Mestalla comienza a señalar a Lim y a Murthy como culpables
Valencia CF 1 - Sevilla FC 1. Tras otro pinchazo que, una vez más, destapa las carencias del equipo la gente comenzó a apuntar hacía el palco. Diakhaby pudo salvar un punto en el 92.
Pese a que ya podría haberlo hecho de sobra, Mestalla no se acostumbra a ver empatar a su equipo. Lo que sí hizo fue agradecer el derroche de sus jugadores; nada se puede reprochar hoy desde ese punto de vista.
Un dominio estéril e inocuo... ya demasiado frecuente:
Meritorio resulta desde el prisma valencianista el no haber concedido acercamiento alguno por parte de los de Nervión durante los primeros 45 minutos. Pero Machín sabía que al Sevilla se le fueron los dos duelos entre ambos conjuntos la temporada pasada, en gran medida, por las contras del Valencia. El entramado defensivo que instauró concedía de entrada la posesión y el dominio territorial...
¿Alguien sabe que habría sucedido si Marcelino, a día de hoy, plantea un partido de la misma manera en el Sánchez Pizjuán?, la respuesta pasa por admitir que el Sevilla crea no menos de cinco oportunidades de gol e, indefectiblemente, transforma alguna de ellas durante la primera mitad. Por desgracia, en el caso que nos ocupa, el monólogo che a lo largo de los primeros 45 minutos terminó sin opciones de gol claras - Garay estaba en fuera de juego y así el VAR lo hubiera determinado en la única intervención del arquero Vaclik-.
"Murthy, vete ya":
Desafortunadamente, dicha situación recuerda a la vivida en épocas pretéritas en Mestalla. Hasta ahora ni el propio presidente, ni tampoco el dueño - también hubo criticas hacia Peter Lim -, habían sido objeto de las críticas de los aficionados. Es normal que la parroquia no acepte de buen grado el hecho de haber podido disfrutar únicamente de un triunfo liguero en casa a estas alturas. Por cierto, hoy Lim se encontraba presente en su palco privado... ¿será buen momento el choque del miércoles frente al Manchester United para hablar de negocios?
… o, tal vez, para tratar el "asunto Guedes":
La cara de dolor del portugués era un poema en cada lance del juego hasta que Marcelino, al cuarto de hora de la reanudación, lo reemplazó. Los pinchazos y bloqueos del nervio en torno a los cuales ha discurrido su calvario semanal deben de dejar ya paso a una operación que ataje el problema de raíz. Dilatarla supondría un enorme error que no haría sino agravar las dolencias.
Diakhaby, el más ajeno a las circunstancias:
Sarabia ya había aprovechado un error de Paulista en el despeje para adelantar al Sevilla al poco de empezar el segundo acto, cuando Mouctar Diakhaby se vio obligado a enfundarse la zamarra de juego precisamente debido a las molestias físicas del central carioca. Gracias a su irrupción desde atrás en una falta botada por Parejo y al error en la salida de Vaclik en el descuento no tenemos que " lamentar" males mayores. La dinámica de insatisfactorias igualadas es lo que continúa imperando en Mestalla.