La ciudad no es para mí. Fundido en negro
Lo confieso, me encuentro fundido en negro. Como la tele de Sánchez, mejor dicho, de Podemos, que anda por ahí un vídeo en que su gran timonel declara con muy malos humos, el precio del pacto con la troika. Right o fake anda por las redes, como tantas otras cosas. Mientras tanto, Comisión de la verdad.
Leer el periódico a diario me empieza a preocupar como práctica adictiva de oscuras raíces masoquistas. Y una pesadez, una suerte de “dejavu” cantado que desencanta al más plantao.
Ver al ministro Grande Marlaska –que en su trayectoria judicial se ganó el respeto de todos los españoles- humillado, como ya lo hizo su jefe de filas, ante el lazo amarillo en la solapa de su interlocutor. Y lo que es peor, desoír a dos palmos de su nariz al menda catalán hablar de presos políticos, me produce desazón profunda. Para terminar en una declaración tan inane como la talla que está demostrando en su nuevo oficio.
Claro que Sánchez ni se inmuta oyendo por la mañana a su conmilitón de la UE alertas que ya conocemos y por la tarde al padre ateo agradecido de cristianos y republicano de monarcas. Éste pidiendo más madera …
Llámesele conciliación o como se quiera, además de agotadora, esa posición de encajarlo todo, de disculparlo todo, acaba siempre en fracaso. No tiene fondo el pozo secesionista.
Los tan madrugadores como mercenarios lazos amarillos que ensuciaron apenas un rato las verjas de D.Demetrio Ribes en esa joya de la arquitectura valenciana que es la Estación del Norte, no pueden ser anuncio de lo que estén planificando estos bárbaros para nuestras fechas comunitarias. Y resultaría inadmisible la tolerancia institucional; tanto como de cobardía tiene el silencio.
Dijo ese vocinglero de Tardá, para justificar vivir confortablemente del erario público español, que aún siendo independientes tendrían responsabilidad y presencia en el Estado, mientras les Illes y el País Valencià (sic) sigan en él. Pero qué se habrá pensado … y quiénes son sus cómplices locales …
Otoño caliente es expresión que estamos leyendo a diario. Otoño prematuro y temprano diría yo puesto que empieza en unos días, antes que la estación. Han venido menos turistas, trescientas mil bajas en la seguridad social, y sobre todo, ha bajado el índice de consumo. Desconfianza popular.
No están mejor las cosas en esta Comunidad. La izquierda se desata para iniciar una nueva andadura electoral tomando carrerilla. No ha sido, de todas formas, la coherencia su seña de identidad.
Marchas atrás de última hora con Avantia y la venta de corbetas a Arabia Saudí, acabarán peregrinando al Valle. Fundido en negro me tienen.