El éxito de Pedro Sánchez deja caduco el discurso "victimista" de Ximo Puig

Los socialistas tienen motivos sobrados de alegría tras el éxito de Pedro Sánchez, que en cuestión de horas se convertirá en el nuevo inquilino de La Moncloa; pero, al mismo tiempo no ocultan cierta preocupación ante el camino que debe recorrer repleto de trampas políticas. Por de pronto, al presidente Ximo Puig le va a caducar el discurso reivindicativo para unos, victimista según sus adversarios, contra Mariano Rajoy una vez desalojado éste del poder.

El jefe del Consell tiene la primera prueba de fuego en los Presupuestos Generales del Estado que inician el trámite final en el Senado. Sánchez adelanta que va a respetar el proyecto del PP para no incomodar a sus "nuevos" socios del PNV. En cualquier caso, se verá ahora si el Puig hace valer el nuevo poder valenciano y logra alguna modificación para regar de millones a la Comunitat. Su segundo reto, y quizá el más trascendente, acelerar la reforma pendiente de la financiación autonómica por parte de un Gobierno especialmente dependiente de nacionalistas vascos e independentistas catalanes.

Los populares, en estado de shock, tampoco lo tienen fácil. Deberán valorar si cambian de posición y, ahora en la oposición, apoyan enmiendas socialistas y de Compromís en la Cámara Alta para incrementar diferentes partidas entre ellas la que afecta al transporte metropolitano de Valencia.

El monotema de Puig de la financiación autonómica puede pasar a convertirse en un boomerang. Con Sánchez de presidente no podrá culpar a Rajoy de tratar injustamente a la Comunitat Valenciana y de bloquear un nuevo modelo que acabe con la infrafinanciación de nuestra autonomía, salvo que la "herencia recibida" pase a ser el lema. El argumento de que el gobierno es provisional no parece que tenga suficiente cuerpo con el paso de los meses.

Sánchez, ya no como jefe de la oposición sino como presidente, deberá pronunciarse sobre los "minitrasvases" de agua. El Ejecutivo de Castilla-La Mancha del socialista Emiliano García-Page ha reabierto en los últimos días una nueva guerra de agua. La flexibilidad de Sánchez ha quedado demostrada en varias ocasiones. En Albacete afirmó estar contra los trasvases y días después en Murcia dijo estar a favor.

Y habrá que estar especialmente pendientes de la política del nuevo Gobierno respecto a Cataluña, que siempre es motivo de atención especial en la Comunitat Valenciana. Un acercamiento a los postulados de Quim Torra supondrá munición muy deseada para Ciudadanos y el Partido Popular. Y las Autonómicas, a diferencia de las Generales, sí tienen fecha de celebración.