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Coke salva un punto para el Levante apelando a la heroica

Levante UD 2 - Girona FC 2. Sólo puntuales desajustes defensivos separan a los granotas del éxito que hubieran merecido en base a su pundonor e intensidad.

Bardhi disputa un balón con Portu

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El Levante UD empieza a necesitar de forma más que perentoria reducir su número de tantos encajados. Únicamente de esa forma se entiende que despliegues realizados a lo largo de 90 minutos como el de hoy resulten tan poco productivos.

Una vez transcurridos unos primeros instantes en los que el cuadro que dirige Eusebio Sacristán pareció bien plantado y dominador con su ya tradicional 3-5-2, los de Paco López hacían gala de sus ambiciones atacantes. Morales se perfilaba hacía el centro en la frontal del área para sacar un derechazo seco marca de la casa que la manopla de Bono detenía junto a su palo derecho en lo que sería la mejor opción local de los primeros 45 minutos. Mientras tanto, el Girona mostraba su cara más habitual fuera de Montilivi: siempre agazapados a la espera de los espacios que Stuani a través de su brega o Portu con su velocidad puedan explotar a la contra.

Precisamente el mediapunta ex del Mestalla iba sacar rédito, esta vez, de su pillería para adelantar a los catalanes después de materializar en gol un saque de falta en el que Granell metía un preciso balón a la espalda de la despistada zaga levantinista sin que nadie, ni tan siquiera, obstaculizara el lanzamiento. La vaselina del propio Portu frente a Oier haría el resto al filo de la media hora. A partir de ahí. el Levante acusaba el gol diluyéndose en imprecisiones que no permitían progresar en el mediocampo, ni encontrar a sus puntas Roger y Morales.

El punto y seguido dentro del choque nos acercaba a la mejor versión granota. Aquella mediante la cual el Girona sufría un ciclón que sólo podía ser contenido por su guardameta Bono, tal y como ya hiciera el marroquí dos meses atrás en la victoria de su escuadra en Mestalla. Primero Morales ponía sus reflejos a prueba en una combinación con Bardhi, para después desbaratar con otra gran intervención un mano a mano ante el incisivo Toño; y si no era el arquero marroquí, aparecía Juanpe para conjurar in extremis otro centro del lateral zurdo granota con marchamo de éxito.

Pero a la tercera - la suya en particular- era la vencida para Morales. Su recorte sobre Ramalho le permitía gozar de la distancia para, por fin, batir a Bono por el palo corto. Corría el minuto 59 y el Ciutat estallaba, algo lógico a tenor de los merecimientos contraídos por su equipo hasta ese momento.

El Levante continuaba apretando en pos del 2-1, pero una inocente pérdida de balón ligeramente superado el ecuador del segundo acto dejó las miserias del equipo, nuevamente, al descubierto. Stuani se plantaba solo y Postigo le derribaba con la línea del área grande casi como testigo. La expulsión no era la única mala noticia de una acción que derivaría en el 1-2 después de un gran golpeo del joven centrocampista formado en el Villarreal Aleix García, y al que ayudó Oier concediendo el hueco suficiente por el que debería de ser su palo.

El frenesí no cesaba en Orriols, y un cuarto de hora sobre el terreno de juego - entró sustituyendo a Jason con la roja a Postigo - le bastaba a Coke para empujar con todo - poco importa si en semifallo - un medido centro de Campaña a balón parado. Quedaban menos de cinco pero cualquiera hubiera podido ganar dentro de la vorágine de acontecimientos que deparaba hasta el final un choque tan atractivo como repleto de desgobierno en varias fases del mismo.