Padre coraje ilicitano rescata a su hija en una selva del Perú

Patricia Aguilar Poveda desapareció en Elche en enero de 2017. Seis meses después su pista se perdió en el país andino. Con tan sólo 18 años dejó la casa de sus padres en Elche captada por Gnosis, una secta peligrosa liderada por Félix Steven Manrique, que ha sido detenido.

A Patricia la encontró la policía peruana sin la compañía de ningún otro adulto, y con varios niños -entre ellos una bebé de un mes hija de Manrique y ella- en una cabaña aislada en la selva de San Martín de Pangoa, a 10 horas de Lima. Se trata de una zona controlada por los narcotraficantes y a la que ni el cónsul fue capaz de acceder, según ha relatado a Gestiona Radio Elche la portavoz de la familia, Noelia Bru.

Bru ha explicado que previamente, en un piso de la capital, fueron localizadas por los agentes otras dos mujeres desaparecidas vinculadas al líder de la secta. Estas mujeres mantenían a Manrique a pesar de que él las maltrataba. Una de ellas presenta signos evidentes de cojera. El líder tiene también esposa oficial embarazada de 8 meses.

Pero el principio del fin de la pesadilla para la familia de Patricia llegó cuando su propio padre, Alberto, con coraje, tenacidad, y el dinero de varias colectas, consiguió aparecer en medios de comunicación peruanos hasta crear un clima adecuado para que la Fiscalía de Trata de Personas se movilizara y las fuerzas del orden actuaran. El propio Alberto guió con un coche particular a los agentes que descubrieron a su hija.

Félix Steven Manrique es un líder de secta “de manual”, de esos que recuerdan más o menos vagamente a Charles Mason, con antecedentes de violencia familiar, y abusos sexuales, que ansiaba poder, dinero y sexo con sus “elegidas para repoblar la tierra”, a las que captaba a través de Facebook ofreciéndoles “una nueva vida”, según el relato de Bru. Recientemente estaba intentando captar a otra menor, del País Vasco.

Las liberadas no son conscientes de que lo son y defienden al líder. Pero lo importante, en palabras de Noela Bru, es que “están vivas”. En estos momentos viajan hacia Lima.