Interrogantes sobre la desinfección de la ropa de los refugiados del Aquarius
Una imagen de Twitter en la que aparecen, hacinadas en contenedores, las prendas de ropa que Cruz Roja dio a los pasajeros del 'Aquarius' levanta dudas sobre los protocolos de salud pública.
Desde el pasado fin de semana ha circulado por las redes sociales una imagen en la que aparecen, hacinadas en contenedores, las prendas de ropa que la Cruz Roja facilitó a los pasajeros del 'Aquarius’. La versión, muy extendida en la red social Twitter por un tuit de la ex dirigente de Vox Cristina Seguí , es que fueron los inmigrantes quienes, reacios a quedarse con ropa ofrecida por una institución cuyo símbolo es una cruz, la arrojaron a unos contenedores ubicados en plena calle.
En cualquier caso, la versión ofrecida por el Cruz Roja es bien distinta a la difundida en redes sociales. Según la institución, la fotografía, que habría sido tomada con aviesas intenciones, está ‘sacada de contexto’: así, los contenedores no se hallarían en plena calle, como da a entender la imagen, sino en un punto del Complejo Educativo de Cheste, justo enfrente del lugar en el que se estaban aseando los inmigrantes. Sin embargo, la ropa, según aseguran fuentes del Complejo de Cheste a este diario, estuvo de esa manera desordenada en los contenedores "unas horas", además de estar "controlada en todo momento dentro de un recinto vigilado".
Esto ha provocado una preocupación, ya que la ropa, con riesgo de estar infestada de chinches y enfermedades como sarna, y que debe seguir un protocolo de tratamiento preventivo, fue tirada a contenedores corrientes, al alcance de cualquier persona que accediera al Complejo de Cheste, cuando claramente el protocolo sanitario vigente establece que toda ropa contaminada debe ser tratada con desinfectantes especiales, introducida en bolsas de aislamiento, almacenada en lugares especiales para tal fin e, incluso, incinerada.
Cruz Roja dice que se aplicó el protocolo
De acuerdo con las declaraciones que Cruz Roja ha hecho públicas, los hechos habrían discurrido conforme al protocolo preestablecido. Nada más llegar a puerto de Valencia, se entregó a los inmigrantes ropa limpia y seca; ropa que habrían llevado puesta hasta su llegada al lugar en el que debían asearse (el Complejo Educativo de Cheste).
Cuando llegaron al punto de aseo, los pasajeros del Aquarius se despojaron de las prendas, que fueron depositadas en bolsas herméticas para prevenir el posible – “pero poco probable” – contagio de patologías leves como la sarna. A continuación, fueron recogidas (eso señalan las fuentes de Cruz Roja) por una empresa especializada que se ha encargado, en días posteriores, de su destrucción. Preguntada sobre el estado en que se hallan las prendas en el contenedor – esparcidas, sin esas bolsas herméticas de las que habla Cruz Roja- desde la institución se limitan a señalar que “la imagen está tomada con mala intención”.
Cruz Roja ha aprovechado el comunicado para manifestar su compromiso con la salud pública y con el servicio a todos los ciudadanos; pero nada dice sobre por qué aparece en las fotos la ropa fuera de las bolsas. "No tenemos respuesta a esta pregunta", indica Cruz Roja. E indica "quizá alguien pudo abrir esas bolsas para mostrar su contenido en las fotografías que se han difundido".
La versión ofrecida por Cruz Roja es corroborada por Vost España, un equipo de voluntarios digitales en emergencias cuyo propósito aparente es desmentir bulos referidos a sucesos trágicos tales como atentados terroristas y catástrofes naturales.
A pesar de esto, algunos interrogantes siguen abiertos: ¿por qué la ropa estaba hacinada alrededor de los contenedores sin orden alguno, si todo respondía a un procedimiento exhaustivamente preparado? ¿Quién tomó la fotografía, si el acceso al complejo educativo estaba restringido? Y, sobre todo, si la retirada de esas prendas responde a un protocolo sanitario, ¿por qué no estaban aisladas y en contenedores cerrados?
Lo cierto es que fuentes médicas han asegurado a ESdiarioCV que el pasado fin de semana los hospitales de Manises, Arnau de Vilanova y el Hospital General de Valencia, siguiendo el protocolo establecido por la Conselleria de Sanidad, atendieron a varios inmigrantes del Aquarius con patologías diversas, entre las que podría haber casos de sarna. Una infección parasitaria que no requiere de ingreso, pero que es muy contagiosa si no se aplica un tratamiento a la persona enferma para eliminarle la infección. En ningún caso, se han producido hospitalizaciones de refugiados contagiados por tubercolosis en el Hospital General de Valencia, tal como se ha llegado a decir. Este hospital ha desmentido ese hecho a este diario.