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Valencia Basket: las claves de la no continuidad de Txus Vidorreta

El ya por fin anunciado relevo en el banquillo taronja actúa como pistoletazo de salida para la ya tradicional época de reformas que subsigue a cualquier decepción.

Valencia Basket: las claves de la no continuidad de Txus Vidorreta

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Este viernes se ha confirmado la no continuidad de Txus Vidorreta al frente del banquillo taronja. Pese a parecer algo cantado a tenor del incumplimiento de los objetivos fijados por el club al inicio del ejercicio, es algo que no ha venido exento de cierta controversia.

Y es que son bastantes los que interpretan que, a la hora de evaluar la labor que cualquier técnico desempeña a lo largo del curso, el más fidedigno de los baremos pasa por hacerlo cuando éste ha podido disponer de su plantilla al completo. O algo cercano a ello cuanto menos.

Bien es cierto que el coach bilbaíno no ha podido, en ningún momento, disfrutar de una tesitura que se asemeje lo más mínimo a la anterior. Pero, de la misma manera, tampoco resultaría del todo justo obviar que su gestión en determinados apartados ha distado de ser la más idónea. A continuación, aunque no sean necesariamente siete, repasamos sus principales "pecados capitales".

Malas soluciones en cuanto a recambios durante la temporada:

Finalmente, ni Damjan Rudez; ni Sergi García; ni Iván Buva. Ninguna de las tres soluciones de emergencia a las que el club accedió ya una vez comenzado el curso acabó por surtir el efecto deseado.

El base balear constituía una apuesta de futuro, cuando paradójicamente la necesidad más acuciante pasaba por el puesto de base; requiriéndose para el mismo una incorporación capacitada para ofrecer réditos en forma de aportación al juego con inmediatez.

De los dos croatas poco se puede decir. En un conjunto de máximo nivel el término "sin calificar" no hace sino dejar paso al calificativo de decepción absoluta para ambos. Siendo esto último algo especialmente pernicioso en el puesto de center, para el cual no dejó de estar patente la necesidad de un refuerzo a lo largo de la totalidad del ejercicio - consecuencia directa del bochornoso "caso Latavious Williams" -.

El Herbalife Gran Canaria con un base de la talla de Nikola Radicevic, o el Real Madrid con un cinco desequilibrante como Walter Tavares supieron dar, iniciada la campaña, con la idoneidad de los hombres que les posibilitaron, entre otras cosas, disputar la semifinal que durante estos días correspondía a Valencia Basket, a la vez que contribuyeron a dejar al estamento técnico taronja escaso de coartada que justifique la discutible planificación.

Forzar la cuerda (jugadores tocados y estructura del equipo)... hasta que se rompe:

El caso más paradigmático no sería otro que el del base galo y timón del equipo en la consecución del pasado título liguero, Antoine Diot. Tras disputar un "guadianesco" Eurobasket con su selección, fue utilizado durante las primeras fechas de la competición. Pues bien, ya no volvió a estar disponible en todo el curso. Y de lo anterior se terminó por derivar el hecho de que Guillem Vives tampoco lograra llegar a estar restablecido en ningún momento de sus eternos problemas de tobillo. Ahí también fue, al parecer, menester forzar.

Por si esto fuera poco; en lo que concierne a la rotación del juego interior, el triste devenir de los acontecimientos supuso, por momentos, un calco: Tibor Pleiss participó hasta que sus severos problemas de fascitis plantar le obligaron a decir basta; mientras que Bojan Dubljevic, demostrando estar hecho de otra pasta, mostró una vez más su férrea negativa a parar, algo que acabaría por acusar en el peor momento posible... ni siquiera alguien como él tuvo fuerzas para evitar la debacle en la prórroga del tercer y decisivo encuentro frente a Herbalife.

No obstante, las primeras semanas - título de Supercopa incluido - serán recordadas como las más destacables de Valencia Basket durante el ejercicio. Y dicho buen inicio de asocia indefectiblemente a un nombre: el de Erick Green.

Curiosamente, el anotador de Inglewood fue perdiendo protagonismo y presencia en el juego del equipo a marchas forzadas a medida que el calendario avanzaba. Viró de ser la primera opción ofensiva a reducirse su contribución a, en gran cantidad de encuentros, una meramente testimonial.

Visto lo sucedido después, tan drástico cambio de guión en el juego ofensivo taronja no resultó ser, en absoluto, algo beneficioso para el mismo. Tal vez los rivales ya supieran cómo hacer que ese pozo se secase...y, para más inri, que Valencia Basket - Txus Vidorreta - , tal vez, no fuera a ser capaz de encontrar en el plan B una alternativa sólida.

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