Sólo Messi impide el triunfo a un enorme Valencia en el Camp Nou
FC Barcelona 2 - Valencia CF 2. Después de los mejores primeros 45 minutos de la campaña, el Valencia sabe aguantar en un partido para el recuerdo.
Con toda seguridad, el subidón mental del pasado martes tuvo su contribución a la hora de empezar a configurar el primoroso primer tiempo que el Valencia CF desarrolló en el Camp Nou. Como si de una continuación de ese histórico partido se tratara, Parejo y Cheryshev estuvieron a punto de culminar una gran jugada de Wass por el costado derecho. Primero Ter Stegen y después la madera lo evitaron, pero las credenciales valencianistas ya quedaban sobradamente expuestas sobre el magnífico feudo culé.
Los parámetros soñados por un Marcelino perfecto en su planteamiento seguían dictando el juego, a través de unas líneas unidas que no permitían a Messi disfrutar de espacio entre ellas y destacando, de la misma manera, el rédito que se obtenía al exprimir, una y otra vez, el terreno que dejaba a su espalda el falso lateral zurdo Sergi Roberto.
Sobre el ecuador de este grandioso primer acto, el capitán optó por jugársela al arrebatar un balón a Messi en la frontal - tal vez el argentino no hubiera perdonado el que sería su segundo libre directo en la misma zona -, lo que dio origen a una contra de manual dirigida por Rodrigo, quien encontró en posición inmejorable a Gameiro para que éste fusilara al meta alemán del Barça. Piqué deshacía la opción de fuera de juego en un gran desmarque del francés.
Poco después, el Valencia volvía a optimizar el factor clave de sus despliegues tras recuperación. Con Piqué y Gameiro fuera del terreno de juego tras un choque entre ambos, Wass volvía a dejar en evidencia a un Sergi Roberto que le arrolló después del centro de Cheryshev por el flanco contrario. La señalización y posterior magistral conversión del penalti por parte de Parejo situaba a los valencianistas ante un escenario tan merecido como idílico (0-2 min. 32).
No tardaría el Barcelona - es lo que tiene los grandes conjuntos - en reaccionar sin acusar en exceso los golpes. Una entrada dentro del área en la que Lato demostraba su bisoñez frente a Semedo daba pie a la pena máxima que Messi convertía en gol (1-2 min. 40). El palo ayudó a que los de Marcelino minimizaran daños al intermedio dentro ya de un asedio culé que amenazaba con prolongarse después del paso por los vestuarios.
Y así se pudo corroborar a lo largo de los minutos de mayor sufrimiento che, esos que son prácticamente consustanciales al hecho de visitar el Camp Nou, pese a que nadie sale mejor parado de esas visitas que el Valencia CF en los últimos tiempos. Tramo que tuvo lugar en el primer tercio del segundo acto, ya con Gameiro en la caseta sustituido por Ferran Torres debido al golpe, y que Neto aplacó a base de intervenciones en lanzamientos desde fuera del área de Messi o Aleñá; el Barça se veía obligado a utilizar recursos de ese tipo - acompañados de la profundidad que Jordi Alba le proporcionaba una vez salido desde el banquillo - ante un conjunto de Marcelino que se sacudía progresivamente el dominío como así lo acreditan sus dos opciones de gol del segundo tiempo, ambas protagonizadas por Rodrigo. Especialmente clara resultó la segunda de ellas, al estirarse el hispano-brasileño tras un medido centro de Cheryshev en boca de gol.
Pero había un aspecto que el gran planteamiento defensivo valencianista no podía descifrar: Messi lo volvió a hacer, y lo hizo con una rosca perfecta desde la media luna (2-2 min. 64). El choque volvía a estar igualado después de un gran intercambio de golpes. Algo que seguiría hasta la conclusión de un partido para el recuerdo. Poco relación guarda para el Valencia CF una igualada como ésta con aquellas insulsas de los comienzos de la temporada. Este equipo sí puede plantar cara a cualquiera.