organización, tal y como ocurre en la Comisión Europea o en el Parlamento Europeo, pero “son los lobbys de Soros, European Stability Initiative (ESI) y otros los que no quieren que haya transparencia dentro del Consejo de Europa y moverse con total opacidad”.
Por todo ello, la demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo que denuncia su desprotección y la violación de un principio elemental como la no retroactividad de las leyes se le aplicara a él bajo el mismo sistema con el que lo aplican las dictaduras. “Es inadmisible que la organización que debiera velar por el cumplimiento de los derechos y libertades, por la democracia, y por los derechos humanos, resulta que los está pisoteando porque su secretario general lo promueve y consiente”, explica Agramunt.
En dicho sentido, recuerda como el principio de no retroactividad fue objeto de atención por el propio asesor jurídico del Consejo de Europa quien advirtió el pasado año que el cambio normativo para destituir a Agramunt que se quería introducir chocaba íntegramente con los principios fundamentales del Estado de Derecho.
Las sentencias del TEDH no se caracterizan por su rapidez y Agramunt tendrá que esperar a conocer un veredicto, pero por lo pronto ha quedado demostrado estos días que los lobbys de Soros que apoyan el independentismo catalán han recibido cientos de miles de dólares, como la European Stability Initiative, que ha conseguido 1,2 millones de dólares desde 2012 para sus operaciones de lobby en el Consejo de Europa con la anuencia del secretario general de la Asamblea, Wojciech Sawicki, y el secretario general del Consejo, Thorbjørn Jagland.