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Felipe Sirera: “Un zapato tiene que ser tan cómodo como un colchón”

Felipe Sirera,tercera generación de la empresa a la que da nombre en Elda, Sirera Trading, con clara apuesta por el zapato de tacón que “es más difícil de producir que dirigir una empresa".

Felipe Sirera: “Un zapato tiene que ser tan cómodo como un colchón”

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Pilar Tamayo/ Foto: Vicente Rupérez

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Tercera generación de la empresa a la que da nombre en Elda, Sirera Trading, con una clara apuesta por el zapato de tacón que “es más difícil de producir que dirigir una empresa”. Con tendencias captadas en Italia, Inglaterra, Bélgica y Nueva York, vende la mayor parte de su colección en España, sobre todo en días de lluvia y en verano, la época en la que compramos más pares aunque de menos precio que en invierno. El resto viaja a Australia, Francia o Alemania. Ultima su estreno en la “imparable” venta on line y presume de la larga vida que le aguarda al made in Spain.

Reivindica la importancia de la piel y de la fabricación española, fundamentalmente a mano. “Un zapato es tan esencial como un colchón”. A partir de 50 euros, encontramos productos aceptables. Haría falta cobrar entre un 10 y un 15% más para hacer sostenible la mano de obra en una comarca alicantina donde aún pervive, aunque con menor intensidad, la economía sumergida en los procesos de producción. Reivindica el papel del empresario, que “no es el coco sino el que crea riqueza”.

Este invierno veremos pieles metalizadas y ante con los leopardos resistiendo, las serigrafías mandando en los tacones y, ¡atención!, colores claros. Y un consejo: mejor probarse siempre por las tardes.

¿En qué ha cambiado una fábrica de zapatos?

El proceso ha variado poco aunque parezca increíble. Sigue siendo muy manual, con más de 27 procesos diferentes en la fabricación. Los principales son el cortado, el cosido y el montado. Finalmente, el acabado. Luego hay zapatos que llevan adornos, piezas… e incrementan las 27 fases.

¿En qué consisten esos 27 pasos?

Se corta la piel, que es española o italiana, o bien mediante troquel, a mano con patrones o mecánicamente, luego se rebajan los cantos para que no hagan bulto al unirse. En el cosido, cada proceso es diferente dependiendo del tipo de zapatos y finalmente, se hace el corte al forro. Una vez está terminado, se ponen los contrafuertes y queda el zapato para el proceso de mecánica: montar talones, se clavan plantas, se centra el zapato, se plancha, se prefija el tacón, se pone el piso, se saca de horma… y va al acabado que continúa siendo muy manual, recortando forros, pegando plantas, poniendo el papel, tintándose los cantos… Se le da forma a la pieza en una horma con calor y frío y se le da el brillo.

A partir de 50 euros se encuentran zapatos aceptables. Tendríamos que explicar las ventajas de calzar piel, lo que ayudas a la producción española, lo costoso que es producir…

Con esta minuciosidad, ¿deberían parecernos baratos cuando vamos a la compra?

El zapato se ha desprestigiado y deberían hacerse campañas que explicaran esta minuciosidad en la producción. Hemos pasado años en que todo ha valido, con la entrada de productos de importación de precio bajo de entre 10 y 15 euros y dudosa calidad. No podríamos hablar de un precio objetivo pero a partir de 50 euros se encuentran zapatos aceptables. Tendríamos que explicar las ventajas de calzar piel, lo que ayudas a la producción española, lo costoso que es producir…

¿Cómo se decide sacar un modelo al mercado?

Los diseñadores viajan por el mundo, ven tendencias, plantean los primeros bocetos de la colección, se fabrican y se prueban seis meses antes de que el zapato llegue a las tiendas. Se prueba siempre con las mismas personas porque tienes pies estandarizados, del número 37 ni anchos ni estrechos. Si no, te confundirías. El calzado que más se vende es el 38. Se ha corrido una talla. No se venden prácticamente ni del 34 ni del 35.

¿Qué países marcan tendencias?

Antes, con viajar a Italia tenías bastante pero ahora debes completar con Bélgica, Estados Unidos o Inglaterra porque no hay una tendencia generalizada. Tienes que nutrirte de muchas ideas para definir una colección. La única realidad es cuando acaba la venta porque lo que opinamos nosotros debe estar corroborado por el cliente. Es verdad que lo que suele funcionar mejor es lo que la temporada anterior ha destacado pero el mercado es muy cambiante.

El interior de nuestro territorio ha sufrido con intensidad los efectos de la crisis.

Lo llevamos haciendo desde el año 77, cuando las grandes compañías americanas, como Nine West por ejemplo, que producían en Petrel, Elda y Sax se marcharon. Para nosotros, esta última crisis ha sido una más pero no tan brusca como para el resto de la población. Nuestra zona es, junto con el norte de Italia, la única que te permite fabricar tiradas cortas o medias frente a las largas de los países asiáticos. Hay poca mano de obra cualificada.

Siempre hay futuro. Es muy fácil echarle la culpa a la crisis pero cada uno se busca su porvenir.

¿Existe mucha economía sumergida?

Ha bajado bastante pero sigue estando muy arraigada en algunos procesos, por ejemplo el cosido porque en muchos casos es el propio empleado el que quiere seguir haciéndolo en su casa por comodidad.

¿Es complicado dirigir una empresa?

Es muy difícil hacer zapatos de mujer de tacón. El resto es dedicarle esfuerzo. En España se empieza a valorar el oficio de empresario. Antes, al que se equivocaba, al contrario que en EEUU, se le señalaba pero ahora esto está cambiando. El empresario no es el coco sino el que produce riqueza.

¿Y crear empleo?

Sí hay condiciones para generar empleo aunque en nuestro sector, donde hay claramente dos fases de producción al año, se debería fomentar otro tipo de contratos con menos cotizaciones sociales, que son demasiado altas. La mayor parte de los trabajadores no saben lo que les cuestan a sus empresas porque entre un 30 y un 40% de los sueldos son cotizaciones a la Seguridad Social. No habría que mirar sólo la nómina sino el coste general. En nuestra empresa, entre directos e indirectos somos 22 personas.

¿La mano de obra es sostenible?

Debería subir el precio medio del zapato entre un 10 y un 15% para que los sueldos fueran mejores. La diferencia de coste de producción con Asia es enorme.

¿El made in Spain resiste?

¡Claro que sí! Los grandes centros de producción son Elda-Elche-Sax y Arnedo en La Rioja, con Mallorca a la baja aunque siguen haciendo un zapato sport muy cuidado. En Murcia, mucha alpargata y nosotros, más tacón.

¿Un empresario modelo?

Hay muchos que son referencias. En nuestra comarca, Stuart Weitman que acaba de retirarse del día a día de su empresa. Es un excelente diseñador y gestor y siempre ha pensado de manera global y visionaria.

¿La venta on line ha llegado para quedarse?

Es imparable. Se venden millones de pares aunque la tienda física no tenderá a desaparecer pero es verdad que debe cuidar a sus clientes, dar experiencia y un producto diferenciado. Desaparecerá el que no se sepa adaptar. Hay que mimar al cliente de manera excepcional. Nosotros vamos a empezar a vender on line pero siempre al lado del tendero y no enfrente de él. El comercio hace el escaparate y si luego te los compran on line a ti, ¿dónde está su beneficio? Eso no debe ser así. Nuestro canal principal de venta es el comercio y por eso la mitad del beneficio obtenido a través de Internet se dará por código postal al minorista, porque es lo más justo.

¿En qué modelos son líderes?

Sobre todo en el zapato de tacón, que es de los más exclusivos del mundo gracias a nuestra mano de obra. Son piezas que obligan a fabricar con mucho cuidado. Por ejemplo, en Elche hacen cosas parecidas pero no consiguen el mismo acabado con el tratamiento de las pieles.

¿Qué tacón manda?

No existe un estándar. Lo que está pegando fuerte es el deportivo que se fabrica en el sudeste asiático. Las deportivas se han importado de las celebrities aunque no deberían ser tan usadas. Ahora la mujer quiere ir cómoda y de ahí que se consiga altura con plataforma o cuña. Antiguamente, los zapatos eran más rígidos y hoy en día puedes aguantar 8 centímetros porque van acolchados, con pisos flexibles… y consigues ir mucha más confortabilidad.

¿Algún diseño a la baja?

Los zapatos de estilo marinero nunca han conseguido despegar. Hay tanta

generalidad de tendencias… Pasó a la historia el zapato forrado del mismo color que la ropa porque es una producción artesanal que la gente la vería cara pero si lo pensara, lo vería regalado.

Para la próxima temporada, vienen rojos burdeos, rojizos, verdes, tonos claros como blanco sucio y siempre el negro. Mucha piel metalizada, con brillo no excesivo. Mucho ante.

¿Y ‘pitando’?

Al alza van los tacones pintados, con serigrafía… Y suben los escotes de los zapatos. Para la próxima temporada, vienen rojos burdeos, rojizos, verdes, tonos claros como blanco sucio y siempre el negro. Mucha piel metalizada, con brillo no excesivo. Mucho ante. Se han quedado como básicos los leopardos.

¿Piel o plástico?

La gente debería buscar mucha piel porque los zapatos y los colchones son básicos y se puede encontrar calzado de piel a un precio razonable. Lo que la gente busca es que le guste, más allá del material. El plástico va sobrecalentando y estropeando el pie que no puede transpirar. Lo sometes a una tensión que no tiene sentido.

¿Cuántos pares debemos comprar?

Se deberían comprar unos 8 pares al año. No puede faltar un stiletto y un zapato de tacón medio de 4 centímetros aunque para la noche se buscan entre 6 y 7 centímetros.

¿Los españoles nos comportamos?

En España, nosotros vendemos más en Valencia (por ejemplo, en Zapa bajo la marca Tejus), norte de España y Madrid. El reto es el sur. En el norte, se gasta más dinero y se siguen más las tendencias. No hablamos de diseños lujosos pero sí más cuidados. Los valencianos preferimos una moda más generalista frente al norte más señorial. Nuestro público tiene entre 35 y 52 años, aunque es verdad que la mujer más mayor busca también diseños jóvenes.

¿Y las novias?

Siguen prácticamente igual aunque se ha introducido algo de color con una tendencia general al claro. Normalmente, zapato cerrado y tacón alto.

Yo le digo Manolo Blahnik y usted me dice…

Un diseño excepcional con una imagen muy cuidada. Sus zapatos, fabricados en el norte de Italia, son obras de arte. Pero no arrastra como efecto tirón al resto de marcas españolas.

Siempre es mejor comprar un zapato por la tarde porque el pie está más dilatado.

¿El papel de las celebrities e influencers es determinante?

Marcan tendencias pero yo creo que están definidas por las empresas y no por ellas mismas. No hay nadie estelar aunque es verdad que por ejemplo Paula Echevarría llama la atención.

Ya han diseñado el verano que viene, ¿qué veremos?

Sigue la tendencia de pieles metalizadas, tacones de fantasía, colores azul pastel, lila claro, los nude como reyes. Pero vamos hacia un zapato más sofisticado con tacones más finos y empiezan a verse más las hormas cuadradas. En esta temporada de verano, muy atípica en las tiendas, no hemos tenido un producto definido. Se ha vendido un poco de cada cosa.

¿El modelo de producción Inditex de amplia rotación ha llegado también al calzado?

En el zapato empieza a ser viable hacer colecciones más cortas para cambiar producto con más rapidez. Antes había momentos clave como septiembre o marzo. Ahora se lanzan colecciones pequeñas cada cierto tiempo y renovamos producto según vemos cómo van variando los gustos, con un margen de 21 días.

¿Por qué se hacen rozaduras?

Si roza un zapato es porque se ha comprado mal porque si es adecuado a tu talla, no debe rozar. Siempre es mejor comprar por la tarde porque el pie está más dilatado.

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