El Levante hace zozobrar a "El Submarino" con otro eficiente partido

Pocos hechos resultan más irrefutables en lo que llevamos de liga que el que atañe al Levante y su cambio de sistema. Desde que éste se produjo no han hecho sino sucederse unos resultados que, además, acabaron abruptamente con una dinámica peligrosa. Los tres centrales cubren a la perfección los espacios en la zona de retaguardia, pudiendo así Paco López apostar por un centro del campo que prioriza la calidad técnica de hombres como Bardhi, Campaña y Rochina.

Y así lo pudo corroborar durante el primer tiempo, para notoria desesperación propia, la parroquia amarilla que poblaba el estadio de La Cerámica. 45 minutos marcados por un dominio granota que, eso sí, no supuso el origen de un gran número de ocasiones de gol. Roger Martí gozó de la más peligrosa al cabecear - centrado en exceso y terminando desafortunadamente en las manos de Asenjo - un lanzamiento de golpe franco bien templado por Rochina.

Esta vez, ni la habitual falta botada por Bardhi, ni los centros desde los carriles de Toño o Jason - también convertidos en puñales por mor del cambio de sistema - hallaron el camino que hubiera posibilitado a los levantinistas plasmar su superioridad en la obtención de un marcador favorable en el intermedio ante un Villarreal que podía poco más que abusar de los lanzamientos lejanos; consigna fundamentada, principalmente, en cerrar las jugadas para así evitar el peligro que Morales les pudiera generar a la contra.

No obstante, la variación en cuanto al ritmo en torno al cual se desarrollaba el choque sería notable tras el paso por los vestuarios. El Villarreal encontraba el revulsivo que su técnico Javi Calleja buscaba para revertir la mala dinámica de "El Submarino" en la presencia del recién incorporado al primer equipo Samuel Chukwueze; y dos acciones individuales suyas - la segunda brillantemente contestada por Oier junto a la cepa del palo - provocaban los primeros agobios granotas de la tarde. Mientras tanto, el Levante UD no se amilanaba y Bardhi disfrutaba de una inmejorable opción desde la frontal tras la internada de Jason, pero esta vez el macedonio no sería capaz de encontrar la rosca que acostumbra a acompañar a sus golpeos.

Ese algo frenético primer cuarto de hora de la reanudación daba paso a una fase de partido más controlada, pero no por ello exenta de actividad en ambas áreas. Primero Gerard Moreno marraba inexplicablemente para los amarillos un control que le hubiera permitido encarar de manera inmejorable a Oier; si bien la respuesta levantinista no se iba a hacer esperar: el recién ingresado en el terreno de juego Borja Mayoral creyó fusilar a Asenjo después de un centro de Morales... pero la reacción del meta palentino, plena de reflejos, impidió milagrosamente un 0-1 casi cantado.

Calleja enviaba al banquillo a hombres de la relevancia de Trigueros o Gerard Moreno en busca de sorprendentes soluciones siempre con el objetivo de discutir el cada vez más patente dominio granota, pero el fútbol, a veces, es justo y termina por premiar a los conjuntos sólidos y bien trabajados.

Pero hacía falta algo más para decantar el partido, la genialidad, el toque de distinción... por lo menos, así lo entendió un majestuoso José Gómez Campaña que, dejando rivales a su paso caño incluido, sirvió un balón en profundidad que Morales agradeció para perpetrar un pase de la muerte que el central local Funes Mori impulsó a sus propias mallas. Lástima que no pudiera ser Mayoral quien se estrenara como goleador granota, aunque la victoria - parcial, eso sí - era, obviamente, el premio más preciado. Resultado que, ya contra todo pronóstico, precisamente unos de los jugadores de refresco amarillos como Alfonso Pedraza iba, mediante inapelable zurdazo en el único error de la zaga levantinista, a hacer variar en un desgraciado minuto 93