Ridículo sin paliativos del Valencia en Cornellà
RCD Espanyol 2 - Valencia CF 0. Los de Marcelino completan 90 bochornosos minutos cargándose así de presión para el derbi ciudadano. El primer triunfo no debería posponerse más.
Ridículo sin paliativos del Valencia en Cornellà
RCD Espanyol 2 – Valencia CF 0. Los de Marcelino completan 90 bochornosos minutos cargándose así de presión para el derbi ciudadano. El primer triunfo no debería posponerse más.
El hasta ahora peor partido de la era del técnico asturiano dio, sin embargo, comienzo con el buen presagio que ofrecía la voluntad valencianista de progresar por el costado derecho de su ofensiva. Rodrigo y Carlos Soler sacaban rédito de la endeblez defensiva del lateral zurdo perico Dídac Vila, y Santi Mina pudo aprovechar un pase de la muerte del canterano en acción en la que fue reclamada la intervención del VAR por supuesta mano de Mario Hermoso. También cabe destacar un cabezazo del Propio Rodrigo Moreno bien detenido por Diego López. Hasta aquí el bagaje ofensivo del Valencia CF, no ya en este tramo del choque, lo peor es que apenas habría ya nada más que resaltar ...¡Tampoco en el resto!
Mientras tanto, un a medida que transcurría el tiempo cada vez más que crecido RCD Espanyol no dudaría en venirse arriba. Y lo hizo, entre otras cuestiones, a raíz de las constantes imprecisiones ches en el centro del terreno de juego. Todo ello provocaba de forma preocupante que la salsa del juego se acercara peligrosamente al marco de Neto, algo que rápidamente se tradujo en acciones de peligro pericas, con las que refrendaban lo que ya por ese entonces constituía un dominio incuestionable por parte de un cuadro acertadamente dirigido por Rubi desde la banda.
El propio Neto Murara y el travesaño postergaban lo que en ese instante ya comenzaba a asemejarse a algo inevitable en una doble y clarísima oportunidad de gol de Sergio García y Borja Iglesias; siendo el marcador inicial lo menos malo para el Valencia una vez concluida la primera mitad.
Pero el eléctronico no tardaría demasiado en moverse. Si bien es cierto que la primera opción de marcar tras el paso por los vestuarios la protagonizó la escuadra de Marcelino al pasearse por la línea de gol un lanzamiento de esquina; la subsiguiente oleada espanyolista ya terminaría por resultar del todo incontrolable. De hasta tres disparos desde la frontal del área disfrutó Leo Baptistao durante los primeros compases de la reanudación ante una resistencia che ya únicamente cimentada en la aportación de Neto bajo los palos.
Pero incluso el mismísimo VAR tenía claro que solamente era una manera de retrasar lo cantado. Diakhaby cometió su segunda torpeza del choque – pudo costarle la segunda amarilla – en forma de mano en las inmediaciones del área; y la calidad de Esteban Granero hizo el resto para poner el 1-0 por centímetros y con la colaboración de la tecnología.
Por desgracia la reacción visitante distó bastante de producirse, y ello ayudó a que el inteligente punta gallego Borja Iglesias anotara el que es el primer tanto de los muchos que logrará a lo largo de su carrera en primera división y que, de paso y pese a que aún restaban 20 minutos, dejaba sentenciada la contienda. El error de Piccini en la marca de Baptistao que da origen al rebote, sencillamente imperdonable.
Para terminar, el Valencia continuó mostrando su, en el día de hoy, nulo poder de contestación a pesar de la tardía entrada al césped de sus recientes incorporaciones Gameiro, Batshuayi y Cheryshev. Solo un lejano disparo de Kondogbia puso a prueba a Diego López. Bagaje tan escaso como para olvidar fueron los 90 minutos. Aunque, tal vez, sería más políticamente correcto comentar el hecho de que puedan ser utilizados para extraer conclusiones de cara al futuro.