El póquer de la nueva guerra
El general norteamericano Scaparrotti, Jefe de las Fuerzas de EEUU en Europa, dio el pasado 28 de septiembre algunas claves para entender la “guerra híbrida”
El concepto de “guerra híbrida” lleva ya algunos años de moda y ha dado para miles de artículos y centenares de libros. Es la típica idea que “sabes lo que es” pero que de tanto que crees saberlo no sabes contarlo.
Hace unos días Scaparrotti, el Jefe de las Fuerzas de EEUU en Europa, explicaba en Varsovia –ante los jefes militares de los países OTAN- los cuatro dominios que definen, a su entender, este nuevo tipo de conflicto.
El primero son los ciberataques, que parecían que aún no eran a gran escala, pero el pasado 4 de octubre nos enteramos de que –según los gobiernos de Reino Unido y Holanda- Rusia lanzó en septiembre un ciberataque masivo a varios organismos oficiales de estos países.
La segunda idea que sustenta la “guerra híbrida” son las actividades en redes sociales. Quién no ha oído hablar de los “bots” del Kremlin, esos robots virtuales que se dedican a colocar #hastags en las redes, en los que se estudia hasta el último detalle para poner de actualidad –justo en el momento oportuno- una idea ya planeada.
¿Dónde y cuándo se ha planeado? Pues ahí es donde entra la tercera pata de esta mesa: en una campaña de desinformación. Los “robots” replicando mensajes en Twitter se coordinan con ese titular con el que abre el telediario de las tres de la tarde. Nada es casual en este nuevo campo de batalla.
Y aún nos falta otra carta para este póquer de ases…., y aquí es donde entran por primera vez las fuerzas militares “convencionales”. Se trata de realizar maniobras militares de muchos efectivos, casi sin avisar, y a ser posible muy cerca de la frontera del país contra el que estamos en guerra (híbrida).
Esto es –básicamente- lo que explicó el general, aunque no con el símil del póquer, claro, que está muy mal visto en el ejército de EEUU.
Creo, sin embargo, que no debemos olvidar lo fundamental, porque la cuestión no es la mano que lleve cada jugador…. el problema es que las sociedades occidentales (sus gobiernos, sus legisladores, sus militares y estrategas, sus diplomáticos…. ) llevan toda la vida jugando a la brisca, o al julepe, pero desde luego no a este tipo de juego.
¿Alguien piensa que al general Scaparrotti le enseñaron algo en West Point sobre la “guerra híbrida”? Claro que no.
Siguiente pregunta ¿estamos a tiempo de aprender, verdad? Pues a tiempo sí estamos. Todo se puede estudiar y asimilar, pero ése tampoco es el dilema.
La cuestión es que los valores democráticos que imperan, y así debe seguir, en las sociedades occidentales, impiden utilizar esos “ases”. Nuestros gobiernos no pueden lanzar ciberataques a otros países, ni utilizar las redes sociales para condicionar opiniones en otras sociedades, ni lanzar campañas de desinformación contra población civil, ni tampoco realizar maniobras militares sin informar (porque lo prohíben los tratados internacionales firmados).
En resumen, que hay que ganar una partida de póquer sin usar los ases. ¿Se puede hacer eso? Yo creo que sí, pero hay que llevar los dos comodines de la baraja.
El primero es el de la solidaridad entre aliados. La “guerra híbrida” nunca será “sólo” entre dos naciones, y desde luego Europa no podrá ganarla desunida.
El otro comodín es el de nuestros valores: libertad individual, pluralismo político, derechos humanos, imperio de la ley…., sí, ya sé que suena demasiado idealista, pero es que no hay otra.
¿Se puede ganar una guerra contra la desinformación, las campañas en internet y los ciberataques utilizando “sólo” las armas que nuestros valores nos permiten empuñar?
No es que se pueda ganar así…, es que si no la ganamos de este modo, habrán ganado ellos, y nosotros lo habremos perdido todo.
*Experto en Seguridad y Geoestrategia.