La esfericidad de la Tierra, el Aquarius de naranja, y un Profeta Predilecto
Para Ximo Puig no hay dictaduras de izquierda, para el Gobierno el barco de Santa Pola es un Aquarius de naranja, y para Alcoy Camilo Sesto es un Profeta Predilecto.
La esfericidad de la Tierra
Uno, limitado por la cortedad de sus posibilidades, hace lo que puede por estar completamente al día de todo lo que sea susceptible de ser escrito o comentado en alguno de los medios de la media docena en los que habita. Pero es imposible captarlo todo en tiempo real. Por eso reconozco que me acabo de enterar de que Ximo Puig afirmó en Les Corts hace un par de días que “no hay ninguna dictadura de izquierdas” porque “China no es un país de izquierdas”. Anteriormente, otro día, Puig también dijo que la oposición con sus denuncias ataca “un fantasma del catalanismo que no está” en una especie de “versión modernizada del Quijote”. Hay quienes niegan la llegada del hombre a la Luna y la esfericidad de la Tierra, pero el president no está entre ellos.
El Aquarius de naranja
Aquarius es una marca de bebidas que comenzó asociada a la vida deportiva y ha acabado siendo una alternativa de aspecto saludable a los refrescos tradicionales. El Aquarius de toda la vida, de su aún corta vida, es el de limón. El de naranja es otra cosa, y, a diferencia del de la Fanta, es la versión menos exitosa de la marca. Aquarius es también el nombre del barco que trajo a Valencia a un puñado de inmigrantes rescatados de las fauces de la mar, acción humanitaria saludada como tal por la inmensa mayoría, efectos llamada aparte. Nuestra Señora de Loreto es el Aquarius de naranja del rescate de inmigrantes, ese Aquarius que casi nadie quiere. Tengo interés por ver qué va a hacer un Gobierno que se ponía medallas a lo Magic Andreu con el Aquarius de limón si el humilde pesquero alicantino decide no esperar más y poner rumbo a Santa Pola.
Un Profeta Predilecto
No suele esta tierra valenciana tratar bien a todos sus hijos excelsos. Tampoco se tiene normalmente por tales a los que han dedicado su vida -y han destacado por ello- en el orden de las variedades. Yo recuerdo contar a mi abuela alcoyana que a primeros de siglo, el otro, el respetable se hacía lenguas con las noticias que venían de América sobre hombres que cantaban sobre las tablas cara al público: no se entendía que, por sosos, pudieran resultar atractivos al público. Camilo Sesto ha llenado no sólo auditorios, sino también los escenarios a los que se ha subido en todo el mundo con su extraordinaria personalidad y carisma. Superstar por antonomasia, de los que se echaba cantes por respuestas cuando le entrevistaban en “300 millones”. Justo es que Alcoy le haya dedicado su mejor paseo -que allí nadie llama Albereda- porque haberlo nombrado sólo Hijo Predilecto sabía a poco. Quizá Profeta Predilecto hubiera sido más ajustado.