Cambio de eje, cambio de régimen. La Comunidad Valenciana y el futuro de España

Desde hace al menos diez meses en España ya se puede jugar con las “cosas de comer”. Los que buscan cambiar el régimen gozan de una oportunidad que antes sólo podían soñar. Un eventual cambio de eje de la Comunidad Valenciana ayudaría a alcanzar tal propósito. Y ahora ese objetivo resulta más factible que nunca.

No son pocos los intelectuales que están señalando un intento de cambio de régimen para España impulsado por la crisis del “procés” catalán. Una crisis que algunas fuerzas -no sólo políticas- han querido aprovechar para intentar alterar las reglas básicas de convivencia. Que se sintetizan en la definición de España como “Estado democrático, social y de derecho” recogida por la Constitución, en el anclaje del país en el sistema occidental, y en la economía de mercado. Y con ese cambio de reglas, cambiar el régimen vigente en España. Básicamente, la forma de Estado y la relación entre sus comunidades autónomas. Para conseguir todo ello previamente habría que lograr desalojar al PP del poder y destruir al PSOE, los dos grandes partidos nacionales alternantes en los que se sustenta el régimen. Una auténtica revolución fruto de la conspiración con agitación previa: Cataluña.

“Algunos intentan un cambio de eje de la Comunidad Valenciana, desde el que tiene epicentro en Madrid al que pasa por Barcelona”

Los independentistas catalanes necesitan para la consecuención de sus fines que España se rompa. Por definición. Y si no ha podido ser ahora, pues más adelante. Para lo que necesitan sumar aliados. En Cataluña y en el resto de España. En el conjunto del país tienen por tales -o viceversa- a los partidarios del cambio de régimen con o sin la palanca catalana (con ella sería más fácil). Para la causa específicamente catalana cuentan con el eventual cambio de eje de la Comunidad Valenciana, desde el que tiene epicentro en Madrid al que pasa por Barcelona. La Comunidad Valenciana, por tanto, se convierte en pieza decisiva para ambos cambios (de régimen y de eje). Así que aquí se libra la verdadera batalla por el futuro de España tal como ahora la conocemos e identificamos.

“En 2015 lo que comenzó en la comunidad valenciana es un programa de gran transformación, de cambio de reglas”

En 2015 en la Comunidad Valenciana se produjo -como en otras partes- un cambio político relevante, tras el nacimiento en los años anteriores de los partidos-protesta contra el status quo, los del “no nos representan”: Podemos, Compromís, y en sentido contrario, Ciudadanos. Pero ese cambio de color político valenciano no ha supuesto un cambio de régimen -es un pseudocambio de régimen- porque no se ha disuelto ninguna institución. Francisco Camps ensayó con la reforma del Estatut en 2006 otro pseudocambio de régimen, leal con España, que en este caso no llevaba aparejado un intento de cambio de eje.

Tampoco fue un cambio de régimen el paso de la UCD al PSOE ni el del PSOE al PP, pero sí el de la Dictadura a la Democracia. En 2015 lo que comenzó en la Comunidad Valenciana es un programa de gran transformación, de cambio de reglas, que incluye un relevante cambio de la Ley Electoral, el vaciado (no la aniquilación) de las instituciones provinciales, y la potenciación de la comarcalización. Una gran transformación conducente a un previsible cambio de eje de Madrid a Barcelona, con el que forzar -ahora sí- el cambio de régimen en España. A medida que nos acercamos a Barcelona nos alejamos de Madrid. O al revés.

“Nos hallamos ante el desarrollo de algo más que un cambio de modelo: una “reingeniería social” compleja”

Las figuras políticas de Ximo Puig, Enric Morera y Antonio Montiel eran garantía de continuidad del régimen vigente en el pacto de gobierno valenciano de izquierdas. L'Acord del Botànic supuso un cambio en el poder que sin embargo, a pesar de los antecedentes y a tenor de los resultados del Baròmetre 2017, no se percibe que se esté usando para gobernar. Morera y Montiel dieron sendos pasos al lado y dejaron en manos de líderes más jóvenes el impulso del Botànic. Con lo que finalmente nos hallamos ante el desarrollo de algo más que un cambio de modelo: una “reingeniería social” compleja que se trabaja en paralelo al intento de invalidación político-social del principal partido de la oposición (ganador con insuficiencia en 2015) que hasta la aparición de Ciudadanos era el principal freno a un eventual cambio de eje valenciano. La ecuación sería: corrupción igual a PP, PP igual a España. Y eso nos llevaría a romper por ética con Madrid y a asomarnos a Barcelona.

“Un cambio de régimen precisa de amplios consensos, salvo que resulte incontroladamente revolucionario. Y tiene un antídoto, la “Regeneración””

Pero por el momento Valencia refuerza España. De ahí el fomento machacón de las ideas-fuerza de que éste ha sido el reino exclusivo de la corrupción y de que aquí proliferan las manadas de ultras enfurecidos que cada vez con más frecuencia salen de sus cobijos valencianos a la caza o acoso de la gente de izquierdas. Fascistas que, por cierto, de existir en número suficiente en España seguramente promoverían otro intento de cambio de régimen, pero hacia una dictadura de derechas.

Compromís, que coquetea claramente con esa idea del cambio de eje, tiene en sus manos Educación y la nueva radiotelevisión pública, los dos elementos clave para forzar un nuevo orden previo a los cambios de eje y sistema, como se ha visto en Cataluña. Una educación que necesita de la lengua y la identidad como palancas para conseguir esos fines. Podemos en cambio con lo que coquetea es con el objetivo último del cambio de régimen en España. Carlos Solchaga llegó a decir que “Podemos no quiere gobernar, quiere alcanzar el poder”, que es exactamente lo que intentó con el Botànic al no entrar en el Consell. Pero un cambio de régimen precisa de amplios consensos, salvo que resulte incontroladamente revolucionario. Y tiene un antídoto, la “Regeneración” y las reformas profundas que sin embargo preserven los pilares de un régimen ciertamente exitoso pese a sus defectos.

“Los 400 principales de la política valenciana”

En 2015, por tanto, se produce un cambio de poder en la Comunidad Valenciana que propicia la puesta en marcha de un programa de gran transformación -o de cambio de modelo, o de cambio de reglas (que incluye el vaciado de instituciones sin aniquilarlas)-, que, junto a la reingeniería social basada en el control de la educación y la comunicación, lleve a un cambio de eje de la Comunidad Valenciana con el que resulte más fácil un cambio de régimen en España.

Ésta es la síntesis del nuevo trabajo de Vicent Climent, “Los 400 principales de la política valenciana. Cambio de eje, cambio de régimen”, publicado por Saralejandria Ediciones. El libro también desvela los nombres de los principales actores de la vida política valenciana, los que detentan el verdadero poder, y que no son todo lo conocidos que debieran por parte de la opinión pública sobre la que tanto influyen.

Diego Such: "el autor, periodista de raza y culturalmente sexi”

El prólogo de la obra corre a cargo del catedrático alicantino, y ex-conseller de Industria y Comercio de la Generalitat Valenciana, Diego Such, que escribe que “el autor, periodista de raza, y culturalmente sexi, como se diría en términos marlujianos, es ingenioso a la hora de desarrollar una tesis, que es tan atractiva desde el punto de vista de la investigación, como peligrosa para el futuro de los valencianos (…) Ojalá este libro sirva un poco para despejar muchas mentes que sólo piensan en el cortoplacismo, y que pueden generar un daño de incalculables consecuencias para el futuro”.

La ilustración de portada, basada en las caricaturas de una treintena de “Los 400” -todos ellos perfectamente reconocibles- es obra del artista castellonense Joan Xipell.

A la presentación de la obra en la sede de la Real Academia de Cultura Valenciana asistieron, entre otros, el decano de la institución, Federico Martínez Roda, acompañado por su consejero Javier Domínguez, el subdelegado del Gobierno José Vicente Herrera, el concejal Fernando Giner, el catedrático José María Lozano, las profesoras Gotzone Mora y Carmen Martorell, el sindicalista Fermín Palacios, el abogado José Antonio Burriel, el oncólogo José Luis Mengual, los periodistas Álvaro Errau, Javier Mas, Juan Luis Omeñaca y Daniel Ponce, y el comunicador Juan Carlos Galindo, que actuó como presentador del acto. También hicieron uso de la palabra el catedrático, ex-conseller y prologuista Diego Such, y el editor Jesús Montesinos.

Entrevistas a Vicent Climent

Programa “Noticias 7 al día” de Carles Navarro (7 Televalencia)

Programa “Puertas abiertas” de Vicente Quintana (CV Radio)

Programa “A buenas horas” de Miguel Ángel Pastor (Gestiona Valencia)

Programa “Despierta Valencia” de José Forés (CV Radio)

Programa “Con Manu en la onda” de Manu Ríos (Gestiona Valencia)