Cerrar

Pepa Cabañés: “Nuestra forma de vestir siempre va degenerando de norte a sur"

Profesora de la Escuela de Arte Superior y Diseño de Alcoy y diseñadora. El archiconocido, aunque a veces poco practicado, menos es más es su lema y Chanel y Balenciaga son sus referentes.

En la imagen, la diseñadora Pepa Cabañés. FOTO: Vicente Rupérez

Publicado por
Pilar Tamayo

Creado:

Actualizado:

Profesora de la Escuela de Arte Superior y Diseño de Alcoy y diseñadora. El archiconocido, aunque a veces poco practicado, menos es más es su lema. Chanel y Balenciaga, sus referentes. En las calles de Roma, Milán y París da gusto sentarse a ver a la gente vestida. Y en España, lo tiene claro: “El clima influye muchísimo y desde el norte hasta el sur, siempre se va degenerando”. En Valencia, vamos mejorando con un cliente cada vez más austero y elegante. No basta con diseñar; hay que saber patronar y coser.

Para las proclamaciones de las falleras mayores de 2019, aconseja un vestido de cóctel, por ejemplo de tafetán pero sin lentejuelas ni bordados. En las comuniones, se abren paso las mantillas y las capotas. Los calcetines largos, para las niñas y para las novias, siempre mejor un vestido con manga y volúmenes y colas medias. Si se quiere ser la invitada perfecta, se ha de dejar el blanco y el negro colgados en el armario y optar por pamela de día, guantes de noche y zapatos que rompan con el tono del vestido.

Enemiga de las tendencias, sí que advierte la influencia de los oversize y la incorporación de un esmoquin femenino reinventado.

- ¿Una diseñadora tiene que ser modista?

Sin duda, sí. Es preciso. En mi época, yo estudié Figurines y Diseño, he trabajado durante 30 años en la empresa privada y te das cuenta que tienes que saber patronar y coser. No puedes diseñar prendas que sean irrealizables. Yo hoy por hoy no tengo tiempo de coser ni de patronar porque hago las pruebas con el cliente pero hay veces que las costureras me dicen que una prenda no se puede coser y yo tengo que defender que sí es posible.

- ¿Qué nivel tenemos en Valencia?

Ahora parece que está subiendo. En la forma de vestir influye muchísimo el clima y desde el norte hasta el sur, siempre se va degenerando. No quiero decir que los sevillanos sean un desastre pero el norte es la elegancia y la sobriedad. Hasta ahora, en Valencia siempre hemos sido más sureños pero de unos años a esta parte, veo a un cliente más austero pero de calidad. ¿Y en qué se nota? Por ejemplo, nunca meto una organza de cristal que brilla, aunque sea un sistema para abaratar la prenda.

- ¿Una ciudad donde dé gusto ver a la gente vestida por la calle?

Roma y Milán me encantan. París, por supuesto, pero todo depende en la zona donde te muevas. El año pasado nos fuimos con los alumnos a París a ver tejidos y dependiendo de dónde cogíamos el metro, la gente vestía de una forma o de otra. De todas formas, es una elegancia moderna.

Y Roma y Milán son latinas y frescas. Allí, los hombres llaman más la atención que las mujeres. Ellos suelen ser más elegantes y saben combinar perfectamente colores, tejidos, calzado…

- Es profesora de Diseño de Moda. ¿Gonzan de buena salud las generaciones futuras?

Hay de todo. En el ciclo formativo, que son dos años, les damos clases más prácticas pero siempre les enseñamos el proceso desde el diseño hasta que la persona se lo lleva puesto. Aprenden más a trabajar a medida pero también con el patronaje industrial, que tienen medidas distintas. La mayoría quiere montar su propia empresa y deben saber tomar medidas y elegir el tejido adecuado pero también han de ser capaces de trabajar para una empresa industrial.

El grado son cuatro años y, por tanto, es más extenso. El alumnado cree que va a diseñar enseguida pero cuando les empiezas a hablar de la teoría, con el Márketing o la Contabilidad, de dónde venimos en el Diseño… les cae como una bomba, cosa que no acabo de entender, la verdad. Luego van centrándose porque les hacemos ver que la vida es dura y han de saber de todo, aunque sea un poco. Es verdad que el oficio se va a emprender en la calle a base de tortas.

Pepa Cabañés es profesora de la Escuela de Arte Superior y Diseño de Alcoy. FOTO: Vicente Rupérez

-¿Qué te enseña la calle?

Les enseño también normas de conducta y, de hecho, les prohíbo decir tacos porque hay que ejercitar estar delante de mí como si fuera un cliente o un representante. Debes saber controlarte. Es un plus que me gusta aportar porque en un negocio, el trato con la gente es elemental. Nunca se debe tratar con prepotencia. Hay niñas que hasta lloran cuando se van de mi taller porque me las comería con patatas a todas. Tampoco soy hipócrita. Si te sienta mal, te lo diré suavemente pero te lo diré. Siempre aconsejo que primero se den una vuelta, vean y cotejen.

Huyo de la obsesión por el cómprame. Al que le guste, volverá.

- ¿Qué prenda está abriéndose paso?

El esmoquin para señora, sin tener nada que ver con el conocido. A lo mejor con botones joya, con colores rojos o verdes agua. Chaquetas largas, sin nada debajo, y con pitillos. De todas formas, las tendencias se van perdiendo porque tenemos grandes empresas como Inditex que incorporan prendas cada 15 días. La globalización nos está llevando a prendas atemporales. Este año hemos estado haciendo una colección para la Fundación Vicente Ferrer y empezamos viendo cómo está el mundo, hasta centralizarlo en una prenda europeizada que se pueda vender y que no sea un disfraz, siempre con reminiscencias de la India. Son prendas naturales y muy frescas.

Las prendas ahora son asexuales, que no definen y, ¡cómo no!, el oversize y mucho tejido inteligente. Estamos avanzando mucho con las microfibras y los plásticos, a través del reciclaje.

- ¿Quién ha marcado la historia de la Moda?

Chanel fue una mujer transgresora, como diseñadora y como feminista. Introdujo los pantalones, el punto, el negro, el blanco…

Acercándonos más, el gran maestro español es Balenciaga con su menos es más. Era un arquitecto más que un diseñador. Las cosas que él hacía y cómo las hacía… aparte que la década de los 50 es lo más, con diseños que no recargan pero que estilizan, con patronajes complicadísimos.

Caprile hoy en día trabaja muy bien. La alta costura no la nombro porque es una palabra muy manida pero sólo está en París, con únicamente 60 personas que pertenecen a ese club. La diferencia es total, con telas que te las hacen adrede... Todo está construido específicamente para ti. Yo aquí compro tejido hecho. Es otro mundo.

“Para las proclamaciones falleras, un vestido de cóctel sin bordados ni brillos”

- A la vuelta del verano, arrancan las proclamaciones de las falleras mayores de 2019. ¿Qué consejos da?

Sigo recomendando un vestido de cóctel y no largo. Podemos optar por tejidos nobles como tafetanes. Menos es más siempre, con algún toque de un broche o un cinturón con una pedrería delante. Tampoco meter lentejuelas o bordados.

Y para las niñas, que suelen ser meriendas, nos podemos permitir la manga corta o el tirante ancho. Los piqués y los linos son muy adecuados con faldas por la rodilla. Si la queremos tipo muñeca, subírsela más con el talle alto y lazadas. Pero siempre sencillas y que sea el tejido el que hable. No me gusta que brillen.

- En otoño vuelven las comuniones, en este caso en los colegios. ¿Con qué tendencias?

No me gusta hablar de tendencias porque hoy en día no están fijadas claramente. Hago las prendas que le pondría a mi hija y dejo en ellas mi personalidad. Pero en general, vienen mucho los volúmenes con el tul que coge fuerza, tonos pasteles y talles altos que hacen más infantil a la niña. Los vuelos me gustan medios, frente al estilo recto o al excesivo, que parece una valenciana. Lo bueno es que muchas empresas nos dedicamos a lo mismo con distintos matices y cada uno tiene su nicho de mercado.

- ¿Y los vestidos cortos para comulgar?

Suele haber tendencia al exceso. Donde haya un traje largo, que se quite el corto. De todas formas, siempre me gusta recordar que la ceremonia no es sólo el traje porque lo importante es la comunión, un día tan especial en el que les apetece ponerse de largo. En el norte de España se está retomando la moda del corto. Si aquí lo exige el colegio, se le hace pero siempre que vaya muy niña y no disfrazada de novia.

- ¿Qué llevar en la cabeza?

Depende mucho del físico de la niña. Estoy intentando retomar las mantillas en sustitución del velo. Están las diademas o coronas, o bien de flores o bien con el tejido del traje, medias coronas que son muy cómodas… También vienen mucho las capotas de rafia o de yute. Y el velo, no con el volumen de antiguamente pero sí con un toque vintage, igual que las limosneras.

- ¿Zapatos o botines?

Donde esté una manoletina, que se quite lo demás. Y siempre sencilla porque es más elegante. El botín se está retomando pero a mis trajes no le va nada. No lo veo tan tierno.

- ¿Vuelven los calcetines altos?

En comuniones, no se usan ya calcetines cortos porque se prefieren las medias marfil. Pero es cierto que para invierno vuelven ya hasta la rodilla. Está costando un poco pero es una prenda vintage que queda muy bonita. En el norte, igual que los sombreros y los abriguitos, se utilizan mucho.

“A una boda se debe llevar un largo 3 dedos por encima de la rodilla”

- ¿Qué piden las novias?

Espaldas al aire, tules transparentes con encajes, guipures… todo sujeto sobre un tul transparente que parece que lo llevas encima del cuerpo. Una persona muy delgada se puede permitir drapeados o cuellos más cerrados si es invierno.

- ¿Velo, mantilla o nada?

Dependiendo del lugar y del traje. En una ceremonia religiosa, puedes llevar una mantilla o el típico tul tapándote la cara. Si se hace en la naturaleza, no pondría una mantilla porque te la destrozarás al andar. En ese caso, preferiría un tocado o un velo sencillo. En una iglesia cabe mucho más.

- ¿Qué volúmenes ponemos a los trajes nupciales?

Soy muy partidaria de las prendas sencillas. Siempre prefiero tejidos con cuerpo que sujeten a la novia con un semi vuelo y cola media de un metro aproximadamente. Si un diseño no me convence, no lo hago porque no quiero disfrazar a nadie. Intento ser coherente.

- ¿Con qué mangas?

Una manga francesa es mucho más elegante que un brazo descubierto pero también puede ser estiloso un escote barco con una manga caída.

-¿Meghan ha marcado estilo?

¡Por supuesto! Incluso aún recuerdo la boda de su suegra, Lady Di. Ahora vemos ese traje y nos espantamos pero marcó un antes y un después a principios de los 80. El ser humano busca la riqueza y la fama, que es de lo que yo huyo porque pienso que este tipo de diseños ya están manidos. Pero sí que es cierto que influyen muchísimo. Su traje me gustó más que el de su cuñada porque era moderno y austero. Quizás al de Catherina le sobraba encaje. Me quedo con los lisos.

Pepa Cabañés en un momento de la entrevista. FOTO: Vicente Rupérez

- ¿Cómo ser la invitada perfecta?

Lo primero es saber el mes, la hora y el lugar de la boda. Nunca debemos olvidar el físico de la persona pero siempre hay que seguir también el protocolo. Si es por la mañana, puedes elegir una pamela o un tocado y siempre con un largo 3 dedos por encima de la rodilla. Aún siendo joven, minifaldero no lo veo de buen gusto. Los colores pueden ser alegres porque es de día y evitar el blanco y el negro aunque puedes combinar por ejemplo un blanco con un verde.

Por la noche, siempre de largo salvo que los novios especifiquen que sea de corto. En este caso, el negro se permite más pero con algún toque que contraste. Los guantes son más ponibles y las pamelas quedan ridículas.

“Sólo te puedes quitar la pamela en el momento del baile”

- ¿Pamelas cuándo?

De día siempre porque su función es cubrirte del sol. Debes llevarla no sólo en la iglesia sino también en la comida. Como mucho, te la puedes quitar en el baile y siempre cuidando que el cabello esté en su sitio. De hecho, hoy en día ya hay párking para pamelas con cuerdas entre los árboles.

El tocado es más fácil de llevar y se aguanta hasta el final.

- ¿Cómo calzarse?

El calzado no tiene por qué ir al tono. Me gusta que rompa con el traje. Tampoco es preciso que vaya a juego con el bolso.

- ¿Cómo llevar un chal y no morir en el intento?

Si hablamos de verano, son de gasa u organzas y hay formas sencillas de ponerlo, por ejemplo con un broche en el hombro que te puedes quitar una vez haya terminado la ceremonia. Se pueden sustituir con una especie de chaqueta-bolera con manga corta, escote en barca y con un botón solo, tanto en tejido como en punto.