Disculpen las molestias, pero nos están asesinando

María Soledad, apuñalada por su marido en La Matula (Las Palmas de Gran Canaria), Josefa Caballero, asesinada a tiros por su marido en Guadahortuna (Granada), Francisca de Jesús, estrangulada por su pareja en Badalona (Barcelona); María Magdalena, asesinada por su marido con una escopeta en Porriño (Pontevedra) y en trámites de separación: son víctimas del patriarcado, de sus parejas o exparejas sentimentales, de sus presuntos verdugos, en este negro mes de junio.

¿Por qué no hablan de esta crónica negra continuamente en los medios de comunicación, ni son portada en los periódicos? Ahhh se me olvidaba que, ¡Son los mundiales de futbol!… ¿Dónde están los análisis de los criminólogos en este país y sus estudios empíricos para abrirnos y descubrir de una vez por todas las formas de violencia contra la mujer?

¿Qué motivaciones tienen estos tipejos para destrozar las vidas de esta forma?... y, sobre todo… ¿qué podemos cambiar para pararlo?... ¿Qué podemos hacer con los poderes públicos de nuestra parte?... ¡No podemos seguir así!...

Estos asesinatos machistas me producen rabia, coraje, cólera, enojo, ira, furia, irritación, exasperación, impotencia, dolor, pesar, tortura, tormento, aflicción, suplicio, incapacidad, agotamiento físico y psíquico, y sobre todo incontinencia verbal.

No sabes si ponerte a gritar como una loca, o zarandear a todos aquellos que pueden hacer algo y que no sé qué es lo que están esperando. El no movimiento provoca una evolución del mal que todos estamos notando. La venganza, los estados del poder y la provocación del caos parece hasta justificable… ¿Y las medidas?... ¿A que esperamos para evolucionar en la justicia?... Todo esto parece un thriller del cine, pero es la cruda y absoluta realidad.

Tengo la esperanza que este nuevo gobierno ponga en marcha el Pacto de Estado contra la Violencia de Género que en este momento se encuentra en el limbo, y que ponga en funcionamiento las medidas porque todas y todos, las queremos vivas, libres y sin miedo.

Tengo fe en la nueva ministro, y no es porque sea una persona boba, ni crédula, ni es que lea la prensa por diversión, es que necesitamos una ayuda especial y profesional, determinante, acciones encaminadas a producir resultados de protección y mejorar la seguridad de las personas, porque no son animales, son personas. Tenemos que pensar que es muy urgente.

Acabar con la violencia patriarcal requiere políticas públicas de igualdad en todos los ámbitos. Es una lucha que hay que ejercer sin utilizar la demagogia, sino la realidad. Pero es un cometido de todos, de cada uno de los ciudadanos que ocupamos el planeta tierra, y no son los simios los que nos invaden, ni los extraterrestres, somos nosotros mismos los que no sabemos qué hacer, si ser garantistas y sutiles con los asesinos, o por el contrario, legislar para que aumente la seguridad de las mujeres, obviamente siendo contundentes en las condenas…

Me hacen mucha gracia aquellos que defienden a estos salvajes, a estos seres que no tienen derecho a nada, porque su cometido fue pensar en exterminar a una mujer por el mero hecho de creer que es solo una pertenencia, una posesión y que además, es tan vulnerable que puede hacerlo cuando él quiera. Puede decidir matarte cuando quiera.

Me gustaría enfatizar el hecho que existe un riesgo extremo de peligrosidad en una mujer maltratada cuando existe una situación de separación, divorcio o anuncio de ello, sobre todo si la ruptura es propiciada por ella. Los maltratadores son incapaces de asimilar la pérdida de su propiedad, de su pareja, que vayan a tener una vida propia, que sean LIBRES alejadas de ellos, y que éstos vayan a perder el control, el dominio, el poder, su psique en ese momento es una bomba a punto de explotar…

En España, en muchos casos de violencia de género, asesinan a su pareja y luego se suicidan. A veces acaban con la vida de sus propios hijos… ¿Cómo podemos parar esto?... Hay que hacer estudios serios del comportamiento humano para preservar la vida. Tenemos que trabajar duramente y avanzar de alguna manera. Pero todo sigue en “pausa”.

Tenemos que estar todas las personas unidas para acabar con esta terrible lacra y tomar las calles.

Hay luchar y demostrar que la defensa es real, vencer a los miedos y al terror.

Necesito un spa mental, un lavado de cerebro, o viajar a otra dimensión, tal vez un anestésico seguido de una infusión de tila, porque estoy CANSADA, MUY CANSADA, pero no voy a desfallecer ni a rendirme…

¡Somos guerreras!...

*Grupo EmeDDona