El PSOE fija su discurso contra la derecha machacando con machismo y extremismo
Ximo Puig le dice a Pedro Sánchez en el mitin de El Cabanyal que “nos tienes que ayudar” con la financiación, y Sánchez ni le contesta.
¿Qué esperarían ustedes escuchar en un mitin del PSOE, aunque sea del PSPV? ¿Paro, medio ambiente, citricultura, jóvenes, mayores de 45? Pues de todo eso hablaron este domingo Mercedes Cabellero, Sandra Gómez, Ximo Puig y Pedro Sánchez en el Pabellón de El Cabanyal durante el acto de presentación de alcaldables del PSPV, básicamente Sandra Gómez.
Como detalle, un grupo de gitanos, colocado al final del recinto, sólo reaccionó durante las casi dos horas de mitin cuando Puig fijó como objetivo para la próxima legislatura el pleno empleo. “Muy bien hablado”, dijo en voz alta uno de ellos. Todo lo demás que dijeron los intervinientes de esos asuntos recurrentes que les citaba antes ya se lo imaginan ustedes, así que pasemos a hablar de lo otro.
Porque las dos ideas-fuerza en los cuatro discursos, y presumiblemente de aquí a mayo, fueron y van a ser mujeres-mujeres-mujeres, y extrema-extrema-extrema derecha, entendiendo por tal desde Ciudadanos a Vox pero sin decir sus nombres ni los de sus líderes. Eso sí, Puig no de privó de llamar “mentiroso” a (se supone) Toni Cantó por unas declaraciones suyas, sin precisar por qué cosa o cosas concretas.
El objetivo socialista parece que es el de identificar durante campaña y pre-campaña al centro-derecha con el radicalismo y la desprotección a las mujeres. Con Vox como inspirador y los otros dos partidos como acólitos. Pero citando sólo por su nombre al PP, el gran adversario histórico.
De Compromís, con quien el PSPV gobierna las instituciones valencianas y de cuyos votos en el Congreso también depende Pedro Sánchez, ni pruna. Sólo una levísima mención de la secretaria general provincial de Valencia, Mercedes Caballero, al inevitable concejal Giuseppe Grezzi (también sin citarlo) al que le dijo que “queremos movilidad hecha poco a poco”.
Y de Podemos, tampoco dijeron los socialistas apenas nada. Si acaso, el reproche de Pedro Sánchez a “la otra izquierda” porque “la izquierda es lo opuesto a Maduro en Venezuela”.
Mención aparte merece que Puig, muy comprensivo con su compañero de partido, interpelara a Sánchez diciéndole que “nos tienes que ayudar a conseguir más pronto que tarde la financiación justa”, y que Pedro Sánchez no se dignara después contestarle. Pero eso sí, tanto Puig como Caballero rivalizaron en dar las gracias al compañero secretario general federal por haber estado aquí el 9 d'Octubre. Los símbolos, ya se sabe, de los que tanto nos alimentamos los valencianos.
Feminismo
El mensaje feminista ha impregnado especialmente el discurso de la alcaldable de Valencia, pero no sólo. Sandra Gómez ha llegado a decir que en las próximas elecciones se va a elegir entre “machismo e igualdad”, “odio y alegría”, “fanatismo y convivencia”. Las primeras opciones de las tres disyuntivas son las que según ella corresponde adjudicar a la derecha, a toda la derecha, porque “no son elecciones entre partidos sino entre formas de vida”. Vivan los bloques.
Ximo Puig se sacó de la manga una frase al filo de lo políticamente correcto al querer hacer un chistecito porque la derecha ha tenido la “mala idea de confrontar con vosotras”, en plan menudas sois.
También Pedro Sánchez tuvo un resbaloncillo cuando una mujer desde la grada le gritó “¡guapo!” y el presidente respondió “gracias, hombre”.
Extremismo
Aún hubo una mención más al machismo de la derecha. Salió de la boca del presidente del Gobierno, que aseguró que “hay mucha testosterona en la oposición”. “Y contorsionismo”, añadió.
Ximo Puig insistió en esta segunda idea, la del extremismo de la derecha, rozando de nuevo ciertos largueros. Sin citarla, aludió a Isabel Bonig, la “lideresa” de la derecha, con la que dijo estar teniendo “mucha paciencia” y de la que destacó su “extrema inmoderación”. La cosa venía a cuento porque Bonig había criticado al gobierno del Botànic que Puig preside precisamente en Fitur, teniendo el PP a su última consellera de Turismo en la cárcel, remataba en plancha el president.
Y ojo, que, recordando el aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auswitch, Puig ha asegurado que “los jinetes del racismo y la xenofobia cabalgan de nuevo por Europa y España”.
Puig, a lo largo de su discurso, mostró especial interés en que cale la idea de que los socialistas, a diferencia de otros, “no somos dogmáticos ni rupturistas”. Y así lo hacemos constar. Y Sánchez en que la idea que permee sea la de que “el único partido leal a la Constitución en la oposición y en el Gobierno es el PSOE”. ¿Pesan las incómodas compañías?
Cosas eventualmente chocantes del mitin
El que tiene boca se equivoca, desde luego. Y lo que se dice en un mitin, pues ya se sabe. Pero aún así, en el del PSPV-PSOE de El Cabanyal ha habido algunas frases e ideas fuera de lo habitual que invitan a reparar en ellas. Por ejemplo:
- “Vamos a acabar con los alquileres abusivos” (Ximo Puig). Tiene su aquél que el president dijera eso en presencia de un presidente al que Podemos le ha tumbado en el Congreso el decreto-ley de alquileres porque los morados querían que los ayuntamientos pudieran limitar los precios de los alquileres.
- “Nuestro nietos merecen tener el mismo oxígeno que nosotros” (Pedro Sánchez). Le ha faltado decir abajo los gases nobles.
- “Si Benimàmet quiere ser entidad local menor, habrá que verlo” (Mercedes Cabellero). La pregunta es de cajón: ¿eso vale para otros que quieran escindirse en otros sitios? La alcaldable no recogió el guante en su posterior discurso.
- Hablando de la desigualdad entre barrios de Valencia, Caballero sugirió que en unos se vive más que en otros. Como no dio los nombres no parece que vaya a haber migraciones en masa.
- Sandra Gómez, que no paró de recordar que ella es de El Cabanyal, también dijo que va a ganar las municipales “porque es el momento de la gente corriente”.