El VAR ayuda a espantar los fantasmas valencianistas

Mucho dieron de sí unos frenéticos primeros 45 minutos de ida y vuelta permanente. Lo suficiente, por ejemplo, como para demostrar el porqué de que Rodrigo Moreno merezca salir del once inicial por un tiempo. Alternando con fases de dominio y ocasiones azulonas, el Valencia lograba hilvanar jugadas ofensivas de calidad. Y, probablemente, en mayor medida que en cualquier otro primer periodo a lo largo de la presente campaña.

Sólo quedaba pendiente, que no es poco, cristalizar esas opciones. Y si el conjunto las generaba era, en buen grado, por la gran actuación de un Gonçalo Guedes que a los cinco minuto ya dejaba al propio delantero hispano-brasileño frente al meta David Soria. Rodrigo, usando el exterior, falló. Poco después haría lo propio tras una acción vertical de Carlos Soler en la que, posteriormente, el medio valenciano no acertaría a remachar el rechace de Soria.

Mientras tanto, dentro de su estilo tan definido como arcaico por momentos, el Getafe también gozaría de las suyas. Neto mandaba a córner un potente disparo del goleador Jorge Molina, para que en dicho saque de esquina el palo tuviera que ser quien le salvara, en última instancia, del tanto madrileño tras cabezazo franco de Cabrera en el área pequeña.

Pero ahí no terminaría el infortunio de Rodrigo de cara a puerta... ni tampoco el abastecimiento que un hoy muy enchufado Guedes le proporcionaba, esta vez, mediante un perfecto pase entre líneas que el punta tampoco supo dirigir frente al arquero azulón. También el Getafe continuaba prodigándose en ataque, disponiendo Antunes y Ángel de sendos remates que saldrían desviados y que coronaban una tan entretenida como desconcertante primera mitad.

Con la misma intensidad salió de los vestuarios el cuadro local en los que, a la postre, serían los minutos más peligrosos del encuentro desde el prisma valencianista. Pocos segundos habían transcurrido cuando Jorge Molina, en posición franca, se topaba con la cruceta que repelió su zurdazo. Instantes más tarde, una oportunidad de Amath Ndiaye para los locales sería la antesala de un tramo del choque, por fin, algo más tranquilo y dominado por los ches desde la posesión del esférico. Otro remate de Rodrigo, éste mucho más complicado y acrobático, supondría la mejor de sus opciones previa a la acción determinante de la tarde.

Gameiro había sustituido poco antes a un desdibujado Santi Mina, resultando por una vez su concurso vital para el marcador final. Y lo consiguió por creer en el rechace de un lanzamiento de Rodrigo que David Soria atrapó, pero ante el cual el central Bruno - mucho acusó hoy el Getafe la baja de su mejor elemento defensivo Djene - optó por agarrarle para minimizar las consecuencias de ese hipotético rebote.

El VAR tuvo que intervenir, ante la falta de competencia arbitral, para mandar al vestuario al propio Bruno y, a su vez, propiciar que el disparo seco y pegado a la cepa del palo del capitán Dani Parejo desde los once metros posibilitará al Valencia CF comandar el electrónico (min. 80). Ventaja que ya no pasaría por apuros para mantener frente a un Getafe cada vez más frustrado y pendiente de las decisiones arbitrales.