El debate territorial centra la presentación del programa de Gobierno de Sánchez

Pedro Sánchez llegó al Gobierno mediante una moción de censura, sin presentar un programa para lo que resta de legislatura y sin que nadie se lo exigiera porque lo fundamental para todos los demás grupos era echar a Mariano Rajoy de La Moncloa.

Ahora, 45 días después, el presidente del Gobierno ha acudido al Congreso para exponer las líneas maestras de su acción al frente del Ejecutivo, y, como cabía esperar, el debate territorial ha protagonizado buena parte de los discursos.

Ya de entrada Sánchez ha hablado de Cataluña para recalcar que se va a mantener el “marco estatutario” y el diálogo sin cortapisas (cuyo mérito ha atribuido a la Constitución), en una carrera de fondo a recorrer con generosidad. Los grupos catalanes han insistido en la celebración de un nuevo referéndum sin más concesión por el momento que la de no establecer ultimatums.

Sánchez ha anunciado entrevistas antes de que acabe este mes -como la ya celebrada con el catalán Quim Torra- con los presidentes de comunidades históricas como País Vasco y Galicia, y con los de Andalucía, Asturias y Cantabria. Las citas con el valenciano Ximo Puig y los demás iban a quedar para el último trimestre de este año porque sus estatutos son más recientes, aunque a última hora, y por presiones de Compromís, Sánchez ha decidido verse con Puig en Castellón este mismo viernes. Será por tanto el cuarto.

Como afirmaba desde la tribuna de oradores el portavoz del PNV los vascos “no somos una comunidad más”.

Joan Baldoví, por Compromís, ha recordado a manera de reproche que Sánchez anunciara que no habrá reforma de la financiación autonómica en este legislatura, y que el ministro José Luis Ábalos descarte la quita de la parte de la deuda valenciana creada precisamente por la infrafinanciación. La autorización para aumentar el déficit autonómico en un 0,2% no ha satisfecho a los nacionalistas valencianos.