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Ministros y presidentes: ¿pueden caer más?

“Esto se pone feo”. El tuit el pasado jueves de una cronista parlamentaria en el Congreso, buena conocedora de lo que se cuece en Podemos, me pone sobre aviso.

Ministros y presidentes: ¿pueden caer más?

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La tesis y sus flecos pueden dar aún más juego. Sánchez va a tener que dar explicaciones porque así lo ha sentenciado Iglesias, abrumado el morado por las revelaciones periodísticas sobre los trabajos intelectuales del presidente, que ya no puede obviar como al principio.

No es que a Pablo Iglesias le emocione la posibilidad de que el presidente caiga pronto, más bien al contrario preferiría que se fuera cociendo en su propia salsa del desgaste personal y del de sus siglas hasta el final de la legislatura. En buena lógica política ni a Podemos ni a los independentistas vascos y catalanes les interesa hacer caer ya a Pedro Sánchez porque no se van a ver en una así en muchos años. Derribar a un segundo presidente de Gobierno en cien días no es lo mismo que hacer caer a dos ministros en tan breve período.

Los ministros que dimiten erosionan al PSOE, por lo que a muchos les podría interesar que haya un tercero, y en eso están. Sánchez ha impedido que Margarita Robles fuera la siguiente, a pesar de haberla estrellado en desiertos saudíes con extraordinaria precisión, y eso puede ser una mala noticia para la segunda candidata a tercer dimisionario, Dolores Delgado. Los impulsores de todos los casos citados se esconden detrás de las filtraciones a la prensa, que es quien formalmente pone a los ministros en el disparadero. La prensa, o la Justicia más o menos instrumentalizada, como en el caso de Mariano Rajoy.

La diferencia respecto del caso de los ministros es que si se derriba a un segundo presidente se hará más evidente quiénes gobiernan de verdad este Estado, y a lo mejor, ya afectados los dos partidos principales del sistema, igual se deciden (con auxilio del tercero) a cambiar la Ley Electoral para redimensionar las minorías primadas que tienen en sus manos la gobernabilidad del país.