Valencia CF: ¿Por qué es tan importante soltar lastre?
Paso a paso, el Valencia va consiguiendo un objetivo tan importante - o más - que el de reforzar la plantilla. A continuación, contamos las últimas novedades enfocadas a aligerar la misma.
De todos es sabido que la pretensión de Marcelino no pasa por contar con planteles excesivamente extensos.
Los 40.4 millones de euros que la Juventus pagó hace unos días por Joao Cancelo son el paradigma de operación satisfactoria para el club che hasta el momento; aunque la inminente venta de Nemanja Maksimovic por 5.5 millones al Getafe también es considerada un éxito, a pesar del futuro que para muchos aguarda a este jugador.
Otro tipo de traspasos, éstos sí únicamente destinados a reducir la nómina de futbolistas, son el de Eugeni Valderrama al Huesca; Nacho Vidal al Osasuna; o el de Nacho Gil probablemente con acomodo en Cádiz toda vez que el Córdoba ha acabado por desestimar su contratación.
También la cesión de Fran Villalba al Numancia contribuirá a que, poco a poco, el técnico asturiano vaya encontrando un formato de plantel más acorde a sus prioridades, al ir aminorando progresivamente el número de fichas.
El siguiente, tras su infructuoso paso por el Alavés, está previsto que no sea otro que Álvaro Medrán.
Nani, evocando la etapa de los negocios ruinosos
Finalmente, el mediapunta portugués partirá con destino al que fuera su club de formación, el Sporting de Lisboa. Así pues, los 8.5 millones que, por recomendación expresa de García Pitarch, se invirtieron hace dos veranos en su fichaje - hay que recordar que venía de ser pieza clave en el título de la Eurocopa logrado por su selección - no verán ningún tipo de contraprestación económica en su retorno al club lisboeta.
No obstante, el Valencia CF todavía está sufriendo las consecuencias de operaciones, incluso, más negativas para sus arcas. Los más de 20 "kilos" invertidos tanto en Aderllan Santos como en Abdennour se podrán dar por "bien empleados" a día de hoy si es que resulta factible encontrar a alguien dispuesto a asumir la totalidad de sus respectivos salarios.
Y lo citado anteriormente, por no hablar ya de aquella época en la que, alegremente, se incorporaba a Enzo Pérez por 25 millones o a Álvaro Negredo por 30. Por desgracia, todo ello acabó por generar unas pérdidas cercanas a los 100 "kilos", a la vez que ponía a la entidad en jaque frente al Fair Play Financiero.
Pero la gestión ya no es, afortunadamente, la misma; por lo que este aspecto da la sensación de ser algo con visos de corregirse a corto-medio plazo. Si alguna conclusión se ha podido sacar de la nueva dirección es que Mateu Alemany no es, precisamente, Rufete.