El anillo verde metropolitano, una vía de bienestar (2000-2018)
Se inicia la obra de un proyecto que ha sido respaldado históricamente por los municipios de la comarca valenciana de l´Horta Nord y que nació en Vinalesa
Elena está preparando la media maratón de Valencia. Sale de su casa en Foios para cumplir con el entrenamiento diario y se tropieza con varios obstáculos si quiere llegar hasta Vinalesa donde puede recorrer los kilómetros necesarios siempre cerca del barranco del Carraixet, frontera natural metropolitana de todos estos municipios de l’Horta Nord que conforman un entreverado de población, huerta, acequias y carreteras secundarias desde el cinturón asfáltico del bulevar norte de Valencia.
Un paisaje que ya es patrimonio cultural valenciano desde la playa de la Patacona a los campos de chufa de Alboraya o las cebollas y sandías de Meliana. Es en ese paisaje donde tanto Elena, deportista de tiempo libre, como muchos otros vecinos se entrenan, se desplazan, pasean, o se comunican entre núcleos de población. Allí, en su circuito de entrenamiento se encontrará con zonas donde hay buen firme y señalización y otros donde tendrá que saltar entre socavones en caminos rurales sin iluminación suficiente como para volver a casa sintiéndose segura.
Durante muchos años se han usado las riberas del Carraixet y los caminos rurales entre pueblos para el tiempo libre, sea éste deportivo o para la actividad física moderada. Y durante muchos años los grupos socialistas de los ayuntamientos que hoy ven como se hace realidad un proyecto estructurado y supramunicipal de anillo verde metropolitano respondieron a esa demanda impulsando diferentes acciones que nunca tuvieron respuesta en las anteriores administraciones. Ya en 2000 surgió del Ayuntamiento de Vinalesa la primera propuesta mancomunada para construir un carril bici que uniera por senda verde diferentes caminos, conectara con el carril bici de Valencia y llegara a las primeras estribaciones de la Calderona.
Hasta 12 municipios de diferente color político se adhirieron a la propuesta que se elevó a la entonces Conselleria de Obras Públicas de la Generalitat gobernada por Eduardo Zaplana. Más tarde, en 2005, presidiéndola Francesc Camps, sería el Grupo Socialista en Les Corts, a través de su diputada Jeannette Segarra, la que volvería a recordar la demanda de un carril bici haciendo hincapié también en la seguridad vial para los ciclistas que ya usaban estos itinerarios a pesar de no ser exclusivos ni estar señalizados.
Al proyecto se le añadieron después propuestas parecidas a las que presenta el actual equipo de la Conselleria como las zonas de descanso, y acabó entroncando con la gran apuesta socialista para la alcaldía de Valencia capital en 2011 de la mano de Carmen Alborch: “las vías verdes”. En definitiva una forma de conectar a las personas, los lugares, edificios y servicios públicos de interés y sus actividades de bienestar evitando calzadas con vehículos a motor, en un urbanismo del siglo XXI a escala humana y medioambientalmente sostenible que siempre ha sido el ADN de la propuesta socialista.
Con todo este bagaje nos presentamos hoy, el día que se inicia la obra de un proyecto que, como vemos, ha sido respaldado históricamente por los municipios de la comarca y al que, por fin, ya no solo dan la razón los usos que le están dando sus habitantes de manera cada vez más masiva -sobre todo en torno a la actividad física y el deporte- sino también la dirección política al frente de la Generalitat con Ximo Puig y la Conselleria con María José Salvador.
Fue en Vinalesa en el año 2000 desde donde salió la propuesta y los primeros estudios de trazados y características del llamado hoy “anillo verde metropolitano” y es en Vinalesa donde comienzan las obras de una inversión inicial de casi un millón de euros que tiene una importancia capital porque es símbolo de cambio de prioridades: una política de infraestructuras que actualice las obras públicas a los usos y demandas de una ciudadanía que cada vez busca más infraestructuras viales de ocio y tiempo libre a la escala de su bienestar.
Bienestar que va unido a la puesta en valor de nuestro patrimonio cultural, agrícola y medioambiental y a potenciar los itinerarios saludables alejados de los vehículos a motor. Hoy en día, en el Fòrum de l’Esport insistimos que nuestros programas electorales municipales de deportes incluyan la construcción o señalización de vías verdes e itinerarios cardiosaludables que hace ya tiempo que están consolidadas como políticas públicas de movilidad y deportes en el norte de Europa.
Es un orgullo saber que desde departamentos supramunicipales dedicados a las infraestructuras y no tanto a la promoción de la salud y el deporte de manera directa existe la misma sensibilidad y ésta se traduce en inversiones y obras a escala de las personas que, como Elena, salen de su trabajo y quieren usar su tiempo libre para hacer deporte en un espacio seguro, sano y tan bello como el que roturaron las huertas y acequias en el devenir de la historia de nuestro pueblo.
*Secretario de deporte y ocio del PSPV-PSOE y miembro del Fòrum de l’Esport, órgano asesor del PSPV-PSOE en políticas deportivas.