ESdiario

Sobre los cartunes que viven bajo el agua

Sobre los cartunes que viven bajo el agua

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Hola Alejandro, ¿qué tal? No tenemos el placer de conocernos. Creo que fuiste uno de los pocos cantantes españoles de principio de siglo XXI a los que no entrevisté. Y no fue por ganas, sino por falta de oportunidad.

Aún sin conocernos, nos juntábamos en las plazas de toros allá por los 90 y principios de esta era, cantando sobre el amor. Bueno, tú cantabas y los demás te hacíamos los coros desde el foso y las gradas.

Los años pasan para todos y aquí estamos, ahora tarareando tu oda a la crianza en la que citas a un protagonista amarillo que vive bajo el agua. ¿Sabes qué? Me gusta el tema, por todo lo que significa -yo también tengo dos tapones de 7 y 5 años- pero Bob Esponja me parece un absoluto bodrio. No me gusta. Prefiero de largo a Willy Fog, Bola de Dragón, Los diminutos, David el gnomo, Fraggle Rock y, si nos ponemos marinos, a Los Snorkels.

Pero sí, muy probablemente la pandilla de Bob y Calamardo haya marcado una época. Nuestra fiebre por los dibus era mucho más sencilla ¿verdad? 2 canales y una programación estrechísima para una legión de niños nacidos en los 70, hijos de unos babyboomers que descubrieron la televisión casi al mismo tiempo que reflexionaban sobre la importancia del ocio en nuestras vidas.

Me pregunto por qué ahora que tenemos más de cien canales, los contenidos infantiles están tan vacíos de todo. No se tú, pero yo muchas veces sorprendo a mis hijos viendo en YouTube, su canal favorito después de Netflix, un partido de Oliver y Benji o tarareando aquellos versos de La vuelta al mundo que decían “veeeeen con nosotros ven, loooo pasaremos bien”.

No creo que sea una cuestión de nostalgia, Alejandro. Aunque para ti igual es más complicado comparar, al final la interculturalidad es un factor a la hora de programar y ahora vives en otro país con estímulos diferentes pero… ¿recuerdas llegar por la tarde a casa y correr a ver Barrio Sésamo?

No sé si Espinete y Don Pimpón tendrían hoy el engagement de Ladybug -Chema el panadero, ni de coña- pero lo que sí sé es la ilusión con la que viajábamos en barco, en el elefante, en tren -léase cantando- y con la devoción con la que vociferábamos los goles de Oliver Atom y Tom Baker. No sé… no veo que lo de ahora sea para tanto.

Si este verano te encuentro en algún chiringo de Miami, te saludo y comentamos birra en mano. Gracias por Capitán Tapón.

tracking