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Claudia Montero, compositora: "La música que escribo refleja lo que soy”

Hablamos con la primera mujer compositora de obra clásica de América Latina que tiene en su haber dos Grammy Latinos. La música de esta argentina, afincada en Valencia, respira elegancia.

Claudia Montero, compositora y ganadora de dos Grammy Latinos

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De sensibilidad está hecha su música y su intención. Hablar con Claudia Montero, una de las más prominentes y exitosas compositoras de América Latina es, simplemente, un placer para los oídos.

Esta argentina, afincada en Valencia desde hace 16 años, hizo una apuesta de vida con la música y la composición cuando en marzo de 2002 abandonó su país natal empujada por la crisis económica e institucional en Argentina.

Estudió música en el Conservatorio de Buenos Aires, mientras compaginaba el trabajo de azafata en una línea aérea de su país. Pero cuando publicó su primera obra, decidió que iba a volar con la música, y dejaría de ser azafata para ser pasajera.

Viajó a España dispuesta a emprender su verdadera carrera. Primero, a Madrid, una ciudad que le pareció “difícil para vivir”. Después a Valencia, una ciudad que le “enamoró”.

Hoy, puede presumir de ser la primera mujer compositora de obra clásica que tiene en su haber dos Grammy Latinos. El primero lo consiguió por su “Concierto para Violín y Orquesta de Cuerdas” (2014), y el segundo por su “Cuarteto para Buenos Aires” (2016), ambos en la categoría de Mejor Composición Clásica Contemporánea.

El futuro puede que le dé muchos más premios, pero de momento, Claudia Montero ya ha llenado el presente de la composición con una música cargada de elegancia y emoción, una música que abarca e integra la sutileza y la belleza con la que ella misma cuenta su trayectoria profesional y sus éxitos a ESdiarioCV.

- ¿Cuáles son tus primeros recuerdos musicales? ¿Cuándo tuviste conciencia de que tenías una capacidad especial para sentir la música, crearla y transmitirla?

Para sentirla, desde muy pequeña. Tenía 9 años. Estaba viendo una película en la televisión y escuché un piano. Me conmoví de una forma tan especial que me puse a llorar. Le dije a mis padres que quería estudiar piano y ellos, obviamente, me miraron pensando que era un pensamiento más de los míos. Pero les insistí tanto que me dijeron que si quería estudiar piano, que me buscara un profesor. Y me lo busqué, yo sola, con 10 años.

Al no poder mis padres comprarme un piano porque era un instrumento muy caro, me dieron la posibilidad de estudiar guitarra y me formé con unas profesoras japonesas –muy estrictas, pero muy buenas- y con este instrumento empecé ya a componer a los 13 años. Mi primera intérprete fue mi hermana melliza a la que hacía leer toda la música que escribía. Hoy, todavía guardo esas composiciones y mi hermana todavía me recuerda con humor lo mucho que la martiricé.

"He llegado a ser compositora y a estar donde estoy por toda mi pasión, por mi formación, por mi trabajo y por tener cosas que contar"

- ¿Qué se necesita para ser compositor o compositora?

Primero, pasión por lo que haces. Segundo, formación, que no tiene por qué ser sólo académica y, por último, tener ideas. Si no tienes ideas, no sirve de nada todo lo anterior. Hay que tener siempre algo que decir, algo que contar, porque en eso se basa la composición. Y para contar, hace falta también vivir mucho.

- ¿Y para ser compositora como tú y ganar dos Grammy Latinos?

Pregunta muy difícil, nunca me la habían hecho. Cuesta responderla porque no sé qué cosas se han de hacer para llegar hasta dónde he llegado. Yo he hecho lo que tenía que hacer, en función siempre de lo que he querido conseguir. Soy muy insistente, muy perseverante.

No sé si me gustaría que alguien quisiera hacer exactamente lo mismo que yo en el ámbito musical –siempre he sido enemiga de eso-, pero sé que puedo ser útil para mucha gente que quiere desarrollar su carrera. Yo he llegado a ser compositora y a estar donde estoy por toda mi pasión, por mi formación, por mi trabajo, por tener cosas que contar y, por supuesto, por tener suerte y tomar decisiones. La suerte y las oportunidades son también factores muy importantes.

Los dos Grammy Latinos de Claudia Montero

- ¿Cómo es tu música, Claudia? ¿En qué se inspira?

Otra pregunta difícil, porque hablar de la propia música siempre es complicado.

Mi música soy yo misma. La música que yo escribo refleja, ni más ni menos, lo que soy: una persona que de repente tiene estallidos de pasión, como momentos de profunda melancolía o momentos que se ven envueltos en ritmos vertiginosos. Mi música es muy cercana y tremendamente emocional. Por eso, creo que conecta muy bien con la gente que no necesita ningún conocimiento para poder comprenderla.

- ¿Y cómo compones? ¿Compones un poco todos los días o compones sin tregua sólo cuando estás inspirada?

Cuando tengo que componer una obra, lo primero que hago es un estudio sobre el instrumento sobre el que voy a componer. Un estudio que me puede llevar meses. Y, después de todo eso, plasmo todo ese estudio en mis propias ideas, ordenándolas y escribiéndolas nota por nota. Puedo decir que soy muy disciplinada en los momentos en los que estoy componiendo. Cuando lo hago, me levanto muy temprano y no miro el tiempo que dedico al trabajo.

-Quien te conoce bien y ha trabajado contigo dice que eres muy perfeccionista. ¿Es cierto?

Sí, lo soy. Intento que mi música refleje, ni más ni menos, que la imagen sonora que yo tengo dentro de mi cabeza. Es como si pusiera un espejo delante de mi y hasta que yo no veo esa imagen que quiero, no paro. Soy perfeccionista en el sentido que busco lograr la fidelidad absoluta de mi imagen.

-¿Qué compositores son una referencia para ti?

Hubo una época en la que estuve muy obsesionada con Mahler, Wagner y Debussy, intentando entender cómo llegaban ellos a esa sonoridad en sus obras. Pero, he de decir que todos los compositores tienen algo. Si he de elegir alguno como referencia, diría que Tchaikovsky, por la explosión de su música, por la absoluta minuciosidad de su escritura y porque moldeaba el espíritu humano de una forma increíble, capaz de llevarte hasta el cielo o al infierno en cuestión de cinco minutos.

- ¿Cómo se crea una obra que es homenaje a otro compositor, como el caso de tu concierto para guitarra?

Cuando compongo llevo a Argentina en mi ADN pero, por ejemplo, en la última obra que he escrito tuve que introducir un componente temático que estaba vinculado con un compositor valenciano, Manuel Palau, y no me costó nada hacer un guiño ni dar una mirada, desde mi lenguaje, a algo que ya estaba escrito y que era muy local. Pero, mi propio gesto, mis raíces son algo permanente en mi obra.

Dos Grammy Latinos en cuatro años y nuevo disco “Mágica y Misteriosa

- El primer Grammy lo conseguiste en 2014. El segundo, en 2016. ¿Cómo ha evolucionado tu música de uno a otro?

La visibilidad de mi música ha evolucionado mucho. Ganar dos Grammy Latinos ha supuesto para mi que mucha gente quiera conocerme, que mucha gente quiera tocar la música que yo compongo. Y, eso, indudablemente, es bueno pero crea una presión, porque estás más expuesta al mundo, porque cada cosa que haces y cada cosa que compones te la miran más. Pero esa presión es también buena. Si se fijan en mi obra porque he ganado dos Grammys es porque empiezo a ser conocida y eso me hace ser más selectiva en mis trabajos y mucho más creativa.

"Ganar dos Grammy Latinos ha supuesto para mi que mucha gente quiera tocar la música que compongo"

- ¿ Qué sientes cuándo sabes que estás nominada? ¿Influyó en ti antes de que consiguieras los premios?

Cuando ya llegas a la nominación, sabes que cualquiera de los otros cuatro nominados que forman la lista se lo pueden llevar. Compartir la nominación con todos ellos representa un honor, y digamos que te sitúa en un nivel que inquieta. Se mezcla una admiración por ellos/ellas, pero también se medita sobre el valor de la obra con la que estás nominada y piensas: “¡Si estoy allí puedo ganar!”.

- ¿Qué se siente cuando se gana un Grammy? ¿Es un sueño? ¿O es un sueño que ha habido que trabajárselo previamente?

Es un sueño que se hace realidad. En ese momento se siente una felicidad imposible de describir. Levantar una estatuilla implica haber trabajado mucho y cuando tienes el premio te sientes recompensada. Pero, he de decir que se siente también mucha responsabilidad porque sabes que eso significa ser más visible y eso implica dar siempre lo mejor en los nuevos desafíos.

- Háblanos un poco de tu último disco “Mágica y Misteriosa”. ¿Por qué instrumentos de cuerda como el arpa o la guitarra?

Mágica y Misteriosa” es la culminación de un corpus creativo. Yo me propuse en esta obra trabajar y experimentar con instrumentos de cuerda que no fueran solamente los violines, las violas o los violonchelos; sino explorar también la guitarra, el piano y el arpa. Con este último disco he conseguido unirlos todos en un conjunto estético, creo, muy completo.

- ¿Harías música para cine? ¿Cuál es la conexión entre tu música y lo visual?

La música tiene esa libertad de adaptarse a cualquier idea que uno tenga. Tú la escuchas y te la imaginas en una película, y otra persona la escucha y se la imagina tocada por una gran orquesta en un gran teatro.

De todas formas, a mi no me disgustaría trabajar para el cine, pero tendría claro que lo haría para un director que no condicionara estéticamente ni mi música ni mi creatividad, y con el que hubiera una unión y una conexión muy íntima.

- El álbum lo has grabado en Praga, pero la postproducción, edición y masterización lleva sello valenciano.

Sí. Se grabó con la City of Prague Philharmonic Orchestra, bajo la dirección de Lucía Zicos y con las solistas Floraleda Sachhi, Mª Isabel Siewers. Como productores estoy yo misma y José Domenech; y en Valencia se ha hecho la postproducción, la mezcla y la masterización con Joaquín Gimeno un técnico de sonido valenciano. Joaquín Gimeno me aporta siempre una visión diferente, una visión espacial del sonido. Cada vez sabe más lo que yo quiero y yo sé, cada vez más, cómo tengo que decirle lo que quiero.

“Mágica y Misteriosa” es la culminación de un corpus creativo

- Supongo que esta obra, “Mágica y Misteriosa”, ya tendrá sitios donde empezar a sonar en todo el mundo.

Ya ha empezado a sonar. La compuse en 2016 y la he grabado este año, pero en todo ese tiempo ya ha sonado en Italia, en España, en Estados Unidos, en Argentina. Además, el “Concierto para Guitarra” –una de las partes de la obra- se estrenó en el Palau de la Música de Valencia en noviembre de 2017.

Ahora, ya tiene fechas programadas para sonar en México, Bogotá y Buenos Aires.

Muy reconocida en Inglaterra

- ¿Dónde está más valorada y reconocida la música de Claudia Montero?

En Valencia mi reconocimiento musical empezó a partir del momento en el que gané mi segundo Grammy Latino, cuando me convocan para escribir una obra con la Orquesta de Valencia.

El país donde más reconocida estoy es en Inglaterra –un país con muchos recursos y muchas orquestas-. Mi aspiración ahora es conquistar el mercado asiático y Estados Unidos.

- ¿Y en Argentina? ¿Se te reconoce?

En Argentina había una cuenta pendiente, pero creo que se va a saldar el próximo 14 de noviembre de 2019 porque voy a estar programada con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, en la Sala Grande del Teatro Colón.

Todo, poco a poco, va llegando. Fíjate, hace 7 u 8 años, yo no tenía la cantidad de conciertos programados que tengo ahora. Ahora tengo 60 conciertos por año, lo que supone que cada 6 días en algún lugar del mundo, tu música está sonando. Haciendo ese cálculo, ya te empiezas a dar cuenta de que tu carrera y tu reconocimiento va funcionando.

De todas formas, el reconocimiento que más me interesa es el de la gente que me escucha, el del público que se conmueve con mi obra. Soy de las que piensa que cada compositor tiene un lugar en el mundo, desear o envidiar a otro compositor es no reconocer el propio espacio que nos toca.

- Eres profesora de Composición en el Conservatorio Salvador Seguí de Castellón, miembro de la International Alliance Women in Music, de la Latin Recording Academy y de la Recording Academy. Además, eres madre de 4 hijos y no paras de dar conciertos por todo el mundo. ¿Cómo compaginas todas estas responsabilidades y aún te queda tiempo para componer?

Con organización. Por supuesto, cuando mis hijos eran pequeños yo no tenía una entrega tan íntegra a mi trabajo -porque había otras prioridades-, pero con disciplina, organización y sabiendo decir que no a otras cosas se puede llegar a todo.

Claudia Montero con el Grammy Latino que ganó en 2016

- En los últimos años se ha incrementado la programación de mujeres compositoras en casi todos los ámbitos musicales (música de cámara y sinfónica en menor medida), pero ¿crees que la mujer sigue aún estando en minoría o no lo suficientemente considerada dentro de la música clásica?

Es cierto que por una cuestión histórica, la proporción de compositoras es menor que la de compositores. Yo no puedo decir, personalmente, que a mi se me haya quitado de una programación por el hecho de ser mujer, pero pienso que es necesario que se creen oportunidades para que las mujeres puedan ser compositoras, oportunidades para estimular su creatividad y su formación.

- ¿Qué piensas sobre que la música clásica arrase en ventas también en digital y el soporte físico haya quedado ya casi como una reliquia para este tipo de obra?

Cualquier tipo de difusión para la música es bueno. También, para la música clásica. Hay que distinguir los formatos, eso sí. No puedes sentir la energía de un concierto en directo en una sala con unos músicos que descargando un track o un disco completo en una de las muchas plataformas digitales que existen y escuchándolo desde el smartphone. Pero, creo que todas las artes deben adaptarse a los movimientos tecnológicos y a los avances digitales porque eso es lo que, en definitiva, permite llegar a más gente.

Un artista que quiere difundir su trabajo musical, sea el género que sea, tiene que esforzarse por estar en las plataformas permanentemente. Es siempre mejor que te escuchen a través de estos formatos a que no te escuchen.

- ¿Si tuvieras que elegir una composición para acabar esta entrevista? ¿Con cuál te quedarías?

Es una buena pregunta. Hoy, tal vez elegiría algo de Bach porque es el inicio y el fin de toda la música. Si me lo preguntaras mañana, tal vez me llevaría la “Suite de mi madre la Oca” de Ravel.

Pero una composición imprescindible en la vida de cualquier ser humano es la obra de Bach, sin duda.

- ¿Y si tuvieras que elegir solo una tuya?

Eso es más difícil y me pones en un compromiso. Déjame elegir dos, no una. “Cuarteto para Buenos Aires”, con el que gané el segundo Grammy, porque es una obra mágica. Pero también elegiría algún pedacito de alguna otra obra. Por ejemplo, el segundo movimiento de “Concierto para Guitarra” porque es un movimiento lento y es en los movimientos lentos donde los compositores nos sentimos despojados de todo virtuosismo y en nuestra verdadera esencia.

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