Atraco al Levante en el Metropolitano
Atlético de Madrid 1 - Levante 0. Atraco a las tres fue un clásico del cine español de los años 60. Hoy los granotas han sufrido en Madrid una particular versión que les ha impedido puntuar.
La resistencia granota a lo largo de los primeros 45 minutos no estuvo exenta de ciertas dosis de fortuna. Sin ya confiar en ello, el VAR invalidaba un aparente tanto de Koke por falta previa - clara, eso sí - de Rodri sobre Bardhi en el mediocampo. El conjunto rojiblanco hacía desde bien temprano lo que se le presupone: apretar de lo lindo desde la salida de balón levantinista.
Griezmann y Correa combinaban con peligro en el borde del área para crear oportunidades como la que el francés desaprovechó al cruzar en exceso ante la salida de Oier. Poco podía estirarse el Levante frente a la amenaza de acometidas colchoneras, sólo Morales en alguna contra y Roger probando desde la larga distancia generaron algo de peligro.
Mientras tanto, la zaga que Paco López dispuso otra vez con tres centrales continuaba conjurando un peligro que venía, en diversas ocasiones, por los centros desde el flanco derecho del lateral colombiano Arias. También Nikola Vukcevic destacaba dentro de la eficiencia que el engranaje defensivo granota estaba mostrando haciendo aquello para lo que fue contratado: ejercer la función de stopper para contribuir a contener al rival por delante de la defensa.
Un arranque del segundo tiempo, esta vez desde la banda izquierda por medio de las internadas del valenciano Juanfran, buscando la profundidad por parte del Atlético de Madrid saldado con peligrosos remates de Griezmann y Koke daría origen a la acción determinante del choque. Vukcevic se lanzaba en tackling y el balón rebotaba accidentalmente después de un centro a priori sin consecuencias de Thomas en el brazo que resulta indefectible apoyar sobre el césped en ese tipo de lances. La circular insta a considerarlo como involuntario, pero Prieto Iglesias quiso erigirse en protagonista para conceder a los madrileños - Griezmann transformó la pena máxima - una ventaja que no merecía cuando corría el minuto 54.
A partir de ahí, sólo hubo un once sobre el Wanda Metropolitano. Los de Simeone, muy fieles a su estilo, lo circunscribían todo a su eficacia defensiva y a las intervenciones del mejor portero del mundo a día de hoy, el esloveno Jan Oblak. Morales gozó, sin lugar a dudas, de la mejor opción de los suyos, pero la inmensa figura del meta balcánico repelía el lanzamiento franco que se había generado el madrileño a través de un recorte marca de la casa. Bardhi no supo aprovechar un rechace claro, como tampoco sabría hacerlo en otra providencial intervención del propio Oblak frente a Mayoral que también propicio un rebote, en este caso, salvado por Godín.
La necesidad de encomendarse a factores de diversa índole por parte del Atlético de Madrid a la hora de asegurar los tres puntos nos da idea de la gran versión levantinista observada en la mañana de hoy. Más fiable defensivamente que en el último tramo de competición, sólo la injusticia la privaba de puntuar en unos de los dos campos más inasequibles de LaLiga.