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Alicia Moreno: Una fallera mayor es igual de buena con un solo traje o con cinco

“Le ves un conjunto, un halo y dices: aquí está la Fallera Mayor de Valencia” defiende Alicia Moreno a la vez que aconseja ser sencilla, con don de palabra y apoyarse en sus compañeras.

Alicia Moreno

Alicia Moreno

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Pilar Tamayo/ Fotos: Vicente Rupérez (Tamayo Fotografía)

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La Fallera Mayor de Valencia de 2016 ha hecho historia doblemente: por ser la más mayor de edad y la primera de su sector, Malvarrosa-Cabanyal-Beteró. Ni la edad ni estar casada deben ser inconvenientes para salir elegida. Sí que lo es la maternidad por la dificultad de compaginarla con un cargo que requiere una dedicación de 24 horas durante 7 días a la semana.

“Le ves un conjunto, un halo y dices: aquí está la Fallera Mayor de Valencia” defiende Alicia Moreno a la vez que aconseja ser sencilla, con don de palabra y apoyarse en sus compañeras. En los procesos de preselección, mejor dejar la competitividad en casa y vestirse con el traje que más cómodo le resulte a una, igual que en la Fonteta. Para la Batalla de Flores, uno que sea ligero y con una raqueta que se puede hacer una misma.

Le cuesta destacar una Fallera Mayor de Valencia porque le gustan todas aunque se decanta por la pareja formada por Sandra Muñoz y Rocío Pascual.

Desmonta mitos para recibir la llamada del alcalde: ni se necesita un padrino, ni ser millonaria ni tener un espolín: “Una fallera mayor es igual de buena con un solo traje o con cinco” .

Reconoce que ser Fallera Mayor de Valencia puede ser un pasaporte laboral.

Se apasiona hablando de su ocupación como directora de márketing de la cadena de supermercados Vidal y Kuups y se le iluminan los ojos contándonos su sueño: regentar una tienda de indumentaria con su hermana.

La Fallera Mayor de Valencia más mayor de la historia. ¿Qué aporta una treinteañera respecto a una veinteañera?

-¡Las dos aportan! Al ser más mayor, puede incorporar su experiencia y bagaje en el mundo laboral. En mi trabajo, yo trataba con mucha gente y puede que te dé más soltura.

Mis padres nos hicieron a mi hermana y a mí falleras mayores infantiles y obviamente corrieron con todos los gastos. Desde entonces, tenía la ilusión de ser fallera mayor y concluí que quería costeármelo yo misma.

¿La edad es un inconveniente?

-Una mujer casada puede ser tanto corte de honor como Fallera Mayor de Valencia si se compromete a tener dedicación absoluta, prácticamente 24 horas por 7 días. Quizás la maternidad sea más compleja porque un hijo requiere unas atenciones que pueden ser incompatibles con las obligaciones de las Fallas.

Si las Fallas te dicen ven, ¿se ha de dejar todo?

-Yo estaba trabajando en Adidas en Madrid. Hice todas las pruebas hasta la Fonteta y posteriormente las de Fallera Mayor trabajando, excepto la última semana en que ya estaba agotadísima y pedí una licencia sin sueldo. En el momento en que el alcalde hizo la llamada, solicité una excedencia que se me dio sin problemas.

¿Cómo es el momento en que el alcalde llama por teléfono?

-Es difícil de describir lo que sientes. Recuerdo los instantes previos con mis amigas y mi familia, que estaban más nerviosos que yo. Incluso les pedí que se relajaran y que miráramos la lista con las direcciones de mis otras compañeras para coger un taxi que nos llevara a casa de la Fallera Mayor.

Teníamos la tele puesta, con el portátil conectado con mi padre que entonces trabajaba fuera de España y el móvil delante. Quieras que no, siempre piensas: y si fuera yo… pero estaba feliz por llegar donde había llegado. Recuerdo que el teléfono empezó a vibrar, mi hermana lo señaló, me eché las manos a la cabeza, empecé a temblar hasta el punto que no pude ni descolgar el teléfono y por tanto, me tuvieron que llamar una segunda vez porque saltó el buzón de voz. A partir de ahí sólo recuerdo el sofá saltar por los aires y una pared humana de cabezas, flashes, cámaras… muchísima emoción al recibir al alcalde, a Pere Fuset, a mi corte de honor… y cuando salí al balcón de mi casa, me emocioné muchísimo porque estaba todo el barrio allí.

“Una candidata ha de ser sencilla, con don de palabra y apoyarse en sus compañeras”

¿Se puede recibir la llamada sin tener padrino?

-¡Claro que sí! Yo no conocía a nadie y tiene que ser así. Lo que importa es la persona. Sigo manteniéndome en que debes ser tú misma porque si haces un papel, al final el jurado lo notará.

Alicia Moreno figuraba en las quinielas desde el principio…

-En las preselecciones llevaba el número 30, que era la edad que iba a cumplir antes de la Fonteta… fue curioso. Tampoco presté mucha atención a las quinielas, porque al final hay un jurado y no quería hacerme muchas ilusiones. Yo misma tenía varias favoritas entre mi corte.

En mi caso, que he sido fiel seguidora de todas las falleras mayores y sus cortes, siempre pensaba que ya era un honor haber llegado a ser corte y pensaba que podía estar a mi lado la nueva Fallera Mayor. Cualquiera de mis compañeras lo habría hecho fenomenal.

Su año fue el último con doble jurado, de cortes de honor y Fallera Mayor. ¿Qué fórmula le gusta más?

-Estoy a favor del único jurado porque cuando llega a conocerte, se despide y entra el nuevo. Ya habíamos cogido una confianza con ellos y nos despedíamos y es una pena porque podían haber seguido perfilando más. 15 días parecen muchos pero no son tantos para conocer a las 72 candidatos.

¿La convivencia con la corte de honor durante todo el año es muy difícil?

-Hay momentos complicados generados por el cansancio, sobre todo la semana fallera pero ahí está el buen hacer de todo el grupo para superarlos.

¿Una Fallera Mayor?

-Todas a lo largo de la historia han sido extraordinarias. Es verdad que a mí la pareja de Sandra Muñoz y Rocío Pascual me encantó porque me transmitían ternura y complicidad pero todas tienen algo. El jurado siempre elige a una mujer porque lo vale.

¿Cuáles son sus puntos fuertes?

-Soy bastante humilde y no soy muy de echarme flores.

¿Y de Sofía Soler, su Fallera Mayor Infantil?

-Es súper dulce, muy inteligente, encantadora, todo amor… En mis momentos de bajón, sus abrazos me abrían los cielos. Tiene un gran desparpajo y transmite mucha cercanía.

En las preselecciones por sectores que ahora se están produciendo, ¿mejor jurado compuesto por presidentes o por Junta Central Fallera (JCF)?

-Ambos pueden tener pros y contras. El jurado de JCF no las conoce y una entrevista de 10 minutos en el río puede ser insuficiente. Los presidentes las han tratado durante todo el año y puede valorar otros aspectos.

Yo tuve jurado de JCF pero en mi año, los delegados y presidentes del sector decidieron que la entrevista no era bastante y la noche anterior cenamos en un casal para una primera toma de contacto. A mí me pareció muy adecuado porque no es el momento de la propia preselección en que estás nerviosa, hace mucho calor, vas vestida de valenciana… Hay sectores como Benicalap Campanar que también hacen pruebas previas.

“Para las preselecciones, mejor vestirte con el traje que te sea más cómodo; en la Batalla de Flores, escoge el traje más ligero”

¿Se identifica claramente a una favorita?

-Es un conjunto. En mi caso, me pasa cuando veo a alguna candidata a la que puedo ver corte de honor. Ves como un halo en esa persona y dices: sí, es ella.

¿Cómo vestirse para las preselecciones por sectores?

-Mejor con el traje más cómodo y da igual que sea el mejor que tienes o no porque ese sentimiento que te transmite la indumentaria lo vas a reflejar hacia fuera en naturalidad, en relajación, en ser tú misma… Y maquillarte y peinarte, como lo has hecho todo el año. Te van a valorar a ti misma y no a quien aparentes ser.

¿Y para la Batalla de Flores?

-Fui con tres moños con mi traje de valenciana que es super ligero. Aconsejo que vayan muy cómodas porque se pasa mucho calor, con las flores, la tierra… En mi caso, no me manché pero puede pasar.

La raqueta me la hizo mi hermana, con cinta del mismo fondo que mi traje, la adornó con flores y pasamanería, el aeronfix de forrar los libros, protegido para no despegarse y todo con la pistola de silicona.


¿Para la Fonteta?

-Hay que llevar el traje con que más cómoda vayas y con el que más favorida te veas. Debe darte confianza.

¿Uno o tres moños?

-Yo soy más de tres moños. Y de un moño pero como toca con jubón, camisa y pañuelo suelto.

¿Cómo eligió su traje de fallera mayor de su comisión, Doctor Álvaro López-Sant Joan de Déu?

-Estaba incluso ya hecho. Vi la tela en una fotografía y entendí que era ése. Una fallera mayor es igual de buena con un traje o con 5 y esto lo extrapolo a una Fallera Mayor de Valencia.

A mí me vestía Roser, que es mi modista de toda la vida y me peinaba Isma pero él mismo me dijo que si me elegían, tendría que buscarme otro peluquero y así lo hice con mucha pena pero me dio la oportunidad de conocer a Carles Ruiz que ha estado ahí en todo momento, a cualquier hora con una profesionalidad y rapidez extraordinarias.

¿No es necesario tener un espolín?

-Una fallera mayor no desmerece sin un espolín. Es una joya y, lógicamente, a todo el mundo le encantaría tenerlo pero requiere un esfuerzo enorme que no todo el mundo se puede permitir. Yo tuve únicamente el de Fallera Mayor de Valencia, que es azul. Lo tenía claro aunque mi color favorito es el verde. Dudé entre el azul marino y el azul imperio que finalmente elegí.

En total, tuve 14 trajes que ¡cabían en mi casa!

¿Sus indumentaristas de cabecera?

-He tenido la suerte de trabajar con muchos de ellos y me cuesta señalar a alguien fetiche. Roser, mi modista de toda la vida; José Polit con el traje de la crida; Flor de Cotó; Camilo Miralles; Carmen Asins, mi indumentarista oficial…

¿Y los colores?

-El azul me encanta. En general, me gustan los colores potentes. De hecho, creo que pastel tuve sólo el de la gala de la cultura, el de la crida que es un rosa antiguo y poco más.

Sueña con abrir su propia tienda de indumentaria…

-Mi hermana y yo la hemos visualizado muchas veces y estamos ahorrando como plan de futuro porque somos fanáticas de la indumentaria.

¿Qué prueba le resultó más difícil hasta la Fonteta?

-Todo el proceso fue muy sencillo y llevadero gracias al jurado. Hubo pruebas muy divertidas, por ejemplo las visitas a los museos y otras más tristes como la despedida en el casal Peu de la Creu, donde acabamos todos llorando. La más difícil fue el supuesto. A mí me tocó explicarle a alguien de fuera por qué quemábamos las fallas: por la renovación y empezar un ejercicio con positividad.

¿Y para la elección de Fallera Mayor?

-La más formal es la entrevista personal. Recuerdo que yo estaba muy relajada al haber llegado donde había llegado… La ilusión siempre hay que tenerla pero de forma sana y no obsesiva. Es un sueño representar a la ciudad y la fiesta a la que amas. Lo importante es disfrutar del proceso. El resto es un extra.

¿Le parece bien que una misma candidata se presente varios años, incluso por sectores distintos?

-Me parece totalmente lícito presentarse varias veces porque si esa ilusión sigue viva, ¿por qué no intentarlo? Y también es lícito que te presentes sin haber sido fallera mayor de una comisión. Respecto a los sectores, se eligen falleras y da igual de qué zona sean.

Hay familias reincidentes en las cortes de honor… ¿salen con ventaja?

-Son casualidades. Es verdad que si alguien de la familia ha estado previamente, quizás puede estar más preparada pero no es una garantía de que te elija

¿Hace falta ser rica?

-No hace falta tanto. Se necesita un respaldo pero no millones.

¿Su acto más especial como fallera mayor de su comisión?

-¡Muchos! Tuve mucha suerte con mis 17 compañeras de sector con las que mantengo la relación. La exaltación de las falleras mayores del Marítimo, que tenemos la suerte de que sea también en el Palau de la Música y te hace soñar por ser el mismo pasillo por donde desfila la Fallera Mayor de Valencia.

Tuve mala pata porque el 15 de marzo me hice un esguince pero hice mi ofrenda de pie y sin muletas.

En la noche de la cremà, nuestra falla vecina no podía quemar por el viento. Nos enteramos cuando estábamos quemando el monumento infantil y lo que hicimos fue proponerles que desmontaran todo lo que pudieran de su falla para quemarla junto con la nuestra. Encendimos la traca juntas las dos falleras mayores, les hicimos un pasillo… porque no poder hacer la cremà es muy triste. Fue un momento super emotivo.

Me han impactado Albert Rivera, Alex de la Iglesia, Blanca Suárez, Carmen Machi y mucha gente del mundo de la fiesta, sobre todo las falleras mayores de los pueblos vecinos.

¿Y como Fallera Mayor de Valencia?

-¡Me lo pones muy difícil! La crida fue espectacular, las visitas a las fiestas hermanas de Castellón, Alicante, Burgos… Fue un año intenso y espectacular.

¿Un personaje que le haya impactado?

-Albert Rivera, Alex de la Iglesia, Blanca Suárez, Carmen Machi y mucha gente del mundo de la fiesta, sobre todo las falleras mayores de los pueblos vecinos.

De hecho, acaba de ser jurado de la Fallera Mayor de Torrent. ¿Qué buscaban?

-Una experiencia para repetir en la que hemos disfrutado mucho. Buscábamos una persona que fuera sencilla, con don de palabra y apoyase a sus compañeras. Que no estuviera luchando sino que fuera un apoyo fundamental para el resto. El exceso de competitividad puede penalizar porque ya tienes suerte de haber llegado.

¿Redes sociales, sí o no?

-Durante mi año de Fallera Mayor no publiqué nada pero es más una protección porque las redes sociales son un ámbito muy descontrolado de libertad de expresión y pueden llegar a perjudicarte.

“Es necesario saber hablar Valenciano”

¿Y Valenciano?

-No es obligatorio pero sí necesario porque debes responder en valenciano si alguien te habla en valenciano y es la lengua que empleas tanto en la crida como en la despedida de la Fonteta.

¿Ser Fallera Mayor es un pasaporte laboral?

-Te brinda la oportunidad de conocer a mucha gente que puede cambiar tu vida laboral. En mi caso, volví a Adidas y posteriormente, me incoporé a la empresa donde estoy ahora mismo. Trabajo como directora de Márketing tanto de Vidal y Kuups como de Nudisco, que es la rama de distribución nacional e internacional de conservas.

Tenemos 39 tiendas en Comunidad Valenciana, Murcia y Amposta.

¿Por qué los valencianos dominamos la distribución?

-Valencia ha sido históricamente cuna de materias primas con los productores de naranjas y arroz.

¿Cómo compramos?

-La tendencia de consumo está en permanente cambio por la vida saludable, con la alimentación biológica y el veganismo. Se mira el precio pero también la calidad del alimento. Nuestra estrella es la carne, de producción propia en Ontinyent, y los elaborados.

Invito a todo el mundo a probar mi plato favorito que es la hamburguesa de pollo que ¡está exquisita! En la parte de congelados, filetes de lenguado con gambitas y una salsa suave… lo pones en el horno con unas setas que le den un toque y está buenísimo.

¿Ofertas sí o no?

-Cuando entré en los supermercados, se funcionaba con folleto sobre todo en la parte de Vidal pero ahora los hemos suprimido y apostamos por los productos planos. Nuestros productos fuertes son la panadería recién hecha, la carne, el pescado y la fruta. Las ofertas marean mucho.

Trabaja en una comarca, la Vall d’Albaida, muy golpeada por la crisis.

-Así es. Cuando entras en Ontinyent, ves muchas fábricas textiles cerradas y da muchísima lástima que se haya sustituido por productos de China o India. Es verdad que son los únicos países que tienen capacidad de grandes producciones pero, claro, ¿a qué precio?






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