Raquel Alario: “Una mujer con hijos puede ser Fallera Mayor de Valencia”
La Fallera Mayor de Valencia 2017, ingeniera industrial, no es una mujer ‘florero’. Consciente de que las preselecciones para cortes de honor y Falleras Mayores son subjetivas, las defiende.
Espontánea, rápida y clara. La Fallera Mayor de Valencia 2017, ingeniera industrial, no es una mujer ‘florero’. Transmite tanta seguridad que no rehúsa ninguna pregunta. Consciente de que las preselecciones para cortes de honor y Falleras Mayores de Valencia son subjetivas, y criticadas, las defiende: los jurados intentan hacerlo lo mejor posible con representantes válidas. “Es todo mucho más fácil y natural”. Desmonta mitos: ni el Valenciano es imprescindible ni hacen falta enchufes ni elegir un peluquero o maquillador afamados abre ninguna puerta. En su caso, la peinaba su madre y se maquillaba ella misma. Tampoco ve un hándicap en la edad: una Fallera Mayor de Valencia podría ser madre, siempre y cuando se comprometiera a tener una disponibilidad total, apoyada por su familia, que ha de ser discreta y activa.
Tanto le gusta la indumentaria del siglo XVIII que fue la primera Fallera Mayor de Valencia proclamada sin mangas de farol. Prefiere, por tanto, un único moño, colores antiguos y el vuelo justo en las faldas con un largo que permita ver los pies. ¿Sus referentes? Gloria Martínez Amigó y Lucía Gil en chicas y Ariadna Gil y Laura Ortega Cano en niñas.
¡Ah! Haber sido Fallera Mayor de Valencia tampoco garantiza la firma de un contrato o un ascenso laboral. Proporciona habilidades pero no trabajos.
- Las comisiones falleras están eligiendo estos días a sus representantes para 2018. ¿Es un error enfocar ese año como trampolín para corte de honor de Valencia?
Es el mayor error. Si tú tienes ilusión de ser fallera mayor de tu comisión es por representar a tus falleros y no con la mentalidad de que miren cómo soy para que me elijan corte de honor o Fallera Mayor de Valencia. Además, es totalmente distinto el año de tu comisión al otro y por tanto, no debes perdértelo. Si finalmente sales elegida, incluso aunque sea el mismo acto, se vive de forma diferente. En tu comisión, es tu familia. En Valencia, tienes otras emociones y por eso cada año tiene su gracia. ¿Para qué centrarte en nada? Si tienes jurado de Junta Central Fallera (JCF), no te sirve de nada esa táctica porque no te conocen.
- ¿Mejor jurado de JCF o de presidentes?
El jurado de JCF puede ser más objetivo pero si son presidentes, como fue mi caso, también te conocen más. Todo tiene sus pros y sus contras. Todos los procesos tienen un punto subjetivo que se nota más si son presidentes.
- ¿Deberían hacerse dos procesos, uno solo para corte de honor y otro para Fallera Mayor?
Ahora que el jurado es único, si quieres ser sólo corte, debes dejarlo claro desde el principio porque es más limpio. El jurado busca desde el minuto 1 un grupo de 12 y una fallera mayor y no 13 falleras mayores como antes. Si eres sincera, es mejor. Yo desde el principio dije que quería ser Fallera Mayor de Valencia porque me hacía mucha ilusión. Realmente no sabía ni lo que me esperaba pero pensaba que sería bonito.
- Y aparecías en las quinielas…
No sé si es porque estoy alejada de la corriente social fallera pero no me enteré.
- ¿Es bueno buscarse padrino?
¡No! ¿Te eligen a ti o a un padrino? Tú eres la que vas a los actos y vas a estar sola. Durante un mes, puedes fingir ser otra pero luego no te sirve de nada porque debes ser tú misma.
- ¿Se desmonta el mito de los enchufes?
Si yo lo tuve, no sé ni quién es. Si yo fuese jurado, querría buscar una representación que fuese válida porque será la cara visible de la fiesta durante un año. Los jurados intentan hacerlo lo mejor posible y su trabajo es más limpio de lo que la gente cree. Si este año soy jurado, intentaría evitar cualquier situación en que pueda conocer a alguien porque me sentiría fatal. Es mucho más sencillo. Muchas veces es simplemente: esta chica me ha dicho algo.
Raquel Alario. Foto: Vicente Rupérez
- ¿Las pruebas de selección son difíciles?
Inesperadas siempre hay. Por ejemplo, en mi año nos hicieron la entrevista en Calvestra, delante de un plasma donde veías tu cara gigante. En las pruebas para la Fonteta, yo no notaba que nos estaban evaluando porque no eran de competir sino de compenetrarnos. De cara a la llamada para Fallera Mayor, las pruebas eran más individuales con entrevista personal, en Inglés…
- ¿El valenciano es necesario para ser preseleccionada?
No lo creo. Es nuestra lengua y es importante pero no para excluir a una candidata.
- Circula una leyenda urbana que dice que si quieres ser corte de honor te ha de peinar alguien con renombre.
A mí me peinó mi madre durante todo mi año en mi sector, incluso la noche de la Fonteta. Siendo Fallera Mayor, ella misma me peinó con un moño hasta la Exposición del Ninot. Al final recurrí a Carles Ruiz porque sabía que peinaba genial y con una disponibilidad 100% para ir a tu casa y peinarte en 10 minutos y eso te da mucha seguridad. Pero es totalmente indiferente quién te peine. Por ejemplo, durante todo el año como Fallera Mayor de Valencia me he maquillado yo misma y se ha ofrecido mucha gente a hacérmelo.
- ¿Se evalúa también a las familias?
Es una entrevista muy breve para calibrar la disponibilidad. Hay que contar con respaldo porque no puedes estar sola. No das abasto. Mi madre tuvo que dejarse el trabajo, mi hermana Esther se quedaba sin comer para recuperar horas y poder acompañarme a los actos… Es súper importante que se integren con las familias de la corte y hagan piña. Han de tener mucha energía, prudencia y discreción. Los padres son un apoyo pero no visible ni de hacerse notar. El carácter de la Fallera Mayor es un indicador de su familia. A la mía se le ha visto siempre pero han sido muy discretos.
- ¿Hace falta mucho dinero?
Depende mucho cómo lo gestiones. El tema de particular, por ejemplo, es un mundo. Se te ofrecen indumentaristas para regalarte ropa y ahí ya depende de si encajan o no en tu estilo para dejar tu impronta y aceptas o no.
- ¿Cuántos trajes aconsejas para una fallera mayor de comisión?
Mi presentación era a finales de febrero y entonces, me hice dos porque el principal lo estrené muy tarde. En mi caso, somos tres hermanas y ellas también los pueden usar. El traje de mi presentación fue el que llevé a la Fonteta y a la proclamación en el Ayuntamiento de Valencia, color rosa antiguo. Como soy responsable, decidí presentarme a fallera mayor de mi falla cuando vi que los exámenes del Máster no me coincidían con las Fallas. Mis padres me sorprendieron diciéndome que iban a regalarme un espolín y yo tenía en mente el color, ese rosa antiguo, pero estaba en Bruselas y la que tenía que elegirlo era mi madre, que se volvió loca porque no lo encontraba.
- ¿Por qué rosa antiguo?
Siempre prefiero colores antiguos. Lo había visto en las paredes de la habitación de mi abuela.
- Y subiste el tono para el espolín de Fallera Mayor de Valencia.
Es un color borgoña tirando más a morado. Yo tenía en mente un verde azulado casi negro pero cuando vi el que finalmente cogí, entendí que quedaba muy bien con mi cara. No busqué combinaciones extrañas.
- ¿Cuántos trajes cuelgan del armario de la Fallera Mayor de Valencia 2017?
¡14! Pero de ellos, el Ayuntamiento de Valencia me regaló 2 y una tela; el Gremio de Sastres y Modistas, otro traje y mi corte y mi sector, un par de cortes. Al final tu indumentarista se vuelve loco pero intentas variar en la gama de colores, que es lo más visual. En mi caso, introducir tres trajes del siglo XIX fue un gran avance porque nunca había tenido ninguno.
- De hecho sorprendiste yendo a la proclamación en el Ayuntamiento de Valencia sin manga de farol.
No tenía. Luego me ha gustado. En La Roqueta Arrancapins, mi sector, no es común ver a las chicas con farol.
- ¿Mucho o poco vuelo?
Mis faldas pesan mucho al ser muy alta y he recurrido a cancanes con bastante fuerza pero no me gusta demasiado vuelo. Muy poco tiende a hacerme un lápiz pero en exceso no me convence, mucho menos en el XVIII. El largo, quiero que se vean los zapatos. Mis trajes tienden a ser más cortos que largos.
- ¿Qué tiene Amparo Fabra?
Le había hecho los trajes a mi hermana. Te lo deja todo como un guante. Impecable.
- ¿Y Edu Cervera?
Me había hecho un único corpiño negro el año de fallera mayor de mi comisión y fui a él con una tela de 120 años de mi bisabuela. ¡Acabó haciéndome seis! Su punto fuerte es la tradición. Para el siglo XVIII he confiado mucho en él y te lo hace en una única prueba.
- Por lo que dices, tu fuerte es la naturalidad.
Cada una debe marcar el año con su personalidad. No todo el mundo debe ir al mismo indumentarista, maquillador o peluquero. ¡No tendría gracia! No dejarías huella.
- ¿Cuál es tu huella?
Soy bastante sencilla. No me gustan las extravagancias ni de particular ni de fallera. De hecho, nunca llevo ni muchas joyas ni colores estridentes. Siempre he preferido tonos sobrios. En el tema del peinado, me ha gustado mucho llevar un solo moño.
- ¿Un referente?
Me gustó mucho Gloria Martínez Amigó por su cercanía. Conocía a casi todas las falleras, siempre tenía una palabra amable y nunca se negaba a fotografiarse con nadie. Y me marcó tanto que he intentado aplicarlo a mi año. Por elegancia, Lucía Gil. Y por cercanía, Estefanía López.
- Tu antecesora, Alicia Moreno, rompió moldes por su edad.
Me apoyó mucho y me aconsejó. La edad da igual siempre y cuando tú tengas flexibilidad para entregarte a las Fallas. Si se le da más peso a la figura, también se requiere una mayor madurez que a veces te la aporta la edad. No debe ser un handicap.
- ¿Y los hijos?
Casadas no ha habido muchas y es una tontería porque muchas cortesanas viven con sus parejas, que es lo mismo. ¿Tener hijos? El jurado no debe valorar la maternidad sino la disponibilidad. Si una mujer considera que se puede entregar al cargo, el jurado no es quién para juzgar si es verdad o no.
- ¿Cómo has visto a tu sucesora, Rocío Gil?
Muy unida a su corte y muy entregada. Ha ido cogiendo más peso en los actos y, con ello, la figura va adquiriendo más fuerza.
- ¿Qué vestuario de particular se necesita para el año de comisión?
Yo tenía muy poca ropa porque iba a la universidad y nunca me había arreglado ni sabía lo que eran unos tacones. Por suerte, mi hermana mayor me guió más y aprendí a vestirme para un acto gracias a ella, que ha estado en todo.
- ¿Y para Fallera Mayor?
A la semana de salir, me fui a Greta y empezaron a decirme: este vestido, otro… Yo me agobié y no le veía sentido. Luego vi que sí. Con mi estatura, he tenido también bastante facilidad para comprar por Internet. Tampoco hay que pasarse. Al principio crece el número de actos pero a finales de enero, vas casi siempre vestida de fallera y cuando vuelves al particular, ya es verano y lo del invierno ya no te sirve. Siempre con moderación.
- ¿Pueden convivir durante todo un año 13 mujeres sin discutir?
Si se quiere, no es complicado. En nuestro año no hubo problemas y eso es gracias al jurado que se fijó mucho en que nuestros caracteres se compaginaran bien. Hemos sido un grupo homogéneo.
FOTO: Vicente Rupérez
- En tu año saltó a la palestra la polémica por la firma de unas normas de JCF sobre vestimenta que podían ser machistas.
Fue una semana muy dura porque cuando nosotras las firmamos como candidatas, ninguna se planteó nada. Cuando éramos las 13, nos fueron explicando norma por norma y cuando llegaron a la parte de ropa, simplemente dijeron que no llevárabamos faldas muy cortas pero por nosotras. Se pasó muy por encima. Ellos mismos no le dieron importancia. Nos quedamos a cuadros cuando saltó la polémica porque nosotras no le habíamos dado tanta relevancia.
Como en toda empresa, hay normas que se han de cumplir y se han de firmar. En el tema de indumentaria de particular, deberían ser solo recomendaciones que te las hacen con toda la buena voluntad por ti para evitar críticas o malos momentos. Fue una mala sensación estar rodeada de televisiones nacionales entrevistándome. Yo no sabía ni qué decir porque era como que estaban juzgando algo que no conocen de cerca y surgen malinterpretaciones. Tal y como lo viví, no fue un ataque machista.
- ¿JCF encapsula a las cortes de honor y falleras mayores?
Depende mucho de la Fallera Mayor de Valencia. Yo era de las que me iba y me perdía con la gente. Si tú quieres hacerte fotos, tienes libertad plena. En tema de redes sociales, este año ha habido más margen. Antes se intentaba preservar la privacidad. Ya somos mayores y cada uno sabe lo que quiere publicar o no. En mi caso, soy más de conservar mi privacidad.
- ¿Hay demasiados actos?
Ahora sólo se va a las presentaciones de las fallas de la corte o que celebren un aniversario. Pero a mí también me sabe mal no ir a una falla que te invite porque le hace ilusión. Hay muchos actos pero es un único año y lo dejas todo por esto. Si no nos quejamos nosotras, no debe protestar nadie más.
- Una es fallera mayor toda la vida…
Me considero como una fallera mayor de cualquier comisión de Valencia y no un escalón por encima de nadie. Por tanto, soy accesible. Eres Fallera Mayor de Valencia para toda la vida pero otra cosa es el uso que tú quieras hacer porque tu año pasa y hay que saber cuál es tu lugar.
- ¿El cargo es un pasaporte laboral?
Depende de tu formación. En Ingeniería Industrial, no lo es aunque es verdad que te aporta habilidades porque hace unos años, por ejemplo, era incapaz de hablar en público. Pero ser Fallera Mayor de Valencia no te garantiza ni que te contraten ni que te asciendan.
- ¿Cómo es la vuelta a tu falla, Fernando el Católico-Ángel Guimerá?
Todo como siempre. Noto que he aprendido mucho durante todo el año y puedo trasladarlo a mi falla.
- ¿Presentarías a tu hija a un proceso de preselección para Fallera Mayor Infantil de Valencia?
La entrega es muy exhaustiva. Es verdad que es una experiencia única pero si yo soy madre, no la presentaría a la fuerza. Es muy importante que lo pida la propia niña. Hay niñas que son las que a veces les dicen al jurado que no quieren estar allí. Los padres han de ser consecuentes y no poner su ilusión en ellas. Hay que ser conscientes de que cuando se les presenta, pueden llegar a ser Fallera Mayor Infantil de Valencia.
- ¿Una niña referente?
Me marcó mucho Ariadna Galán por lo pequeñita que era y lo bien que lo hizo y Laura Ortega Cano, casi de mi misma edad, porque me impactaba su madurez cuando la veía por la tele.
- ¿Y Clara Parejo?
Es un terremoto. Los primeros días parecía tranquila pero yo con su edad, no era ni la mitad de madura ni espabilada. Es muy espontánea.
- ¿Cuál fue tu acto más emotivo como fallera mayor de Fernando El Católico-Ángel Guimerá?
La presentación. Todo el mundo está muy volcado en prepararte sorpresas. De normal es un acto en el que te vuelcas tú pero en tu año, todo el mundo se ocupa de ti. Y también la ofrenda. Mira que la he vivido veces pero cuando llegué a la plaza de la Virgen, era un mar de lágrimas porque estaba casi al final de mi reinado y se acumulaban las emociones.
- ¿Y como Fallera Mayor de Valencia?
El día de la Fonteta es el más especial porque ahí empieza todo. El mío fue el último nombre y ya lo daba por perdido. La proclamación en el Ayuntamiento de Valencia, también porque de nada, al día siguiente, tu foto aparece en todos los medios de comunicación. La presentación también es preciosa y me gustó mucho la procesión de la Virgen ya que es de los últimos acontecimientos que vives rodeada del mundo fallero. No esperaba recibir tantísimo cariño y casi acabé llorando.
- ¿Un personaje que hayas conocido y te haya impactado?
Vicente Enguídanos, el último velluter. Soy tan friki de los tejidos, que me hizo muchísima ilusión ver el cariño con el que trabaja.
- Eres la segunda Fallera Mayor de Valencia post Rita Barberá.
Es muy diferente a Ribó. No la conocí pero las que fueron con ella le tienen mucho cariño y por algo será. Con Ribó he tenido menos trato pero siempre afable.
- ¿Te gustó tu falla, con el polémico pirulí?
¡¡A mí me gusta!! No sé si es lo que envolvió la falla. Los 40 metros ya me impactaban. Hay que innovar. Tuvo una cremà muy bonita y la plantà al tombe me impactó.