Valencia Basket apela a la épica para proseguir su escalada
Monbús Obradoiro 78 - Valencia Basket 81. En un irregular choque por parte de los de Ponsarnau, el carácter ganador de Will Thomas y Sam Van Rossom resultó determinante.
En un primer cuarto prometedor, Valencia Basket pareció incidir en torno a los progresos apuntados en su juego durante las últimas fechas. La regularidad de Bojan Dubljevic y Will Thomas era el perfecto complemento para un Matt Thomas que destacaba en su faceta anotadora en el retorno a la que el curso pasado fuera su casa. Para poner el broche a los primeros 10 minutos, Sergi García anotaba un triple sobre la bocina que colocaba una ventaja de cuatro puntos para los taronja (19-23).
Por si fuera poco, los primeros compases del segundo acto siguieron bajo los mismos patrones. El parcial de 21-30, conseguido de la mano de la dirección de Guillem Vives, ahondaba en la sensación de que el cuadro de Ponsarnau estaba capacitado para poner tierra de por medio siempre que mostrara su firme voluntad de apretar el acelerador. Pero la recurrente, e inexplicable a la vez, desconexión del juego taronja - tanto en defensa como en ataque -, tuvo a bien, en esta ocasión, anticiparse.
Con Nacho Llovet domininando ambos tableros y Vasileiadis encontrando el acierto una y otra vez desde el perímetro, Monbús Obradoiro se erigió en el dominador absoluto de los últimos siete minutos del segundo periodo. De la misma manera, alguna decisión del trío arbitral, tan casera como incomprensible, contribuía a sacar un poco más si cabe del partido a los taronja (40-37 para los gallegos en la media parte).
Y ahora iban a ser los locales los que prolongaran esa dinámica favorable que traían en un, una vez más, deficiente tercer periodo de Valencia Basket. Aunque esta vez el problema no fuera a estar en el ataque (28-24 de parcial). Dubljevic y la aparición de un estelar Labeyrie ajustaban un marcador - dejaron a falta de los últimos 10 minutos en 68-61 la preocupante escapada con doce puntos de ventaja del Obradoiro instantes antes - que pudo quedar definitivamente decantado tras la exhibición de los jóvenes debutantes en Liga Endesa Andreas Obst y el eslovaco Brodziansky, quienes sacaban el mayor de los réditos de la preocupante indolencia defensiva de la que hacían gala los de Ponsarnau.
En el inicio de "la hora de la verdad", Valencia Basket tenía claro que encomendarse a la superioridad interior de Dubljevic y Will Thomas podía hacerle llevarse el gato al agua. Entre ambos lograban paliar deficiencias endémicas en este inicio de campaña, como la falta de equilibrio ofensivo - hoy también se abuso del triple -, o la falta de control del rebote defensivo.
Y así hasta que precisamente el zurdo de Baltimore igualaba el tanteador ya dentro los últimos 60 segundos de juego (76-76). No obstante, ahí no acabaría su recital como "clutch player", siendo capaz de anotar una espectacular canasta que ponía por delante a los suyos (76-78) a falta de 20 segundos y en el postrero de su propia posesión. Sin embargo, el error de Dubljevic al cerrar el rebote de un tiro libre fallado por Pozas permitía a Kyle Singler equilibrar el marcador a falta de ocho segundos, a la vez que obligaba a los taronja a anotar un tiro prácticamente sobre la bocina si pretendían evitar la prórroga.
Presumiblemente, el balón volvería a llegarle a Will Thomas. El técnico local Moncho Fernández lo sabía y todo su equipo se cerró sobre él... a lo que el norteamericano respondió doblando ese esférico hasta más allá del arco de tres puntos; exactamente la posición desde la que Sam Van Rossom - 0/4 en triples hasta ese instante - certificó el triunfo sobre la bocina (78-81). No es la primera vez que lo hace... ni será la última.