Financiación versus autoestima
Atención al dato: de media a cada español le corresponde 2.437 € de financiación efectiva, pero a los valencianos esta cae a los 2.226 €. Lejos de subsanarse, cada año empeora
Mucho se ha hablado de la necesidad de mejorar la financiación de nuestro pueblo. En septiembre el director de FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) certificaba que la Comunidad Valenciana es la peor financiada del Estado Español. Lo peor y lo que más sorprende es que a corto plazo, según los expertos, no tiene viso de solución.
Atención al dato: de media a cada español le corresponde 2.437 € de financiación efectiva, pero a los valencianos esta cae a los 2.226 €. Lejos de subsanarse este perjuicio comparativo histórico, cada año las estadísticas empeoran. Año tras año nuestros representantes políticos han permitido incomprensiblemente esta falta de financiación y que esta se convierta en estructural. Crónica. Cabe preguntarse, ¿es normal que los valencianos suframos este déficit y nuestros políticos no hagan nada?
En sí mismo no es grave ser el último de la clase, lo grave son las consecuencias. Estas son claramente perniciosas. Somos los que menos recibimos y a la fuerza somos los que menos gastamos. Por ejemplo, nuestros hijos estudian en barracones. Recordemos que hace poco descubríamos que teníamos a más de 10.000 niños estudiando en barracones. No podemos destinar los recursos suficientes para ayudar a que nuestras empresas tengan un desarrollo adecuado a los nuevos tiempos y fomentar así la creación de empleo.
También tenemos un alarmante déficit en infraestructuras. Sin ir más lejos, en julio conocíamos la noticia de que el AVE al paso por la ciudad de Murcia iba a ser soterrado. Me parece una gran noticia, ¿pero cuánto tiempo llevamos los valencianos para que el AVE al paso por la ciudad de Valencia sea soterrado?
En el avance del Plan General de Ordenación Urbana de 1985 ya se planificó el Parque Central. Hemos tenido que esperar más de 30 años para poder inaugurar solamente una porción del mismo. ¿De verdad nuestra clase política tienen tan poca fuerza en Madrid para poder trabajar en que se pueda conseguir la inversión necesaria para finalizar el proyecto?
Hablando de infraestructuras, en octubre se debatió en el Congreso sobre la gratuidad de la autopista AP-7. Herick Campos, diputado por Alicante del PSPV, quien reclamaba lo mismo en la oposición, decidió abstenerse. Un diputado valenciano. ¿Se imaginan a otro diputado de otra comunidad votando en contra de los intereses de su conciudadanos? En la Comunidad Valenciana, casos como este no son excepcionales, por incomprensible que parezca.
Quisiera hacer una reflexión general al respecto. Es posible que a los políticos valencianos les falte un punto de autoestima como pueblo. Autoestima. ¿Sería posible que se plantasen delante de sus direcciones generales (de Madrid o Barcelona) y dijesen «ya está bien»? No lo hacen. En su lugar, priman sus puestos, priman no poner en peligro su posición dentro del partido. Me queda la sensación de que tienen cierta vergüenza en reclamar lo que nos corresponde.
Este modo de actuar ejemplifica un egoísmo equivocado. No han comprendido o han olvidado que sus puestos no son importantes, sino el bienestar de los ciudadanos. Les diría que cuando haya una iniciativa positiva para la Comunidad Valenciana, que la apoyaran sin complejos. Aunque ello signifique apoyar iniciativas de otros grupos, deberían hacerlo igual, por responsabilidad y porque lo que debe primar en sus decisiones es el bien común de los valencianos a quienes representan.
Una cosa está clara: si nuestros políticos son incapaces de dar ese paso adelante, tendríamos que ir cambiando a otros que sí lo sean. Sé que es utópico, curiosamente utópico, porque si tuviéramos mayor autoestima como valencianos, no tendríamos este tipo de problemas.
Saldrían adelante tantas y tantas iniciativas que por el momento se encuentran paralizadas. Ante ciertas medidas que objetivamente beneficien a nuestra Comunidad, los colores políticos no pueden imponerse por encima de ellas. Valencia se lo merece. Sueño con ello. ¿Quién se apunta?
* Miembro del Consell Nacional de Som Valencians