Valencia Basket culmina el mayor fracaso de su historia reciente
Valencia Basket 89 - Herbalife Gran Canaria 92. Una temporada marcada por el constante infortunio de las lesiones sólo podía acabar de la forma más cruel.
Cuando Bojan Dubljevic ponía el 80-75 en el electrónico a falta de 13 segundos para el final, buena parte de la Fonteta, puesta en pie, gritaba de alegría. Otros suspiraban de alivio a tenor de las vicisitudes de una eliminatoria que, desde su segundo capítulo, estaba deparando unas complicaciones excesivas...pero todo ello se daba por bien empleado si el billete para, por primera vez en la historia del club, poder ser de la partida en dos ediciones consecutivas de la Euroliga - como parecía - podía ya darse en aquel momento por sellado.
Nada más lejos de esa idílica realidad. Lo cierto es que no restaban únicamente 13 segundos para la conclusión del choque en ese instante. Un triple antológico acompañado de fade away de Markus Eriksson; unido a un error de Fernando San Emeterio en el tiro libre; acompañado, a su vez, del rebote que se escapaba al no ser capaces Rafa Martínez y Alberto Abalde de atenazarlo, daba poco más de un segundo a los insulares para igualar la contienda. Y la pesadilla se instaló definitivamente en la Fonteta en forma de falta restando... ¡una décima! de Will Thomas sobre Gal Mekel para que el magnífico base hebreo aprovechara sus dos lanzamientos libres llevando así el partido a la prórroga.
Ahí ya unos extenuados hombres taronja iban a acusar, una vez más, un cansancio que venía en parte determinado por la perdida por lesión durante el encuentro de dos jugadores del calibre y la importancia de Joan Sastre y Erick Green. Y es que una de las maldiciones más completas que se recuerdan dentro del mundo del deporte no podía dejar de golpear hasta este último y fatídico día de la recién terminada campaña.
Aún así los hombres de Vidorreta, pese al buen hacer de unos crecidos jugadores canarios en el "overtime", llegarían nuevamente con opciones hasta el último resuello. Precisamente ése que permitió que el capitán Rafa Martínez y el líder del conjunto en los últimos partidos Sam Van Rossom, dispusieran de sendas oportunidades de llevar el duelo a su segunda prórroga. El mismo que ejemplifica el dolor y la frustración que el recinto de Hermanos Maristas vivió en la que probablemente haya sido la noche más aciaga y dolorosa que sus incondicionales hayan vivido en los últimos tiempos al no acertar ninguno de ellos en sus decisivos intentos...
Hombres de la calidad de Eriksson (6 triples en el partido); Balvin; Mekel o el sempiterno Albert Oliver bien merecen ser recordados en el seno de de su club en letras de oro como los máximos artífices de la gesta que supone llevar al Herbalife G. Canaria a su primera Euroliga. Tal vez ellos sí disputen una segunda edición consecutiva previamente a un Valencia Basket que alcanzará, como mínimo, el verano de 2020 sin lograr tal objetivo a lo largo de su ya extensa historia.