Audios del Conservatorio de Danza:“Si los suspendéis, la directora los aprobará"
ESdiarioCV ha tenido acceso a los audios del claustro de evaluación final de 6º curso, en los que el profesorado recibe presiones para no suspender a algunos alumnos y poder darles el título
Tal como les comentábamos hace unos días en exclusiva, el profesorado del Conservatorio Profesional de Danza, dependiente de la Conselleria de Educación, que dirige Vicent Marzà, recibió presiones a finales del curso pasado para aprobar a dos alumnos y subir la nota a otros cinco, entre ellos, el hijo de la actual directora del centro, Maite Bacete.
ESdiarioCV ha tenido acceso a los audios del claustro de evaluación general - celebrado el pasado 7 de junio- de los alumnos de 6º curso, y la presión que determinadas profesoras reciben por parte de la Jefa del Departamento de Danza Contemporánea y Tutora de 6º curso, Rocío Pérez, para no suspender a algunos alumnos y poder darles el título oficial, es palpable.
En esa reunión de evaluación, que dura más de una hora, los profesores repasan las calificaciones de todas las asignaturas y de todos los alumnos, así como los trabajos y materiales prácticos que los chicos y chicas han ido realizando en la 3ª evaluación, la última del curso y la definitiva para poder obtener su graduación. Con algunos alumnos no hay problema, están suspendidos o aprobados. No pasa nada. Pero, con dos de ellos, J.J.H.N. y M.T.V., (por los que, aparentemente, podría haber un interés especial en que aprobaran), las presiones de la Jefa del Departamento de Contemporánea y Tutora de 6º curso, Rocío Pérez, hacia dos profesoras de Danza Clásica, R.M. y M.O., que han suspendido a los alumnos con la calificación de “4” en esa asignatura, son casi constantes a lo largo de la sesión de evaluación.
Las presiones se centran, especialmente, para favorecer a uno de los dos alumnos: J.J.H.N. La Jefa del Departamento se muestra partidaria de que que a la hora de calificar se haga “una adaptación del temario al alumno con el fin de aprobarlo” porque se trata de un alumno “que en el resto de asignaturas del curso tiene buenas notas”, al tiempo que recalca que el chico “tiene mejores cualidades para la danza contemporánea que para la clásica”.
Las profesoras R.M. y M.O. argumentan a la Jefa del Departamento que “durante la 1ª y 2ª evaluación ya se aprobó al alumno, intentando darle un voto de confianza y apostando por su valía general, pero que en esta tercera evaluación ya no es posible, porque no cumple con los objetivos que se exigen en el programa departamental de la asignatura de danza clásica”.
La Jefa del Departamento, Rocío Pérez, insiste en su interés por aprobar al chico y recrimina a las profesoras que le parece “cruel” que no le aprueben.
Asombradas con la actitud de Pérez, las profesoras de Danza Clásica del Conservatorio le intentan razonar, ante el claustro de evaluación, que el chico no ha evolucionado lo suficiente y le recuerdan de nuevo que si hasta ahora ha sido aprobado con un 5 es porque se les ha exigido que lo hagan.
La reunión de evaluación va subiendo de tono y Rocío Pérez pide entonces a las profesoras “ser un poco más flexibles y mirar holísticamente a la persona” desde el inicio del curso “hasta el final”, y remarca que esa flexibilidad debe ser mayor, precisamente, al final de curso, cuando acaban la carrera. Como van a escuchar a continuación, en la conversación se llega a insinuar que el claustro es consciente de que el alumno en cuestión “por muchas clases de clásico que tome, nunca va a poder aprobar la asignatura de danza clásica”.
Ante semejantes peticiones y afirmaciones, las profesoras R.M. y M.O. contestan a la Jefa del Departamento que ellas son las responsables de calificar al alumno en su asignatura, que ellas no valoran las calificaciones que el resto del claustro pone a cada alumno y que han sido contratadas para evaluar a ese alumno en concreto y a todos, en una materia que ellas controlan como es la de la Danza Clásica.
La Jefa de Estudios insiste en que hay que subir la nota al alumno y aprobarlo, con el único argumento de que “se trata de una persona adulta y muy madura”. Pero, ante la firmeza de las profesoras –que insisten en que no lo van a aprobar y que lo aprobaron en las evaluaciones pasadas porque se sintieron “forzadas” u “obligadas”-, Rocío Pérez les pregunta irónicamente: “¿de verdad os estáis sintiendo forzadas por algo?”, para luego matizar con asombro, “¡sólo os dijimos en su momento y ahora que si los ibáis a suspender!”.
La contestación de las profesoras es, en esos momentos, firme y contundente: “sí, nos vimos forzadas” y añaden “creemos que ya hay bastantes problemas en el Gobierno como para que nosotros regalemos títulos también”.
La situación alcanza un clima de crispación tal, que a pesar de los intentos de las profesoras de Danza Clásica por razonar que el suspenso del chico ya está puesto y que no hay vuelta atrás, es otra profesora del claustro, Isabel Nácher –docente de la asignatura de Historia de la Danza- la que apela a que la decisión final “se lleve a dirección y que sea dirección quien le apruebe”.
Nácher recuerda además ante el claustro de evaluación que “otra vez ya pasó una situación similar con un alumno, que estaba suspendido en una asignatura, y la directora del conservatorio lo aprobó”.
El resto de la historia, ya la saben, porque se la contamos ayer. Los alumnos suspendidos en la asignatura de Danza Clásica, fueron aprobados por la directora del Conservatorio Maite Bacete, quien decidió realizarles una prueba extraordinaria el 26 de junio, sin acudir al denominado “examen de repesca” de julio, que es el procedimiento normal del conservatorio cuando no se supera alguna asignatura en la tercera evaluación.
Todo ello, con el objetivo de que los alumnos pudieran obtener el título oficial y saltándose, presuntamente, el Reglamento de Régimen Interno del Conservatorio Profesional de Danza de Valencia.